Su imagen con afro ha sido representada hasta el abuso, y forma parte de la historia contemporánea. Angela Davis no solo es un símbolo del afrofeminismo y la lucha antirracista en todo el planeta, también es un icono cultural estadounidense, un personaje histórico y una pensadora de primera línea.
Hija de un mecánico de coches y una profesora de escuela, nació en Birmingham, Alabama, el 26 de enero de 1944. El lugar donde vivía la familia era llamado «Dynamite Hill» (Colina Dinamita) por el gran número de casas de afroamericanos asaltadas por el Ku Klux Klan. Su madre tambien fue activista a favor de los derechos civiles y había estado activa en el NAACP, antes de que dicha organización fuera proscrita en Birmingham.
Davis asistió a escuelas segregadas en Birmingham. Cuando tenía 14 años se benefició de un programa de una organización religiosa progresista que permitía a estudiantes negrosos del sur ir a estudiar a escuelas del norte. Angela Davis pudo de esta manera ir a Nueva York y asistir a una escuela progresista en Greenwich Village, donde varios de los profesores estaban en la lista negra durante la terrible «caza de brujas» hoover-macarthista. Este ambiente radical le permitió introducirse en el estudio del socialismo.
En 1961 Davis se matriculó en la Universidad Brandeis en Boston, Massachusetts, para estudiar francés. En el verano de 1962 ella viajó por primera vez a Europa, para participar en el VIII Festival Mundial de la Juventud cebrado en Helsinki, Finlandia. Allí puso conocer a otros jovenes con ideas revolucionarias parecidas a las suyas e intercambiar experiencias.
La carrera incluía un año en La Sorbona, en París. Poco después de volver a los Estados Unidos pudo acordarse de la lucha por los derechos civiles que se estaba llevando a cabo en su ciudad natal cuando cuatro muchachas que conocía fueron asesinadas en la explosión de la Iglesia Baptista de Birmingham, en setiembre de 1963, un hecho que marcaría decisivamente su manera de pensar y su trayectoria posterior.
Después de graduarse en la Universidad Brandeis en 1965 con resultados sobresalientes, pasó dos años en Alemania, en la facultad de filosofía de la Universidad Frankfurt. Allí realizo numerosas actividades pese a que le resultaba complicado el idioma alemán, y asistió a clases de Adorno y otros importantes pensadores socialistas de la llamada Escuela Crítica de Frankfurt. Tambien entró en contanto con los movimientos juveniles, como la Liga de Estudiantes Socialistas (SDS).
Sin embargo los acontecimientos se estaban precipitando en Estados Unidos, con el movimiento de derechos civiles, el surgimiento del partido de las Panteras Negras, y las protestas contra la Guerra de Vietnam, así que regreso en 1967 a su país. Se instaló en San Diego, y siguió estudiando filosofía en la Universidad de California donde en ese momento estaba trabajando Herbert Marcuse. Davis recibió una gran influencia de Marcuse, especialmente su idea de que era un deber del individuo rebelarse en contra del sistema. Marcuse está considerado el «padre espiritual» del Mayo del 68 francés.
En 1967 Davis se unió al Comité Coordinador Estudiantil NoViolento (SNCC) y al Partido de los Panteras Negras, y en 1968 también se involucró con el Partido Comunista Estadunidense.
En 1969 realizó un viaje a Cuba, donde quedó impresionada por la Revolución, al igual que otros muchos intelectuales de la época. De ese viaje sacó la conclusión que ha guiado su pensamiento de que la lucha contra el racismo y a favor del socialismo eran algo inseparable.
Angela Davis empezó a trabajar a finales de los 60 como profesora de filosofía en la Universidad de California. Cuando en 1969, el FBI (dirigido por Edgar Hoover) informó a las autoridades de California (donde el gobernador era Ronald Reagan) de que ella era miembro del Partido Comunista Estadunidense, rescindieron su contrato. Esta suspensión levantó grandes protestas en la comunidad universitaria por lo que tenía de represiva, ilegal e injusta.
Davis participó en la campaña para mejorar las condiciones en las cárceles. Se interesó especialmente en el caso de George Jackson y W.L. Nolan, dos afroamericanos que establecieron una sucursal de las Panteras Negras mientras estaban en la prisión Soledad en California. El 13 de enero de 1970, W.L. Nolan y otros dos prisioneros negros fueron asesinados por uno de los carceleros. Unos días después el Jurado del Condado de Monterrey determinó que el guarda había cometido un «homicidio justificable». Cuando poco después, un guarda fue encontrado asesinado, George Jackson y otros dos prisioneros, John Cluchette y Fleeta Drumgo, fueron acusados de su muerte. Se argumentó que buscaban vengarse de la muerte de su amigo W.L. Nolan.
El 21 de agosto de 1971 George Jackson fue asesinado en el patio de la prisión de San Quintín. Llevaba una pistola automática 9mm y los oficiales dijeron que trataba de fugarse. Estos hechos son confusos y nunca se han aclarado. George había publicado ese año desde la carcel un libro titulado «Soledad Brother: The Prison Letters».
El 7 de agosto de 1970, el hermano de George Jackson, Jonathan, de 17 años, irrumpió en la corte del Condado Marin acampañado de otros dos jovenes armados con ametralladoras y tras tomar como rehenes al juez Harold Haley y a otras personas, demandó que George Jackson, John Cluchette y Fleeta Drumgo fueran liberados. El conflicto acabo de forma sangrienta con un tiroteo con la policía en el que acabaron muertos dos de los tres asaltantes entre ellos Jonathan, así como el juez Haley, además de resultar varias personas más heridas.
Aunque Angela Davis no estuvo en el lugar de los hechos, la policía dijo que las armas usadas por Jonathan durante el asalto estaban registradas a su nombre, por lo que orderaron su inmediata detención.
Entonces Davis se dio a la fuga y el FBI la nombró como una de las «criminales más buscadas». Fue arrestada dos meses después en un motel neoyorquino, y la metieron en la carcel, primero en Nueva York y más tarde la trasladaron a California donde debía resolverse su caso. Durante el tiempo que permaneció en prisión ella no dejo su activismo político y de luchar por mejorar las condiciones de los presos. En 1971, estando en la carcel, se publicó su libro «If They Come in the Morning».
El encarcelamiento de Angela Davis movilizó a personas de todo el mundo pidiendo su libertad, y la campaña «FREE ANGELA» fue uno de los episodios más importantes de los movimientos de protesta en la primera mitad de los 70.
Como resultado de esta presión en febrero de 1972 se permitió a Angela Davis salir de la carcel en espera del juicio. El juicio se celebró poco despues y concluyo el 4 de junio con un veredicto de inocencia, siendo absuelta de todos los cargos. Había estado 16 meses en la carcel.
Aunque Reagan pretendía que nunca volviera a dar clases, la movilización y la presión popular forzaron el cambio de actitud y permitieron a Angela Davis retornar a la Universidad de California y seguir dando clases con normalidad.
Davis también trabajó como conferenciante de estudios afroamericanos en el Claremont College de 1975 a 1977.
En 1979 visitó la extinta Unión Soviética donde fue recibida con entusiasmo y recibió el Premio Lenin de la Paz. Además fue nombrada profesora honoraria en la Universidad de Moscú. En 1980 y 1984, Davis fue candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos por el Partido Comunista.
Hoy en día Angela Davis continua su labor a favor de los colectivos discriminados, pacifistas y feministas. Recorre el mundo dando conferencias y talleres, utilizando su fama mundial para mejorar nuestro mundo. Una vez dijo: «No, no soy feminista, soy una revolucionaria negra». Hoy en día su pensamiento ha evolucionado y desde luego se nombra feminista.
Angela Davis es un mito, un icono del siglo XX. Su pelo afro y su estética la han transcendido, haciéndola en demasiadas ocasiones víctima de ello, ya que muchas veces su mensaje se trivializa. Pero a pesar de ello ha escrito algunos de los textosfundamentales del pensamiento afrofeminista («If They Come in the Morning: Voices of Resistance» 1971, «Angela Davis: An Autobiography» 1974, «Women, Race and Class» 1981 y «Women, Culture, and Politics» 1989) y que si eres una mujer interesada por el feminismo y la lucha antirracista deberías leer.
Davis ha vivido una vida en primera línea de la historia y ha contribuido de manera decisiva a empezar a cambiar el mundo.
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