lunes, octubre 7

Hay que contarnos. Para que sirve el censo étnico

Hay que contarnos. Para que sirve el censo étnico
Ilustración de Franzi vía Shutterstock

Hace poco el Grupo de Trabajo de Expertos sobre Afrodescendientes presentó el informe final de su primera visita de investigación en España ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas, que había encargado el estudio. Las conclusiones son, como todo afrodescendiente sabe, más que alarmantes. 

El informe aborda varios temas candentes en relación con la población afrodescendiente en el contexto español como los derechos humanos, la educación, acceso a la vivienda, representaciones culturales,  la infrarrepresentación en la administración, la situación de los migrantes (perfil étnico en las identificaciones policiales, expulsiones masivas), etc.

Pero lo que que más llama la atención es la negativa pertinaz de las administraciones españolas a cuantificar la población afrodescendiente del país, escudándose en la propia discriminación, como indica un punto del informe:


A/HRC/39/69/Add.2

Es de un cinismo alucinante viniendo de un país donde la policía trabaja con el «perfil étnico» para identificar migrantes sin papeles. También conviene resaltar lo absurdo de que sean las personas no racializadas (las que ostentan el poder) quienes esgrimen el racismo como excusa para no contarnos.

En varios puntos del informe se pone de manifiesto que la falta de datos sobre la población afrodescendiente impide tomar medidas correctas en temas como educación, salud, vivienda o justicia. Es una constante en todo el documento y pone en evidencia que es urgente tener datos reales.

Imaginemos por un momento que el Gobierno decidiese que las oficinas de empleo se prohibiese identificar el sexo de las personas inscritas en aras de no discriminar a las mujeres. Imaginemos que se hiciese también en la educación y en todos los estamentos de la administración. ¿Alguien podría hoy en día aceptar esta circunstancia? ¿Se evitaría así la discriminación, o  más bien se agravaría?

Según el planteamiento del gobierno tampoco deberíamos tener datos de personas que viven bajo el umbral de la pobreza, enfermos de tal o cual dolencia, hablantes de catalán o de euskera.

El censo étnico, en el modelo que elijamos,  debe ser una herramienta  que permita radiografiar la sociedad para medir la discriminación y la eficacia de las políticas de integración y acogimiento. Pero también un medidor del verdadero efecto del racismo en nuestra sociedad, conociendo con datos reales las desventajas que sufrimos en nuestras vidas las personas racializadas de origen migrante o nacidas aquí.

Las políticas sociales relacionadas con temas étnicos no deben ceñirse a modelos cerrados, es posible aprender de lo desarrollado en otros países. Podríamos tomar el modelo anglosajón, que a pesar de lo que pensemos,  para la comparación entre distintos colectivos o etnias en estudios de acceso al empleo, la vivienda o cualquier otra variable.

Pongamos por caso que buscando trabajo tengo la sensación de que las personas con la piel clara o autóctonas  tienen más posibilidades que yo de llevarse el puesto cuando acudo a una entrevista. Podría creer que soy víctima de la discriminación racial. Pero, ¿cómo lo demuestro? Necesito estadísticas que demuestren esa impresión. Incluso que demuestren si me equivoco. Pero si no es así, sería una herramienta fundamental para luchar contra la discriminación racial en las empresas y el mundo laboral.

Hoy muchas administraciones ponen en marcha las «Estrategias antirrumores»para luchar contra la rumorología racista que culpa a los migrantes de todos los males de esta sociedad. Muchos de esos rumores falsos y malintencionados se refutarían fácilmente simplemente con datos estadísticos fiables.

Una acaba pensando que si unos blancos con poder no quieren contarnos, es porque no les interesa que se sepa la verdad. No les interesa que se sepa que si eres una persona negra tienes muchas menos posibilidades de ser contratada en un trabajo que una persona blanca, con la misma formación, para el mismo puesto. No les interesa que se sepa que si eres una persona racializada el parque de vivienda de alquiler se reduce para ti drásticamente. O quizás no les interesa que se sepa que tanto por ciento de las agresiones nocturnas en Madrid tienen que ver con temas étnicos/raciales.

No se los tantos por ciento porque no hay datos. Todxs imaginarnos que se tratará de tantos por ciento muy elevados, lo cual ya dice mucho de este país. Pero para saber el dato exacto y actuar en consecuencia, tenemos que saber cuántos somos.

El racismo ya está aquí entre nosotros, y va a más. Solo el hecho de que VOX entre en los parlamentos, es un síntoma que constata una enfermedad.

Hasta que no nos contemos, cualquier política relacionada con nosotras, siempre será injusta.


Elvira Swartch Lorenzo

Colaboradora habitual en Afroféminas. He trabajado de todo. Hija de migrantes afrocolombianos.


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3 comentarios

  • Mar

    Tema trabajo:

    Caso 1. Buscan una española y yo, española y de padres españoles, no soy suficientemente blanca para el puesto de trabajo.

    Caso 2. Aunque dé el pego como migrante, soy «demasiado española» como para que abusen laboralmente de mí (horario, sueldo…).

    Resumen: años sin trabajo.

    • Qué pena que para defender un legítimo derecho, se tenga que dejar tan mal paradas a las migrantes. Según este comentario, somos tontas, incapaces de defender nuestros derechos laborales. Lxs afroespañoles os lo tenéis que hacer mirar. La experiencia migrante es valor muy preciado.

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