Ya entrevistamos a la guineoecuatoriana Ángela Nzambi para Afroféminas hace unos años. Por aquel entonces, acababa de presentar su segundo libro, Biyaare, y hablábamos con ella de su obra y de su labor en el tercer sector. Pero lo bonito no es solo saber de nosotras, sino conocer nuestros avances, ayudarnos si caemos y celebrar nuestras victorias y hoy, toca aplaudir una: Ángela ha entrado a formar parte del Consejo Ciudadano Municipal (CCM) en Valencia. Sin embargo, en este texto no solo nos habla de eso, también reflexiona sobre temas migratorios y acerca de los bulos que nos cuentan y de las verdades que necesitamos saber, algo fundamental tras la escalada de VOX en Andalucía.
¿Qué es el Consejo Ciudadano Municipal?
Es uno de los órganos de la formación política Podemos
¿Cuál es la función de este órgano?
Sacado del reglamento: “El Consejo Ciudadano Municipal es el órgano encargado de debatir, decidir y ejecutar la dirección política de Podem en su territorio…”
¿Cuánto de transformadores pueden ser los ciudadanos en política municipal? ¿Y en la estatal?
En la municipal, mucho, porque son las personas que viven y/o están cerca de los problemas cuya solución pretenden las políticas, los problemas que afectan a la vida diaria de las personas.
¿Cuáles son los criterios de elegibilidad de los miembros de este órgano?
Entré en una lista, la del actual Concejal, Berto Jaramillo, cuando se presentó como candidato a las primarias para ser el Secretario General de Podemos en la ciudad y me propuso que le acompañara, entre otras personas activistas y miembros de la sociedad civil. Sólo debía estar inscrita, me dijo, la inscripción no compromete a nada. Berto Jaramillo no ganó las elecciones, pero algunos integrantes de su lista fuimos elegidos para formar parte del CCM.
¿Por qué considera que personas de la sociedad civil deben estar también en política?
Desde la sociedad civil organizada -colectivos, asociaciones, organizaciones-, también hacemos política. En mi organización se investiga, analiza y se propone soluciones a los problemas sociales enmarcados en nuestra misión. En esta otra dimensión de la política, se tiene la posibilidad de obtener los recursos para ejecutar acciones, proyectos y programas.
¿Por qué cree que le han escogido a Ud?
No lo sé, eso lo sabrá cada una de las personas que me votaron, a quienes, por cierto, doy las gracias. Podría ser que algunos me conocieran por mi trabajo en el tercer sector, otros por simpatía, tal vez.
¿Qué cree que podría Ud aportar?
Algo parecido a lo que vengo haciendo en la última década, soy miembro de una organización que se dedica a la cuestión migratoria, en sus formas más vulnerables. Y es más o menos el área de trabajo al que me han asignado en el CCM.
¿Es la primera vez que una persona negra entra a formar parte de ese Consejo? ¿Por qué eso es importante? ¿Y el hecho de que sea mujer?
Junto conmigo, hay otro compañero que también es una persona negra y estuvo entre los puestos más votados. La importancia que podrían tener estas condiciones sería para garantizar la participación de todas y todos, uno de los principios fundamentales de Podemos y con ello, creo, han dado un paso gigantesco a la imagen política del país. Pero tiene que haber algo más que la melanina o determinados rasgos físicos o raciales. El compañero es, entre otros, un gran activista por la defensa de los derechos humanos, de las minorías étnicas (que aquí no solo son culturales sino que incorporan procedencias y rasgos físicos) y colectivos vulnerables.
¿La comunidad valenciana vuelve a contar con una mujer negra y política en sus filas, estamos de celebración?
(Risas) No quiero ser aguafiestas, creo que sigue siendo una.
¿Alguna vez se había planteado meterse en política? Y… ¿ahora, se le han despertado las ganas?
La verdad, no me lo había planteado, reconozco que Berto Jaramillo, el Concejal, me pilló un tanto por sorpresa cuando me propuso formar parte de su lista; estuve pensando en ello durante unos meses y acepté convencida de que en ese ámbito no me conocía casi nadie y por tanto nadie me iba a votar. Luego me llevé otra sorpresa: me votaron. Iré poco a poco, hay mucho que aprender y, aunque lo considero un espacio más de participación, parecido a aquellos de los que ya formo parte, tiene sus particularidades y sus propios retos, el momento que vivimos, en relación con las migraciones, es uno de ellos.
¿Cómo acoge este salto en su carrera?
No me parece que haya dado ningún salto, excepto por la experiencia de haberme sometido a cierto juicio de los demás. El resultado es gratificante, también conlleva compromiso y responsabilidad.
¿La frase de Ortega y Gasset “la política es el arte de lo posible” es verdad o una excusa?
Tiene mucho de verdad.
¿Cuál será su primera petición /asunto a tratar? ¿Por qué considera que es lo más urgente?
Uno de los temas urgentes en materia de acogida e inclusión de las personas migrantes en nuestra ciudad es la apertura de plazas y centros de acogida. Se está trabajando en ello, las personas que llevan esa gestión desde la municipalidad son compañeras, están haciendo todo lo que pueden, a pesar de las reticencias y oposición de algunos grupos. Y a colación de esas reticencias, consecuencia de la “narrativa tóxica” que se ha establecido respecto de las personas migrantes y refugiadas, urgen también campañas de sensibilización/concienciación a la ciudadanía. Se está trabajando también en este sentido, pero podemos contribuir todas y todos desde cualquier espacio que ocupemos, en nuestros entornos familiares, de amigos, compañeros, conocidos; en los barrios, asociaciones vecinales, centros educativos; espacios de comunicación como este; debemos redoblar esfuerzos.
¿Qué cambios has observado en los últimos tiempos en el Estado español en cuanto a migración y refugio se refiere?
Observo pocos cambios. Parece que hay una declaración de intenciones por parte del gobierno central, es un gobierno de izquierdas, pero tal declaración ya se ha visto varias veces empañada con las devoluciones en caliente, según los medios y las denuncias de organizaciones sociales como la que soy miembro. En esta comunidad al menos no se implementaron los decretos leyes que dejaron sin derecho a la sanidad a las personas migrantes que no tuvieran regularizada su situación migratoria; y recibimos al Aquarius, jamás había visto semejante dispositivo. Pero seguimos teniendo un Centro de Internamiento de Extranjeros, CIE, donde se priva de libertad a personas que no han cometido ningún delito, sólo una falta administrativa; los discursos racistas y xenófobos de ciertos políticos están incitando a tales actitudes en la ciudadanía, con sus consecuencias en los procesos de inclusión, la búsqueda de empleo, de vivienda.
Hablando de CÍE… ¿una persona puede ser ilegal?
Uno de nuestros lemas en el tercer sector de acción social es que “ningún ser humano es ilegal”.
¿Y en cuanto a la percepción de la gente de España del hecho migratorio?
Algunas personas aceptan los discursos racistas y xenófobos y se convierten en víctimas de sus efectos, el miedo, entre otros, miedo al otro, miedo a perder su zona de confort, les hacen creer. Pero buena parte de la ciudadanía, “nativa”, a pesar de los resultados tan mencionados, no están de acuerdo con esos discursos, ni con el entramado de violaciones de derechos que sufren las personas migrantes y refugiadas, ni con las políticas migratorias.
¿Estamos suficientemente informados? ¿Y bien informados?
Creo que no lo estamos. Hay una amalgama de noticias, imágenes, información no equilibrada, con una visión muy centrada en Europa; apenas se abordan las causas. Qué está provocando estos desplazamientos forzados de las personas, qué está pasando en esos países de donde proceden estas personas, qué está pasando en el continente africano, qué impulsa a los africanos y africanas a huir de su continente… Me pregunto. E invito a las personas a hacerse las misma preguntas y a buscar respuestas, a saltarse las vallas (virtualmente claro), pienso que esas vallas, las de la frontera sur en este caso, no están allí solo para evitar que migren las personas africanas, también para que, desde estos lares, no se sepa lo que está pasando al otro lado. Porque todo apunta a una corresponsabilidad. Este año se ha estado emitiendo por aquí un documental titulado “Tigernut (la patria de las mujeres íntegras)”,dice mucho al respecto, y sólo muestra una ínfima parte; yo misma acabo de presentar “Crímenes de hambre” del escritor Miguel Pajares, es una novela negra, pero el escritor documenta bien sus obras, le avala su formación, y son considerables los datos que ofrece la novela; los ensayos de la escritora e intelectual maliense Aminata Dramane Traoré, “L’Afrique mutilée”, “Ceuta et Melilla: Mais pouquoi partent-ils?” también ilustran en ese sentido. Si no se abordan las causas reales, sólo estaremos poniendo parches y tiritas a esta situación.
¿Qué mentiras/medias verdades hemos interiorizado como verdades?
Pues todas esas como la avalancha, que venimos a quitar esto o lo otro, a ser usuarios de los servicios sociales, de la sanidad, sobre nuestras culturas y religiones… discursos vacuos, contrarrestables con los datos, resultado de investigaciones realizadas por diversos centros y entidades. A mi juicio, quieren esconder verdades como la situación de muchas personas, mujeres y hombres, que trabajan en la economía sumergida, en condiciones a veces infrahumanas y sufren todo tipo de abusos y violaciones, este mismo año hemos asistido a las denuncias de un grupo de trabajadoras de la fresa; las temporeras y temporeros que trabajan en los campos, recogiendo la fruta y las verduras que los demás compramos finamente en los supermercados; las trabajadoras del hogar, que cuidan de las casas, de los niños y los mayores para que los padres y los hijos puedan ir tranquilamente a trabajar en despachos; y más.
¿Por qué seguimos hablando del “problema de la inmigración” y no del “hecho migratorio”?
También tenemos un lema para eso en el tercer sector, algo así como: “migrar es un derecho, no hagas de ello un problema”. Pero sabemos que a algunos les interesa que así sea.
¿Es importante que alguien con experiencia migratoria trabaje en este área?
Pero no es imprescindible. Tenemos compañeras y compañeros que realizan un excelente trabajo, en ocasiones de forma altruista, en el ámbito y sin haber vivido la experiencia, a veces son más persistentes, la campaña por el cierre de los centros de internamiento de extranjeros, CIE´S NO, que ya tiene unos siete años, es un ejemplo, nos concentramos delante de una de las puertas del centro el ultimo martes de cada mes. Se trata de justicia, de derechos, y eso nos afecta a todos, o por lo menos a las personas que creemos en esos conceptos.
¿Qué hay de su carrera literaria? ¿Tendrá tiempo, ahora, para escribir?
(Risas) Sigo escribiendo. Me queda poco tiempo pero lo aprovecho, a veces tomo notas en los autobuses y los trenes.
Tiene mucho trabajo por delante, ¿le mandamos ánimo o un abrazo?
Me vienen bien ambas cosas.
Lucía Mbomío
Periodista, actualmente en “Aquí la Tierra” en TVE
Más textos de Lucía
Twitter @luciambomio
Istagram: luciambomio
Descubre más desde Afroféminas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
[…] su carrera, Hurston viajó a varios países para recopilar la historia de las comunidades negras. Angela Nzambi (1971), nacida en Lia, un distrito de Bata, Guinea Ecuatorial (África), también recopiló la […]