“Françoise Vergès en su libro ‘Un feminismo decolonial’ denuncia la dimensión colonial y racista del feminismo europeo, particularmente francés, que se omite en la discusión racial y establece así su pacto con el racismo”.
Para comenzar el diálogo: un poco sobre la autora de “Un feminismo decolonial”
Creo que una de las formas de minimizar los efectos del privilegio académico que me permite leer en portugués literatura feminista contemporánea, (en un escenario en el que estamos muy distantes de un acceso igualitario a universidades, centros de investigación, etc.), tal vez sea compartiendo mis impresiones sobre uno de los libros de cabecera en este momento: Un feminismo decolonial, de la autoría de Françoise Vergès.
La versión que leí es una traducción en portugués del original1, este último publicado en 2019 en Francia. Antes de adentrarme en las impresiones sobre el libro, vale una pequeña nota sobre la autora y su contextualización geopolítica que la coloca el ámbito de los debates feministas decoloniales. La propia Vergès comenta que en este libro ella se une a los esfuerzos de activistas e intelectuales feministas del Sur global para continuar denunciando los mecanismos de reproducción de la desigualdad y la explotación en las sociedades contemporáneas.
Ello no es casual, Françoise Vergès fue criada en la isla de Reunión (en francés: Réunion), un departamento ultramarino francés, o sea, se trata de un territorio originario de los antiguos imperios coloniales franceses.
Sobre su crecimiento en la Isla de Reunión, Vergés destaca: “la base de mi interés, mi curiosidad y mi compromiso en pro de las luchas emancipadoras es la educación política y cultural que recibí en la isla de Reunión” (p.31)2 . Françoise Vergès es licenciada en Ciencias Políticas y Estudios Feministas por la Universidad Estatal de San Diego, Doctora en Teoría Política por la Universidad de Berkeley de California con el trabajo de tesis titulado Monsters and Revolutionaries: Colonial Family Romance and Métissage.
El pacto con el racismo
Existen muchos sures políticos (no necesariamente geográficos) en lo que se ha dado en llamar Norte Global, así como existen muchos Nortes en el sur global. Eso significa que es posible encontrar producciones académicas localizadas en Europa que, desde allí, cuestionan el proyecto colonial europeo y sus aparatos de manutención. Ese es el caso de este libro de Françoise Vergès. Inclusive, me atrevo a afirmar que Vergès es ejemplar en este sentido, al denunciar la dimensión colonial y racista de un feminismo europeo, particularmente francés, que se omite en la discusión racial y establece así su pacto con el racismo.
A este feminismo Françoise Vergès lo denominó como “feminismo civilizador” porque toma para sí la propia misión civilizadora europea y la extrapola al campo feminista por medio de la imposición de un pensamiento único, una forma universal de “ser mujer” que en verdad apenas toma en cuenta la realidad de mujeres blancas, burguesas, contribuyendo así con la perpetuación de la dominación de clase, género y raza de las más desfavorecidas.
En tal sentido, cuando se reconoce que Françoise Vergès se inserta en los debates feministas decoloniales, ello se da a partir de su compromiso con el enfrentamiento a la colonialidad del poder, es decir; una vez que reconocemos que los procesos histórico-administrativos que decretaron el fin de la colonización no garantizan que los discursos y prácticas coloniales hayan sido superadas, los debates decoloniales se comprometen con el combate al legado de la modernidad, el racismo y el capitalismo.
El trabajo de limpieza como inspiración para un feminismo decolonial
Françoise Vergès escribe un manifiesto contundente que toma como punto de partida un hecho cotidiano concreto, no obstante, no siempre observado en sus dimensiones más profundas. En eso ella se diferencia de otras feministas decoloniales como María Lugones, cuyo interés estuvo enfocado, por ejemplo, en ampliar los debates sobre género, lo cual la condujo a elaborar la propuesta conceptual de colonialidad de género.
Vergés opera en un plano más concreto y comienza su libro recordando una huelga protagonizada por trabajadoras de la limpieza en Francia, que nos instiga a pensar críticamente hasta qué punto nos detenemos a pensar en este trabajo y en su papel fundamental para que el mundo funcione tal y como lo conocemos. En palabras de Vergès:
En enero de 2018, después de 45 días de huelga, mujeres racializadas que trabajan en la Estación de Trenes Gare du Norte3 obtuvieron una victoria contra su empleador, la empresa de limpieza Onet […] Esa mano de obra que constituye una fuerza de trabajo racializada y mayoritariamente femenina, que realiza un servicio desvalorizado, trabaja en una situación de riesgo para su salud, con bajos salarios, violencia y acoso sexual […] (págs. 23, 24)
Vergès es incisiva al titular la primera sección de su libro con las palabras «Invisibles, ellas abren la ciudad«. Seguidamente la autora nos confronta diciendo:
Billones de mujeres se ocupan incansablemente de la tarea de limpiar el mundo. Sin el trabajo de ellas, millones de empleados, de agentes del capital, del Estado, del Ejército, de las instituciones culturales, artísticas y científicas, no podrían ocupar sus oficinas, comer en comedores, realizar reuniones, tomar decisiones en espacios aseados donde cestos de basura, mesas, sillas, sillones, pisos, baños, restaurantes fueron limpiados y puestos a su disposición. Este trabajo indispensable al funcionamiento de cualquier sociedad debe permanecer invisible. No debemos darnos cuenta de que el mundo por donde circulamos fue limpiado por mujeres racializadas y super explotadas (p. 24).
Creo que las palabras de Vergès dispensan interpretaciones. En cualquier caso ellas nos invitan a un trabajo de autoanálisis en la siguiente dirección: todas las veces que entramos, por ejemplo, a un hospital, ¿siquiera miramos a las auxiliares de limpieza, las tratamos con la misma deferencia con que tratamos a un médico, a una enfermera, sobre todo si consideramos que para que el trabajo de curarnos pueda ser realizado, antes, durante y después, las auxiliares de limpieza tuvieron que estar allí? Queda a la reflexión de cada uno de nosotres.
Cuerpos exhaustos
A lo largo de su libro Vergès expande el campo de reflexiones sobre el trabajo de limpieza en intersección con género, raza y capitalismo de una forma bastante original. Una de las formas en que ella da continuidad a ese debate es a través del contraste entre “cuerpos eficientes de la burguesía neoliberal” y “cuerpos exhaustos de mujeres negras”. En este sentido ella subraya:
El propietario del cuerpo eficiente, cuyo parámetro es el cuerpo blanco masculino, debe demostrar su disposición a pasar largas horas en el gimnasio o en su escritorio, pues esa capacidad es la señal de su éxito, de su adhesión a la orden dominante […] el propietario del cuerpo invisible es una mujer negra, ellas pueden circular por la ciudad únicamente como una presencia fantasmagórica. Fue pensando en esas mujeres, en sus luchas y en sus vidas que propuse un feminismo decolonial radicalmente antirracista, anticapitalista y antimperialista (págs. 19, 20)Tweet
No es posible expresar en un reducido número de páginas la importancia del trabajo de Françoise Vergés, apenas incentivar a la lectura de su libro a quien tenga medios para ello. Su trabajo es extremadamente relevante si tomamos en cuenta que ella dirige su crítica a una de las cunas del feminismo en Occidente, Francia, con su autoimagen civilizadora, republicana y universalista.
Critica directamente las bases fundacionales del feminismo occidental, diciendo que se ha doblegado al eurocentrismo, el neoliberalismo, el imperialismo y la colonialidad del poder. Además de ello, Vergès es brillante al mostrar los nexos entre el trabajo de limpieza protagonizado por mujeres racializadas y el legado colonial. Resta a cada un@ de nosotr@s convertir sus brillantes argumentos en armas cotidianas de lucha.
Notas:
- La traducción fue publicada en 2020 por la editora brasileña Ubu y traducido por Jamille Pinheiro Dias y Raquel camargo ↩︎
- Todas las traducciones son de mi autoría a partir de a partir de la publicación en portugués antes citada. ↩︎
- Se trtata de la principal estación de tren de Francia ↩︎
Yarlenis M. Malfrán
Psicóloga por la Universidad de Oriente, Cuba. Máster en Intervención Comunitaria (CENESEX). Doctora en Ciencias Humanas (Universidad Federal de Santa Catarina). Investigadora de Post Doctorado vinculada a la Universidad de São Paulo, Brasil. Feminista, con experiencia en varias organizaciones y movimientos sociales.
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