El Dr. Cornel West, profesor de la Union Theological Seminary y destacado intelectual afroestadounidense, se ha asoció con Christa Buschendorf, profesora y presidenta de Estudios Americanos en la Goethe-Universitat Frankfurt am Main, para escribir en 2014 «Fuego profético negro» que Ediciones del Oriente y del Mediterraneo acaba de traducir y publicar en castellano en el Estado español. Se trata de una serie de conversaciones extensas sobre seis líderes proféticos negros: Frederick Douglass, WEB DuBois, Martin Luther King, Ella Baker, Malcolm X e Ida B. Wells. El libro reúne a una terna de luchadores por la libertad y la emancipación del pueblo negro que pusieron en jaque la estructura y cimientos del planeta americano.
En «Fuego profético negro», se muestran muchos de los temas que apasionan a West, como la denuncia de los complejos militar-industrial, carcelario-industrial, corporativo-mediático y oligárquico de Wall Street en los Estados Unidos, además de la crítica a Obama.
West & Buschendorf muestran a estos líderes o profetas enfrentando varios desafíos significativos que desembocarían en los años decepcionantes de Obama. Estos desafíos incluyen la separación entre las voces de los movimientos sociales y los políticos elegidos por el pueblo, pero comprometidos con el status quo, la atracción hacia el espectáculo superficial, la adoración de las celebridades, la ambición desmedida y la búsqueda del éxito instantáneo, así como un régimen estadounidense que buscaba desacreditar, deslegitimar e incluso eliminar a los líderes comprometidos con la lucha.
West, sin duda, no disimula la dificultad inherente a la tarea profética, detallando las enormes adversidades que enfrenta el activismo. No obstante, tal como relata en «Fuego Profético Negro», las probabilidades eran aún más desalentadoras para figuras como los protagonistas del libro y otros muchos, quienes, en sus contextos y roles individuales, desafiaban al poderoso e intemporal gigante del establishment norteamericano. La integridad moral, la fuerza espiritual y la determinación política, elementos centrales según West en la tradición profética negra, conllevan consecuencias que, en ocasiones, pueden resultar fatales. Sin embargo, rechazar el fatalismo es imperativo. West urge a los lectores a reflexionar sobre la mentalidad de Martin Luther King:
Solía decir, una y otra vez, que todos los días se ponía su ropa de entierro.
Cada uno de estos seis líderes ofrece valiosas lecciones para aquellos que, según West, se comprometen plenamente a dedicar sus vidas a la búsqueda incansable de la libertad, la paz y la justicia. Ella Baker destacó como un ejemplo de liderazgo democrático al colocar siempre a las personas corrientes en el epicentro del movimiento. DuBois, aunque no se adhirió a compromisos religiosos, emergió como un líder secular cuyos valores resonaron profundamente con la virtud humana, las nociones de justicia y la importancia del amor y la empatía. La valentía demostrada por Wells en el periodismo fue excepcional, enfrentándose con firmeza a los linchamientos y las intimidaciones legalizadas durante la era de Jim Crow, desde mediados hasta finales del siglo XIX.
West ofrece críticas constructivas a todos ellos, realzando su humanidad en un mundo lleno de desafíos y obstáculos. Al principio, King, un eclesiástico de clase media, cuestionaba el imperialismo y la pobreza, e intentaba conectar con la cultura juvenil de su época, pero dejó de hacerlo quizás empujado por la enorme presión que recibía. Frederick, con una vida más larga que King, se integró en el establishment del Partido Republicano de las décadas de 1880 y 1890. Por su parte, el nacionalismo negro de Malcolm tendía hacia la idolatría. Sin embargo, en la característica manera de West, estas críticas se presentan con un profundo amor y respeto por cada uno de estos líderes excepcionales.
El estilo de «Fuego Profético Negro» destaca por la notable amplitud que permite a West ser un exponente destacado de los riffs de jazz. Abre un espacio que invita a los lectores a adentrarse en su propia imaginación académica, creando escenarios en los que Martin Luther King se entrelaza con George Clinton y momentos en los que Martin y Malcolm se hermanan para dar esperanza:
“No, sólo porque las soluciones sean inverosímiles no significa que vendas tu alma por un plato de lentejas. Esa no es la conclusión. No se trata sólo de tener éxito. Se trata fundamentalmente de ser fieles a la lucha por la libertad que nos ha llevado tan lejos”.
Principalmente, West se destaca como un hábil constructor de puentes: entre lo académico y lo popular, lo histórico y lo contemporáneo, lo político y lo espiritual.
Pero West también llama a las cosas por su nombre y denuncia realidades que el juego de prismas de la política y la opinión actual intentan ocultarnos, confundirnos:
«Y es importante hablar del terrorismo estadounidense, porque vivimos en una época en la que, cuando la gente piensa en terrorismo, normalmente piensa en un grupo muy pequeño de hermanos y hermanas islámicos, mientras que, por supuesto, el terrorismo ha sido parte integral de el surgimiento y el sustento del experimento democrático estadounidense, comenzando con los pueblos indígenas y la esclavitud».
Precisamente, King, Malcolm, Ida y las docenas de otros que West nombra en este libro, tanto históricos como contemporáneos, eligieron el camino del profundo amor. En general, se negaron a responder a la violencia y al odio con más violencia y odio. Se enfrentaron a personas y políticas racistas e imperialistas con confianza y coraje. Hoy su legado lo continúan otros muchos.
Marián Cortes Owusu
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