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martes, marzo 19

Memorias de una chica en el limbo

Memorias de una chica en el limbo
La modelo Shakira Marshall en Sundance 2014

Yo soy mujer, hija, hermana, amiga; también soy estudiante, amante de la música, deportista a veces, bailarina en mis tiempos libres y cantante cuando me apetece. Pero en mi DNI solo soy y seré una mujer nacida en España, española, a secas.

El problema es que yo no me considero así y mi sangre demuestra lo contrario, soy hija de una española y un senegalés. Mestiza, biracial, afrodescendiente, mitad senegalesa mitad española, como lo quieras ver. Me duele ver que en un documento, el que me identifica legalmente, sea olvidada mi otra mitad, la que también me ha dado la identidad de quien soy y la que hace que sea Fátima y nadie más.

África, ese continente olvidado para mucha gente, me ha dado la vida, sí, mi vida. Lo peor es que los ojos de un africano yo soy una blanca, “toubab” como me llaman en Senegal, como le explico yo que la mitad de mi familia es africana pero yo nací aquí? No me ven como una de ellos, simplemente como la europea que pasa sus vacaciones para luego volver a su dulce y “rica” vida en España. Eso me duele realmente, porque dentro de mí, siento una unión especial a mí otro país, primer país o segundo país, me da igual, seguirá siendo el mío también.

Me ocurre lo mismo en España, me han dicho tantas cosas sobre mi origen, que si soy adoptada, dominicana, brasileña, marroquí… a veces es frustrante tener que explicar siempre de donde soy para que al final me digan, pero tú naciste en España ¿no? Entonces eres española.

Encasillada en un gentilicio, mientras yo me siento en el limbo de dos continentes, dos culturas que nada tienen que ver, e incluso dos religiones que han rivalizado desde el principio de los tiempos. Creo que no sólo hablo por mi, siento por todos la gente que haya nacido en una familia birracial.

Es triste, estar perdido en el medio de algo y que nadie te comprenda. Y bueno, este ha sido y será mi dilema de por vida, lo que me ha marcado desde que fui consciente de mi propia existencia como persona y lo que jamás entenderé.

 

FátimaFátima KM

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