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jueves, marzo 28

Moño Malo: ¡No!

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Según la Real Academia Española identificamos la palabra Etnia, proveniente del griego Ethnos (Pueblo), como un conjunto de personas o comunidad humana que pertenece a una misma raza. Este conjunto cuenta con afinidades raciales, lingüísticas y culturales entre otras.

Durante siglos en la comunidad latina, afroamericana y afrolatina se ha estigmatizado el uso del pelo rizado, el pelo afro o el pajón, como popularmente se conoce en mi isla RD. Y es que tiempo atrás se buscaba aplacar todo lo que mostrara cierto nivel de negrura o mestizaje. Por aquello del miedo a lo distinto. Si, si, os pongo un ejemplo: ¿Si no lo conozco, para qué acercarme, cuando lo más sencillo es temer? ¿Si no lo conozco, para qué voy a interesarme en permitir a un grupo identificarse entre sí? Mejor hagámosles sentirse al menos…

–Yo los quiero a todos iguales! (murmuraba una sociedad opresora), que hagan lo necesario. Que utilicen productos nocivos para su salud, que alisen su pelo con peines de acero, aunque su piel dañen.

Desde niñas, aproximadamente a los 11 tienes que pasar horas en el secador para tener el pelo alisado. Porque cuando sale tu rizo: ¡es malo! ¡Estás fea! ¡Tienes que peinarte! ¡Tienes que ir al salón! ¿Te pago para que vayas a la peluquería?, son algunos de los comentarios a los que tienes que acostumbrarte.

¿Te has fijado en que tu cabello es el marco de tu rostro? ¿Te has fijado en que tu cabello está al inicio de tu cuerpo en convivencia con tu cabeza? De todas las partes de tu cuerpo, tu pelo simboliza tu fuerza y tu poder.

Por tanto ¿Qué tan fácil es aceptar el mensaje social que dice que las raíces que salen de tu piel no están bien? ¿Realmente es así como quieres sentirte todo el tiempo? ¿Rechazada? ¿Cómo pudimos permitir que una característica que forma parte de nosotras sea invalidada por el resto y/o sea vista como defectuosa?

Es por eso que hace ya unos años, mujeres de todo el mundo decidieron aceptarse.

Sí, aceptarse, al natural, eliminando procesos químicos de alisados abrasivos que lo único que lograban era tapar, esconder y disfrazar, por unos meses, las raíces de un pelo que con el tiempo se volvía débil y triste.

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El resultado de este cambio ha sido: mucho llanto, mucho renacimiento, mucha aceptación, mucho autoconocimiento, pero sobretodo ¡mucha fuerza! Etnia, el descubrimiento y la aceptación de una etnia, sentirte parte de un grupo, el que diem en català «Sentit de Pertinença». Esto es tan importante como el comer o el dormir, porque… ¿Si no pertenecemos qué hacemos? ¿Seremos nómadas sin un hogar, ni un modelo definido? ¡Es genial poder ver en programas de televisión, en prensa, en la radio, ver directivas, con su pelo natural y ondulado! ¿Por qué habría que ponerle puertas al campo, cuando en el mundo hay espacio para todos?

¿Qué hemos conseguido con este movimiento contagioso de autenticidad pelambrera?

Fuerza de ser auténticas, de aceptar que la diferencia nos hace únicos.

La aceptación es un paso más a nuestro propio cielo

Es la posibilidad de sentirnos enter@s, sí enter@s, no somos una pieza o un objeto más, desde el mismo día en que nacimos fuimos, somos y seremos enteros, no nos falta nada, todos y cada uno de nosotros somos suficientes. Este movimiento de aceptación afro, nos permite:

1º Ser, aceptarnos y entendernos a nosotr@s mismos

2º Hacer entender a los demás que nuestros moños, no son malos.

¿Ha visto usted alguna vez a un pelo afro agredir a un pelo liso? ¿Acaso un pelo afro le ha insultado o se ha metido con usted? Son tan poderosas las palabras, son tan poderosos los nombres y los verbos. «Moño malo»: ¡no! Mi pelo es mi pelo, puede llamársele rizo, afro o en espiral, pero nunca malo.

Conozco entidades que no permiten a las mujeres llevar el pelo rizado, por considerarlo informal, poco higiénico, poco profesional” … en fin un largo etcétera cargado de prejuicios.

Cuento con la dicha de formar parte de una organización que no discrimina por el tipo de peinado que quiera mostrar, ya sea rizado o liso, que promueve la inclusión y la aceptación.

Son muchos los factores que han propiciado este cambio, desde amigas que han sido fuente de inspiración, hasta la persona que un día te comenta: «qué bien te ves con tu pelo natural»

¡Un solo gesto de aceptación vale más que cien críticas!

Es por eso que animo a todas las mujeres afro (afrolatinas, afroamericanas, africanas, mestizas) a que acepten y valoren su pelo afro.

–Pues:

¡No hay nada más bonito que una mujer feliz por saberse fiel a sus latidos!

 

Massi Valdez

 

Massi Valdez

Instagram: massimages

3 comentarios

  • Monica Aliaga

    Massie!!!excelente articulo y más orgullosa de haberte conocido personalmente 🙂 a pesar que desconozco como es en República dominicana,conozco amigas que han tenido experiencias negativas allí por su pelo natural y estoy de acuerdo contigo:que viva el Afro!!!Mònica.

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