Publicado originalmente en everyday feminism
http://everydayfeminism.com/2016/11/5-signs-internalized-racism/
Si estamos hablando de endorracismo, me siento mejor hablando como si fuera una cosa de mi pasado, pero voy a ser realista, la verdad es que está muy presente y esto es muy incómodo para mi.
El endorracismo aparece cuando los mensajes de esta sociedad que te dice que vales menos por ser negra se te meten debajo de la piel (sin doble sentido). Este hace que realmente te cuestiones cuanto vales, que creas que los estereotipos sobre tu raza son ciertos, o que tomes ciertas decisiones sobre la base de las creencias de la sociedad acerca de quién se supone que debes ser.
Una puede pensar que vencer el endorracismo es tan simple como conseguir despertar, dándote cuenta de que los estereotipos racistas son mentira, y celebrando tu negritud de aquí en adelante.
Pero es mucho más complicado que eso. Incluso ahora, años después de crecer luchando para amar de mi negritud, incluso mientras me paso gran parte de mi vida profesional escribiendo sobre el racismo y el impacto de la supremacía blanca, todavía no estoy libre del endorracismo.
Sé que está metido en mi muy profundamente porque no siempre soy consciente de ello. Me eché a la espalda y callé muchas cosas en vez de defenderme, y no me di cuenta hasta más tarde que lo hice para evitar ser estereotipada como la mujer negra siempre cabreada.
Creo que si hay un lado positivo de esto es que sé lo suficiente sobre cómo funciona el racismo para darme cuenta a tiempo de cuando empieza a funcionar el que tengo interiorizado. Esto pasa porque estoy viviendo en una sociedad fuertemente influenciado por la supremacía blanca .
Las personas negras estamos poco representadas en los medios de comunicación, y cuando estamos somos presentamos demasiado a menudo en formas estereotipadas. Por lo tanto puede ser muy difícil encontrar una imagen positiva para reconocernos.
Los políticos o los empresarios que dan empleo pueden tomar decisiones basadas en supuestos racistas que simplemente no son verdad y esas decisiones afectan a nuestra vida cotidiana.
Y luego tenemos a los compañeros de trabajo, extraños, incluso amigos y bien intencionado “aliados” que actúan con sus supuestos racistas sobre nosotros. Lo hacen intencionalmente o no, a través de microagresiones o insultos explícitos y al final todo esto cansa.
Sólo tratamos de sobrevivir a todo esto y una puede creer que la forma más fácil de hacerlo es aceptar las formas de las mentiras de la supremacía blanca. No tengo que preocuparme de ser estereotipada como una mujer negra enfadada si no muestro mi ira, ¿verdad?
No exactamente. Esta táctica me podría servir temporalmente en algunas situaciones, pero al final, sólo me aleja de ser mi auténtico yo, que es mi yo más saludable.
Así que por el bien de mi salud permíteme dar un paso fuera de mi zona de confort para compartir algunas de las formas del racismo interiorizado que tengo dentro de mí. Si tu eres una persona negra y también has tenido momentos como estos espero que esto te recuerde que no estás sola y que te mereces sentirte mejor contigo misma.
Estos son algunas de las señales de que estoy luchando con el endorracismo.
1. Me pregunto a mí misma, «¿soy de aquí?»
Es muy común buscar a donde perteneces. Te puedes sentir como en casa entre las personas que comparten tus intereses, valores o cultura, y es agradable encontrar una comunidad donde no te sientes fuera de lugar.
A lo largo de mi vida, he estado en muchas situaciones en las que yo era la única persona negra o una de las pocas personas no blancas en la habitación. Y mientras eso no significa automáticamente que estoy en un lugar al que no pertenezco, hay momentos en que la blancura de una habitación me hace preguntarme si se supone que debo estar allí.
A veces no es el mejor lugar para mí. Si no es un espacio inclusivo y no me siento bienvenida está bien que me vaya.
Pero podría ser una señal de racismo interiorizado si siento que no pertenezco a ese lugar porque pienso que soy peor o valgo menos.
Por ejemplo, cuando empecé a leer mi poesía en público, escuchar a otros leer su trabajo delante de mí me hizo puso muy nerviosa. En muchas lecturas los asistentes eran sobre todo blancos (ya menudo en su mayoría hombres y heterosexuales) y mi poesía de chica negra queer no se parecía nada a la de ellos.
Para sentir que pertenecía a ese espacio tenía que darme cuenta de que me estaba juzgando a mí misma por las normas de otros. Y que no era malo que mi poesía no pareciese escrita por un hombre blanco hetero, ya que yo no lo soy.
Nos podemos encontrar en espacios dominados por los blancos, pero eso no quiere decir que sólo deben ser para los blancos. Si estás haciendo algo que te enriquece, como la la lectura de poesía hace por mí, entonces te mereces estar allí, o si no crea otro espacio que se centre en las personas negras.
Todavía a veces me pregunto si soy “suficientemente buena” para perseguir mi pasión poética. Desaprender el racismo interiorizado es un proceso continuo de recordarme que merezco vivir mi vida al máximo, tanto como cualquier otra persona.
2. Tengo miedo de estar «demasiado enfadada»
Cada vez que pienso que he dejado atrás el estereotipo de la mujer negra enfadada, me encuentro con que quiero evitarlo incluso en las situaciones más exasperantes y me doy cuenta que todavía lo tengo muy asimilado.
¿Estoy exagerando? ¿Estoy siendo demasiado sensible ? Si todo el mundo se está riendo en ese broma ¿voy a ser la aguafiestas que señala que es racista?
Este es un ejemplo de cómo los estereotipos racistas condicionan nuestra conducta. Desde el momento en que somos niños nos enteramos de que nuestras emociones nos pueden meter en problemas porque se perciben como fuera de control y peligrosas.
Es desalentador darse cuenta de que no hace falta que otras perdonas manifiesten sus prejuicios para que yo controle mi comportamiento. Yo misma me juzgo un montón por mi cuenta. Pero evitar mi enfado no me sirve de nada. Si estoy hablando con alguien que ya tiene el prejuicio para estereotiparme como “demasiado furiosa” lo va a hacer de cualquier modo, no importa lo que haga.
Esto puede parecer desalentador, pero en lugar de sentirme derrotada, estoy tratando de conectar con la forma en que esto me da poder. Porque el hecho es que debido a la supremacía blanca yo no tengo la culpa y que seguirán viéndome así incluso si soy tan amable como pueda.
Así que en lugar de castigarme a mí misma por la supremacía blanca al mantener mis emociones bajo control, reconozco que mis emociones me cuidan.
¿Una broma racista? Me da rabia porque significa la normalización del racismo, y que merecen algo mejor.
Me alegro de que mi furia se presente para recordármelo.
3. Me pregunto si parezco «Demasiado Negra»
Pero es esto de vivir en una sociedad que trata el ser blanco como el valor por defecto, como preferible, como la forma “normal” de ser. En muchas situaciones, cuanto más nos alejamos de la blancura, más estamos en riesgo de ser juzgados como extraños o incluso peligrosos.
No es casualidad que uno de los sitios donde más he pensado eso de “demasiado Negra” es en los entornos profesionales. Algunas de las mismas cosas que más me gusta de mi tono de piel,al igual que mi pelo afro, muchas veces se consideran poco profesionales .
Pero una cosa es jugar el juego corporativo, bajar el tono de la lengua vernácula negra y poner mi “voz de dependienta” cuando soy consciente de que estoy haciendo lo que tengo que hacer para tener éxito en un sistema construido sobre la supremacía blanca.
Es un asunto diferente a si estoy comprando el mensaje de que tengo que aspirar a la blancura con el fin de valer más. Y si yo me pregunto si parezco “demasiado Negra”, hay muchas posibilidades de que eso es lo que está pasando.
Es una manera de darle la vuelta al guión: Puedo preguntarme si los que me rodean pueden ajustarse a mi negritud y la pueden llevar con normalidad. Si las personas que me rodean no pueden manejar lo que realmente soy, entonces es culpa de ellos, no mía.
Puedo jugar su pequeño juego cuando es lo que tengo que hacer para salir adelante, pero tengo que recordar que las cosas que la sociedad dice que parecen “demasiado negras” son cosas maravillosas, por lo que yo no concedo nada a la supremacía blanca ni a su narrativa.
4. Me preocupa no parecer los «suficientemente negra»
Si la preocupación de parecer “demasiado negra” es un signo de racismo interiorizado, hacer justo lo contrario debe ser bueno ¿verdad?
No necesariamente. Creyendo que no pareces “suficientemente negra” significa interiorizar la idea de que hay una manera “correcta” de ser negro y esa idea proviene de la supremacía blanca .
Piensa en esto: Mientras que las personas negras están etiquetados como “étnicas” y encajonadas en una idea estrecha de lo que significa ser un miembro de nuestra raza, los blancos se consideran “sólo blancos”, como si nada definiera su origen étnico.
Así que los blancos llegar a tener una gran diversidad de experiencias. Están en películas como héroes, villanos, y todos los demás, mientras que las personas de negras a menudo se proyectan con estereotipos unidimensionales. Los blancos pueden expresarse y ser vistos como individuos únicos, mientras que las personas negras son vistos como representantes de toda nuestra raza.
Esto se ve especialmente cuando cualidades que son vistas como “positivas” son consideradasinusuales para nuestra raza. Por ejemplo, las mismas personas que piensan que soy una mujer “blanca” cuando hablan conmigo por teléfono suelen decir algo así como “eres tan elocuente” cuando se dan cuenta de que soy negra y estoy hablando el idioma correctamente.
Entonces me pregunto si parezco “lo suficientemente negra”que es lo mismo que preguntarse si encajo en un estereotipo. Pero ninguno de nosotros somos estereotipos unidimensionales. Somos todos seres humanos únicos. La humanidad no pertenece a los blancos.
Dado que los negros no son un monolito, mi existencia ya es parte de la definición de la negritud. No hay nada que pueda hacer para no ser “suficientemente negra” , pero hay mucho que puedo hacer para probar que las ideas estrechas de la gente acerca de que la negritud de mi piel condiciona mi forma de ser son sólo prejuicios racistas.
5. Creo que lo que digo no es importante debido a cómo lo digo
En estos días estoy optando por no participar en debates sobre temas como el racismo por mi propia salud .
Esto podría tener sentido, teniendo en cuenta que la “racionalidad” se utiliza comúnmente para juzgar si alguien es o no creíble. Sin embargo, un examen de esto un poco más a fondo revela cierto racismo sutil.
Al juzgarme a mí misma de esta manera me estoy censurando. Caigo en la idea de que alguien que se comporta con calma es automáticamente racional y objetivo , mientras que una reacción emocional revela prejuicios y falta de razones.
Los hombres blancos hacen whitesplain y mansplain con cosas de las que ni siquiera tienen experiencia, como el racismo y el machismo. Porque cuando la objetividad se juzga sobre la base de ser “tranquilo” entonces por supuesto que los hombres blancos que ni siquiera están afectados por estos problemas siempre son los ganadores. No suben el tono porque no les afecta.
Tengo una vida de experiencias de primera mano con el racismo, así como años de educación sobre el mismo. Pero a veces, eso es aún insuficiente para darme la confianza de que mi voz será aceptada como “creíble”.
En su ensayo en el que explica su experiencia como única estudiante negra en su programa de la universidad, Salina Mahoney describe cómo el endorracismo nos hace pensar en términos de diferenciamos de los blancos (suficientemente negro), al mismo tiempo que nos mete en la cabeza la idea de que soy menos competentes que algunos blancos porque no nos expresamos como lo hacen ellos (demasiado negro).
¿Cómo puedo olvidar esta lección tóxica cuando está tan profundamente arraigada en nuestra vida cotidiana?
Esto es un comienzo: puedo normalizar mi propia auto-expresión en lugar de dar prioridad a las voces masculinas blancas como norma.
Es perfectamente normalestar molesto por el racismo. ¿Qué pasa con los chicos que están tan desconectados de la realidad del racismo que puedan hablar sin sentir ninguna emoción, ninguna ira?
Por supuesto, hay muchos más signos de racismo interiorizado que los que he nombrado. Mi objetivo no es señalarlos todos, si no señalar que a veces puede aparecer en formas que no esperamos o conocemos.
Tampoco es mi objetivo estar 100% libre de endorracismo, sólo quiero conocerme a mí misma si lo encuentro arrastrándose dentro de mi otra vez. En su lugar, me gustaría estar preparada para ser amable conmigo mismo cuando lo haga, y para redirigir ese mal estar y convertirlo en FURIA contra el maldito sistema de supremacía blanca que me hace sentir de esta manera.
Así que la ira y la furia, esas emociones que a veces me hacen sentir menos valiosa como persona, son parte de mi curación del endorracismo.
¿Qué partes de ti misma vas a abrazar a medida que te curas?
Maisha Z. Johnson es responsable de contenido digital y Redactor de Everyday Feminism. Puede encontrar sus textos sobre en las intersecciones y sobre su obsesión con la cultura pop en la web. A través de su propio proyecto, Inkblot Arts , Maisha se nutre de las artes creativas y medios digitales para amplificar las voces de los que a menudo son silenciados. Síguela en Facebook o en Twitter @mzjwords .
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