Confesiones de una «pelo malo»
Que alguien se burle de tu pelo no es lo peor que puede pasarte, es solo el comienzo del enfrentamiento con la realidad y eso precisamente es el primer paso para que te des cuenta que eres diferente y que por mucho que quieras, para bien o para mal, las personas a tu alrededor notarán tu presencia.
Nací con el pelo crespo, malo, ñongo, como quieran llamarlo; de niña mi mamá me hacia trenzas y cuanto moño me saliera, ambas sufríamos al desenredarlo, debíamos levantarnos temprano todos los días, sacar el tiempo para lavarlo y el tan sufrido momento de la desenredada, porque además que este tipo de cabello es rebelde, tengo demasiado.
Mi época de colegio fue la peor de mi vida, las constantes burlas de mis compañeros me hacían sufrir mucho, era triste llegar todos los días a clases y es...


















