Tú, yo, los otros
En España hablar de racismo es poner la vista en Estados Unidos y señalar los actos racistas que ocurren allí, como si fuese el único lugar donde suceden, pero no escandalizarse cuando en tu país queman día si y día también las viviendas de los temporeros en Huelva, cuando mueren personas en la Frontera Sur buscando una vida mejor o se ignoran las muertes en “extrañas circunstancias” dentro de CIES y centros tuteados de menores.
España no es racista dicen, mientras callan nuestras voces que gritan las experiencias de un racismo sistemático e institucional que se aprende desde la cuna, que tan pronto como entras a la escuela ya te señalan y aprendes que ser diferente es algo malo. Muchos justificarán que la pareja a la que tres adolescentes maleducadas han agredido de manera racista en l...




















