
Mientras se escriben estas líneas, las mesas se están poniendo y las ciudades compiten por ver quién tiene el alumbrado más espectacular. Pero desde Afroféminas no podemos ni queremos mirar hacia otro lado. Esta noche, la realidad en el Estado español está partida en dos, la de quienes brindan al calor de un hogar y la de quienes han sido condenados a la intemperie.
En Badalona, la Navidad se ha topado con un muro.
Un muro levantado por el gobierno municipal de Xavier García Albiol, que ha decidido que 400 personas migrantes merecen ser abandonadas a su suerte, sin techo ni recursos, en pleno invierno. Han decidido borrar a estas personas de la “postal navideña” porque sus cuerpos, negros y racializados, no encajan en su modelo de ciudad escaparate.
Resulta insoportable la hipocresía de una sociedad que se dispone a celebrar el nacimiento de un niño migrante y refugiado de Oriente Medio mientras sus instituciones cierran la puerta a quienes viven esa misma realidad hoy.
Llamemos por su nombre a lo que está ocurriendo en Badalona. Es racismo institucional planificado. Es la decisión política consciente de trazar una línea entre quien tiene derecho a una vida digna y quien es considerado un “problema” administrativo que barrer de las calles.
Las políticas de Albiol lanzan un mensaje claro y aterrador. Hay vidas que importan y vidas desechables. Y ante eso, nuestra comunidad no puede responder con silencio.

Nosotras no apelamos a la “magia de la Navidad” ni a la caridad estacional que limpia conciencias blancas entre turrón y turrón. Exigimos derechos.
La imagen que queremos reivindicar hoy es la de la resistencia. No somos víctimas pasivas de sus decretos. Somos el megáfono que denuncia. Somos las que volamos por encima de sus burocracias excluyentes para recordarles que no nos vamos a ir. Estamos aquí, formamos parte del tejido de esta sociedad y vamos a defender a nuestra gente.
El racismo intenta deshumanizarnos, dejarnos aisladas. Nuestra respuesta colectiva es el cuidado radical. Es organizarnos, señalar a los responsables políticos y no permitir que normalicen la barbarie.
A nuestra comunidad y aliadxs os decimos que esta noche celebréis. El disfrute de las personas racializadas, de los humildes e inconformistas también es un acto político de resistencia en un sistema que nos quiere tristes, asustadas o serviles.
Os deseamos una Navidad cimarrona y consciente. Cuidaos, abrazad a los vuestros y recargad fuerzas. La esperanza no es esperar a que las instituciones cambien por voluntad propia. La esperanza somos nosotras forzando ese cambio.
En Badalona hace frío, pero nosotras mantenemos el fuego encendido.
Seguimos.
Afroféminas

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