Venía de proponer sin éxito que una amiga afroargentina narrara en el aula de mi hija Evangelina, de seis años, el cuento «La Negrita y la maletita», un texto precioso de la afrocolombiana Andrea Fajardo contra el racismo y la discriminación. Otros madres y padres habían relatado los suyos y pensé que podía ser un buen aporte de mi parte.«Trabajamos la diversidad pero sin apuntar a ninguna cultura en particular», me dijo amorosamente la vicedirectora. Acepté. Si el foco ya está puesto en la diversidad desde primer grado, todo va sobre rieles, pensé.
Horas después, la realidad se encargó de poner todo en otro lugar. Al volver a casa del trabajo, ayudé a Eva con la tarea y grande fue mi sorpresa cuando descubrí que habían hecho un ejercicio sobre la diversidad y las distintas culturas y justamente faltaban los negros entre los dibujitos. Repasé las viñetas una decena de veces porque no lo podía creer (hagan el ejercicio conmigo, lo adjunté a esta nota. No están). En un arrebato de furia, se me ocurrió escribir a un costado con lapiz: ¿Y los negros? pero me detuve. No era el espacio indicado.
La cabeza me llevó a una de mis primeras notas como periodista. En Lomas de Zamora, donde nací, para la época de fiestas vendían un pesebre en el que el Rey Baltasar era amarillo. Hice tanto escándalo desde el diario en el que escribía que retiraron la partida de ‘Baltasares falsos’ del comercio. Pasaron más de 20 años, las maneras tienen otras formas pero muchas cosas no cambiaron, reflexioné.
Con el nacimiento de mi hija aprendí a no callarme. Así que, al día siguiente, volví a la carga con la vicedirectora. Me acerqué también amorosamente y le comenté lo del ejercicio. «Faltan los negros, tan importantes para la historia argentina. Ya pasó ahora pero tal vez les sirva el comentario para los primeros grados que vendrán», compartí. Me escuchó atenta aunque con la mirada algo perdida, como quien no termina de entender.
En Buenos Aires, cuando denosto el racismo, interpreto en algunas miradas algo así como «esta mujer otra vez con este tema…» Sí, otra vez. Hasta el final de mis días.
Valeria López
Mamá de Evangelina. Periodista y productora de TV. Creadora de los blogs Mamás Solteras Actívense y Mamá Ultimo Momento. Escribe «El Diario de Eva» en el sitio digital tn.com.ar
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