Un grupo de mujeres negras de Nueva York ha puesto en marcha un proyecto de sanación y autoconocimiento. El feminismo hecho práctica y acción para mejorar nuestras vidas.
La Botica de Harriet es un refugio con sede en Brooklyn para personas negras, personas racializadas y aliadas, comprometido con formas de curación que contrarrestan el impacto de la opresión. Convierten las antiguas tradiciones en medicina y bienestar en un camino hacia la liberación.
Adaku Utah es la fundadora de este colectivo, que se inspiró en la visión de la activista negra Harriet Tubman. Ella define su actividad como una continuación de la lucha de Tubman por defender la dignidad de las personas oprimidas.
En su Web se definen como un grupo intergeneracional y curativo dirigido por la brillantez y la sabiduría de las Mujeres Cis Negras, curanderas Queer y Trans, artistas, profesionales de la salud, magos, activistas y ancestros. Y además dicen estar comprometidas en crear espacios accesibles, asequibles, liberales, para todo el cuerpo, para todos los géneros, para las comunidades que reconocen, inspiran y profundizan la sabiduría de la curación, de las personas que se identifican como negras, indígenas y racializadas y para los aliados que nos aman.
Estas mujeres, que aquí algunas llamarían despectivamente curanderas, van más allá de la palabrería del «selfcare», explorando los vínculos entre la sanación, la espiritualidad, el activismo y la autodeterminación mediante las medicinas y curas tradicionales, la reconexión con las prácticas de sus antepasados y la eliminación de los efectos de la opresión institucional, interpersonal e internalizada. Es todo un ejercicio de liberación con mayúsculas.
Durante sus talleres y sesiones curativas, este grupo de mujeres negras ofrece reiki, herboristería basada en las artes, elaboración de medicamentos a base de plantas, masaje de yoga tailandés, terapia con aceites esenciales, curación con sonidos indígenas, movimientos corporales, trabajo corporal, cuidado del cabello o adivinaciones espirituales. Sesiones de asesoramiento de igual a igual, meditación guiada y talleres de justicia de sanación que se pueden pagar con el móvil. La Botica de Harriet es una respuesta a la violencia, los espacios que crea están enfocados contra el trauma, arraigados en prácticas antiopresivas y afirmativas de todos los géneros y tipos de cuerpo.
En una sociedad que constantemente vende soluciones rápidas a las mujeres, estas sanadoras se comprometen a cuidarse a sí mismas como una especie de resistencia generacional y política. El dolor que existe en las comunidades marginadas se traduce en una curación revolucionaria para ellos y para sus comunidades.
Os recomendamos que visitéis su Web y su Instagram. Son una mujeres inspiradoras que te recomiendo conocer.
Elvira Swartch Lorenzo
Colaboradora habitual en Afroféminas. He trabajado de todo. Hija de migrantes afrocolombianos.
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