Quizás me acusen de aburrida y de tener poco sentido del humor, pero los chistes sobre la piel negra son ofensivos, al igual que los chistes sobre violaciones, sobre razas, sobre gente gorda, etc.
Hay quien dice que las que nos ofendemos por esto es porqué en realidad tenemos un complejo por tener la piel negra. Dicen que nosotras tenemos interiorizado que la piel negra es defectuosa. Básicamente nos dicen que el problema lo tenemos nosotras. Pero se equivocan.
Yo creo que las bromas sobre la piel negra son opresivas y ofensivas, no porque crea que mi piel negra es un defecto, sino porque la sociedad es injusta con la gente de tez oscura, porque la sociedad es la que dice que la piel oscura es un defecto y luego hace chistes al respecto. Estas bromas hacen aceptable burlarse de un cierto color de piel y por lo tanto devalúan mi identidad.
Cuando alguien hace bromas sobre la piel negra nos está diciendo que está bien burlarse del cuerpo de alguien, está explotando cómo la piel negra es percibida por la sociedad y perpetua esta percepción obstaculizando cualquier cambio.
Cuando para justificar este tipo de bromas se alude a que si fuera al revés (es decir, que se hicieran chistes sobre la piel blanca) no se ofenderían, se olvidan de que los chistes sobre la blanquitud prácticamente no existen. Lo blanco es considerado lo «normal» y por lo tanto, no es objeto de burla.
El problema con los chistes o bromas sobre la piel negra es que envían mensajes y etiquetan la piel negra como fea y poco atractiva. Con lo cual es evidente que son un intento de avergonzar aún más a la gente de piel negra.
Hay personas que piensan que ser de piel negra es una deficiencia o que es algo de lo que avergonzarse. Y esas son las personas que cuentan esos chistes.
Esto no es humor. Es un acto de humillación a otros y tiene su razón de ser en la idea, socialmente extendida, de que la piel negra es algo negativo. Par esta sociedad ser negro es algo malo, al menos peor que ser blanco.
Me han dicho muchas veces que no debería estar hablando de algo tan menor como el tema de los chistes y bromas sobre el color de piel cuando hay problemas reales y mucho más duros en referencia al racismo.
Nunca entendí la idea de comparar un problema con otro. No puede resolverse un problema contra otro. Vivimos en un mundo donde hay muchísimos problemas de diferente índole y los más violentos o graves no anulan los demás. Decir que un problema no es realmente un problema porque no nos afecta es negar nuestro privilegio.
Yo seguiré encontrando estos chistes sobre la piel negra muy ofensivos. No voy a reírme. No voy a ceder. No voy a tener sentido del humor para esas bromas.
Elvira Swartch Lorenzo
Colaboradora habitual en Afroféminas. He trabajado de todo. Hija de migrantes afrocolombianos.
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Sin ninguna duda, mujer maravillosa, lo bello y lo feo están en el indefinible terreno de la subjetividad. Entiendo que ese no es propiamente el tema de tu artículo, pero por ahí podríamos empezar.
Los chistes que muchas personas acostumbran a hacer –incluso los especialistas en humor– generalmente acuden a la exageración, ridiculización y caricaturización de los defectos físicos de las personas. Es así como desde tiempos lejanos, la sociedad occidental fue construyendo unos paradigmas de «lo ideal» y lo «imperfecto». Y allí juega un papel muy importante las religiones, por ejemplo.
Si le damos una mirada a la historia de los últimos 500 años, vemos cómo la palabra «descubrimiento» ha sido utilizada de manera forzada e imprecisa. «Los blancos» de la sociedad occidental, con su mirada algo corta, han dado por hecho que aquellos lugares a los que «ellos» nunca habían ido ¡simplemente no existían! Por eso se proclamaron «descubridores» de América, de Groenlandia, de Australia (Oceanía). Por ahí vamos….
En este mismo sentido –y dueños de una obsesión ególatra sin límite– nos hicieron creer a todos los demás humanos de la tierra (los que les creyeran eso) que sólo el «blanco» era el color perfecto, ideal y sin mancha. Y que sólo ellos y «su color» merecían la admiración y estaban libres de toda fealdad. ¡Pero nunca hubo un engaño de tan grandes proporciones!
Por eso, entonces, no hay chistes sobre blancos (o quizás no los conocemos y sí los haya). Han sido más de dos mil años de imposición de las creencias occidentales sobre el resto de la humanidad las que nos han dominado la manera de pensar y de mirarnos a nosotros mismos. Pero esto es también una decisión de cada persona. Tú estás en la plena libertad de disfrutar el maravilloso color de tu piel y toda la magia infinita que anima a tu cuerpo. Tú eres tan hermosa como quieras pensar que eres. Tener la piel oscura puede convertirse en la más hermosa posibilidad de admirarte a ti misma.
Tendrían que pasar otros mil años, quizás, para que una creencia de auto-perfección instaurada hace más de dos mil años sea modificada. Que muchos «blancos» aprendan a admirar, valorar y amar la maravillosa diversidad que nos permite reconocernos en las diferencias, tomará su tiempo. Pero mientras tanto, tú puedes comprender que los chistes contra la piel oscura no son más que esa forma de ignorancia que ha hecho que se atrevan a creer que descubrieron un lugar cuando ese lugar existía desde miles de años atrás. Y además estaba habitado.
Los chistes contra tu color de piel son el resultado de que los que se creen perfectos quieren hacerte creer a ti que eres imperfecta, por lo menos en cuanto a la piel. ¡Es obvio que no deberían existir tales chistes! Pero tampoco debería existir esa forma de pensar que les hace creer a unos que son superiores a otros. Pero mientras eso cambia, insisto, tú estás en la obligación de reconocerte a ti misma como una mujer hermosa que tiene un color de piel infinitamente bello. Cuando estés segura de eso, ya poco te importarán los chistes que pretenden dañarte, pues en ese momento sabrás que los defectuosos son ellos.