Una conocida me pregunta; que le pongo en la piel a mi pequeña para que sea brillosa? Paso a responderle que nada, su piel es así naturalmente. Le comento que su papá es moreno y que también tiene su piel brillosa. Y… con firmeza me responde que la niña no es morena, que es trigueña!!!
Pues como madre de niñas afro indígenas debo confesar que estos comentarios traen preguntas, ya que muchos y muchas en Argentina recaen en utilizar este término. La pregunta es ¿por qué?
Antiguamente, se colocaba en el DNI el «color» de la persona, y Trigueño era una categoría racial. Ahora bien… ¿es realmente el color del trigo algo que nos identifica? ¿El color del trigo europeo como categoría visibiliza la presencia negra o la blanquea?
Las lógicas coloniales nos ponen de frente a la unificación de las diversidades que somos y que tienen nuestras raíces. ¿Acaso la identidad no es un derecho?
La percepción de trigueña implica sentir que la negritud que traes está camino a ser blanca, que tu piel brilla y por ello pronto será blanca. Además… socialmente es un término válido, como ser zambo, o criollo. Estas clasificaciones nos asignan un grado de negrura, un grado de indigeneidad y son categorías coloniales que nos expropian nuestra identidad según los rasgos y el color que tengamos.
El proceder del sistema de castas se organiza en función del porcentaje de sangre blanca que tienen los afectados por este método clasificatorio. Ya que se aplica para enraizar los privilegios que amparan la pureza racial, dejando de lado el valor y aportes de las comunidades negras e indígenas. Estas categorías o castas implican el lugar que «tenemos» que ocupar según la mezcla racial en que devenimos, pues…
¿Acaso ser negra implica ser «color» azabache o «color» marrón?
Este colorismo «trigueño» viene a reactualizar el sistema de castas que sigue operando sobre la negritud para el blanqueamiento social.
Mi pequeña África de tan solo 3 años, me pregunta porque nos hacen daño a la gente «marrón», y le respondo que su sangre es fuerte como su historia. Ella hoy se pronuncia como afro argentina, el lugar que decidimos ocupar debe ser reconocido y válido.
Ada Juncos
Estudiante de Antropologia Social – Activista en la recuperación de saberes Afro Originarios
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