miércoles, diciembre 4

Racismo en BlaBlaCar


En la tranquila ciudad de Lugo, Fatimetu, una joven de origen saharaui, tenía que organizr un viaje a su madre para cuidar a un niño cuya madre necesitaba una operación urgente.

Para facilitar el viaje de su madre a Ourense, donde se encontraba la familia del bebé, Fatimetu decidió utilizar BlaBlaCar, una plataforma de viajes compartidos que había sido muy útil para ella en el pasado. Después de reservar el viaje, BlaBlaCar le proporcionó los datos del conductor, un hombre llamado Javier. Fátima se puso en contacto con él por escrito, explicándole que la reserva era para su madre y no para ella. Pagó por adelantado el viaje para evitar cualquier inconveniente.

El coche había quedado a las 16:20 en el punto de recogida. Fatimetu mandó un audio al conductor diciéndole que su madre ya estaba en el punto acordado. Sin embargo, Javier le respondió que no la veía. Fatimetu entonces le explicó que su madre llevaba la melfa, la prenda tradicional saharaui que envuelve a las mujeres. Al ver que la mujer que tenía que llevar era árabe y vestía la melfa, Javier se negó rotundamente a que subiera a su coche, alegando que «esa gente» no subía en su vehículo.



Fátima intentó por todos los medios hacerle comprender que su madre tenía que coger ese coche, ya que la esperaban en Ourense para cuidar del bebé. Sin embargo, el conductor, ofuscado por su racismo e islamofobia, no atendía a razones. La respuestas groseras, racistas y están grabadas. A pesar de sus esfuerzos, la madre de Fatimetu tuvo que irse en autobús, mientras el conductor se marchaba sin ningún problema.

Indignada y preocupada, Fatimetu intentó poner una queja en BlaBlaCar. Sin embargo, se encontró con que la compañía, a pesar de tener enormes beneficios, pone muchas dificultades para denunciar un caso de discriminación racista. A pesar de tener medios telemáticos claros para las denuncias de violencia sexual, al acceder para denunciar casos de discriminación no aparecían los temas raciales o religiosos en ninguna parte. Las opciones obligatorias que proporciona la compañía para rellenar la queja solo se refieren al contenido de redes, no a lo que sucede en los coches. Casos como este, donde se niega el acceso a una pasajera, parecían no tener cabida en el sistema de quejas de BlaBlaCar.

Desesperada, Fatimetu se puso en contacto con nosotras. Ya hemos puesto en contacto a nuestro equipo jurídico con Fatimetu y estamos asesorándola. El primer paso era la denuncia pública y señalar las deficiencias del sistema de la compañía BlaBlaCar, que permite que personajes de esta calaña campen a sus anchas utilizando su plataforma. Nuestro equipo jurídio estamos preparando una reclamación a BlaBlaCar como paso previo a acudir otras intstituciones.

Aunque esta práctica no está prohibida por las normas de Blablacar, y de hecho, según los estatutos del sitio de viajes compartidos, un conductor puede negarse a llevar a un pasajero si su aspecto le molesta, esta norma tan poco específica podría chocar con las leyes antidiscriminación de España y la Unión Europea.

La situación no solo subrayaba la necesidad de una intervención legal para el tema concreto y para hacer cambiar la política de la compañía de viajes compartidos, sino también la importancia de una mayor concienciación y educación sobre la diversidad y la inclusión. Necesitamos tu ayuda para seguir ayudando a gente com Fatimetu. Puedes colaborar en nuetro GofundMe:



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