En septiembre de 2021 salió a la luz un episodio de racismo en el Colégio Vitória Régia, ubicado en el barrio de Cabula, en Salvador de Bahia Brasil. Una profesora de Historia denunció que estudiantes de 1er año de secundaria se negaron a utilizar un libro, el cual sería aplicado para participar en un concurso escolar que también funcionaría como una actividad extracurricular, debido al tema abordado: el sufrimiento de los negros.
La obra en cuestión fue “Olhos D’Água”, escrita por Conceição Evaristo, que aborda la experiencia de la población afrobrasileña, abordando temas como la pobreza y la violencia urbana que la afectan. Ante las discusiones lideradas por el autor, los estudiantes se negaron a trabajar con el libro, alegando que la publicación de 2014 habría despertado “desencadenantes” y afirmaron: “no vamos a lidiar con un dolor que no es nuestro”.
El caso cobró aún más peso cuando los responsables de los alumnos comenzaron a culpar a la profesora Daniela Torres de elegir la obra y señalaron su supuesta “identificación” con el libro por ser una mujer negra. La obra, sin embargo, no fue recomendada por la educadora, sino que formaba parte de una lista de libros necesarios para participar en el concurso en el que estaba inscrita la institución educativa.
Pronto, la dirección de la escuela comenzó a recibir preguntas relacionadas con el vocabulario adoptado en el libro y el tema en evidencia, la violencia contra las mujeres negras. Blanco de críticas, la obra recibió el mayor galardón de la literatura brasileña, el Premio Jabuti, en 2015, en la categoría de cuentos y crónicas.
Respondiendo a las quejas de “incomodidad” de padres y alumnos con el idioma de “Olhos D’Água”, la institución suspendió a la profesora de la clase, pidió disculpas y presentó sugerencias de “racismo inverso” en un intento de justificar la culpa de la maestra.
Con la repercusión del caso en la prensa, en su momento, Daniela fue apartada de sus funciones y, posteriormente, despedida. Según ella, la mantuvieron en el centro para torturarla psicológicamente. A partir de entonces, su experiencia en el ámbito escolar se volvió cruel, hasta que la despidieron definitivamente.
En entrevista con el Portal Umbu, la docente habla de los momentos difíciles que atravesó desde el episodio y sus consecuencias, ya que su nombre fue vinculado al caso al instante. “Desde entonces intenté estar en otros colegios, porque también me despidieron del otro colegio en el que daba clases, que era el Salesiano. Incluso me llamaron instituciones educativas que no me reconocían en LinkedIn, en mi CV, pero encontraron otras excusas para desechar mi candidatura”.
“Tuve una entrevista en una escuela y el coordinador me llamó y me dijo que aún no era el momento. En la última escuela en la que me entrevisté, realmente logré buenos avances en el proceso. Pasé por varias etapas y, cuando ya estaba casi lista para contratar, me llamaron y me dijeron que el colegio no contrata docentes que tengan muchos seguidores en Instagram”, informó la docente.
“Es curioso que sólo se dieron cuenta de esto cuando me pidieron que les enviara mi tarjeta de trabajo en PDF. Sólo descubrieron esto más tarde, ¿verdad? Fue muy gracioso que solo pudieran ver a mis seguidores después de ver mis relaciones laborales”, reflexiona. Daniela Torres afirma que habló con el abogado que la representa, quien indicó que los criterios presentados deberían incluirse en los requisitos de vacancia.
El caso contra el colegio, abierto con el apoyo del sindicato de docentes para investigarlo, estuvo motivado por la discriminación y el racismo que sufrió la educadora y aún continúa en trámite. En la última audiencia, que se llevó a cabo el 25 de septiembre de este año, la docente fue consultada por amigos si quería continuar con el proceso, debido a las diversas complicaciones que venía enfrentando.
“Algunos amigos me preguntaron si estaba segura, si quería seguir con el proceso, si realmente iba a hablar con la prensa y si quería que saliera mi nombre. Me interrogaron porque tienen miedo de que pierda el trabajo que tengo hoy, ya que no conseguiré otros trabajos. ¿Pero lo sabes? Los negros siempre tendrán miedo, pero eso no significa que eso nos impedirá luchar con miedo. Es parte de todo el proceso. Voy a llorar varias veces, pero no voy a llorar débilmente, voy a llorar porque voy a sangrar y, cuando sangramos, fluye. Cuando la sangre no fluye, fluye en lágrimas”, explica la docente.
Según Torres, quien trabaja en educación desde hace más de 20 años, la institución educativa adoptó una postura que perjudicó su carrera, pues su imagen se vio empañada al ser asociada a la situación como “intrascendente, ridícula y problemática”. La docente denuncia que es perseguida por el colegio donde ocurrió el episodio y que la misma institución intimida a posibles testigos del proceso. Pese a todo, ella reafirma su lucha.
“Tengo una hija de 7 años, tiene un trastorno del espectro autista y enfrentará muchas luchas por delante porque la gente le dirá que no puede estar en un espacio determinado y que no podrá hacer nada. ciertas cosas porque es autista. Quiero que ella mire hacia atrás y luche, porque se dará cuenta de que yo luché por mi causa y ella necesita luchar por la suya”, dice la educadora.
Daniela continúa diciendo: “Sé que, en algún momento, el aula ya no será para mí, porque vivo en un país racista. Sé que tal vez no encuentre ninguna escuela donde trabajar porque el país es racista. Quiero que mis amigos maestros sepan que alguien luchó un día y que, aunque parezca que estoy perdiendo, estoy ganando, luchando por la causa”.
“Mi madre siempre dice que hay una cosa que los pobres deben tener y que es dignidad. Creo que no luchar es pasar por encima de mi propia dignidad, a pesar del miedo que es constante, estoy preparada para luchar”.
REPERCUSIÓN DEL CASO
El caso de la profesora cobró repercusión en 2021 y fue señalado como discriminación y desprecio por la literatura de autores negros en Brasil por expertos. Para la profesora Aline Arruda, doctora en literatura brasileña por la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), las críticas hechas por algunos padres al libro resaltan el racismo estructural, y no hay otras razones para el despido de la profesora.
El investigador señaló, en una entrevista con el diario Estado de Minas, en noviembre de 2021, que la presencia de autores negros todavía causa malestar a algunos grupos de la sociedad brasileña. Para ella, incluso con la importancia y relevancia nacional de la obra de Conceição, algunos padres se sintieron autorizados a descalificar la publicación.
Aline destaca que la docente cuenta con el apoyo de la Ley 10.639, de 2003, complementada por la Ley 11.645, de 2008, que prevé la enseñanza de contenidos relacionados con la historia de África y la cultura afrobrasileña en las escuelas.
Según el investigador, estudioso de la obra de Conceição, el episodio de Salvador aclara situaciones que los autores negros aún enfrentan en el país, viendo prohibida la literatura negra. “Evidentemente el racismo estructural es la verdadera razón de la restricción y no el argumento de que las historias serían ‘inapropiadas para el grupo de edad’. Sabemos que un adolescente puede y debe afrontar el problema de la violencia, tan presente en el país en el que vivimos”, comenta Aline.
Colégio Vitória Régia afirmó, en una nota, que “el estímulo constante a los estudiantes en reflexiones y acciones sobre las diferencias de pensamiento, combatiendo los prejuicios y la apreciación humana”, es parte del ADN de la institución, que, según el comunicado, “valora siempre a través de la ética , comunicación clara y objetiva, estando siempre abiertos al diálogo con estudiantes, familias, profesores y empleados en general”. Sin embargo, al explicar lo sucedido afirmó que “algunos estudiantes y sus respectivas familias no se sintieron cómodos con el trabajo, ya que encontraron el lenguaje inadecuado para su grupo de edad, de conformidad con la Ley núm. 8.069/90”.
El motivo esgrimido serían las narrativas de violencia y ocasionales malas palabras en la obra, y lamentó que la docente haya llevado el tema a su perfil personal en redes sociales, negando la acusación de racismo y silenciamiento. La nota no explica, sin embargo, y más allá de la persecución de un libro en sí, el mantenimiento de la remoción y responsabilidad del docente.
Sobre la obra y la autora
“Olhos D’água” se publicó en 2014 y reúne 15 cuentos de la escritora negra de Minas Gerais Conceição Evaristo. La colección retrata, sobre todo, la vida de las mujeres negras en situación de vulnerabilidad en Brasil y aborda temas como la pobreza extrema, la violencia urbana y la prostitución. La propia autora cuenta con una historia de vida que le sirvió de inspiración para parte de sus escritos, en lo que ella misma define como “escritura”.
Nacida en una favela de Belo Horizonte en 1946, Evaristo compaginó sus estudios con el trabajo de empleada doméstica en su juventud. Logró aprobar el examen de ingreso a la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), se licenció en Letras e hizo maestría y doctorado. Evaristo superó la desigualdad social sin ayuda.
El 16 de septiembre, Conceição Evaristo ganó el trofeo Juca Pato 2023 como intelectual del año, por la publicación “Canção para narina big boy”, en la que narra las contradicciones y complejidades de la masculinidad negra y sus efectos en las mujeres negras.
*Entrevista publicada originalmente en Buntu
Descubre más desde Afroféminas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.