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martes, marzo 19

Los escritores también son negros

Hoy es el día de Chimamanda Adichie, Chinua Achebe y Maya Angelou. Pero también, de todos aquellos autores menos reconocidos que utilizan su lápiz como arma contra el racismo. Hoy es 23 de abril y, como cada año, se celebra el Día del Libro. Esta fecha señalada en todos los calendarios del mundo lleva, desde que se estableciera en 1996, fomentando la lectura y empujando la industria editorial. Las ferias literarias alrededor del mundo y las rosas de San Jordi, inherentes a de este día, han tenido que ajustarse este año a la nueva normalidad impuesta. Sin embargo, no todo son malas noticias. Este 2021, las letras han comenzado a recoger historias de lucha y raza, en un intento por mostrar que sí, que los escritores también son negros.

La muerte de George Floyd el pasado verano y la consiguiente movilización que desató posteriormente el auge del Black Lives Matter, un movimiento que traspasó fronteras y ámbitos, han impactado también en la industria editorial. Las personas a lo largo y ancho del mundo, además de empatizar con el grito de auxilio de la raza negra, comenzaron a interesarse por su historia. Tanto es así que, durante junio de 2020 –un mes después del asesinato de Floyd– siete de los diez libros más vendidos en la plataforma Amazon tenían que ver con la temática antirracista. De la misma manera, la lista de esas semanas presentada por el New York Times en su categoría de no ficción reseñaba cinco obras que abordaban la misma cuestión. Este último dato resulta más impactante al comprobar que en las semanas anteriores no había ningún libro de esta tipología.

Stamped: Racism, Antirracism and You, un ensayo sobre la raza y el racismo en Estados Unidos, alcanzó el puesto número uno en la lista literaria del diario neoyorquino, en la categoría de contenidos para adultos jóvenes. Su autor, el afrodescendiente Jason Reynolds, lanzó la esperanza de que este hecho pudiese marcar una senda hacia el fin de los movimientos discriminatorios a nivel mundial: “Es algo maravilloso decir que soy un best seller del New York Times, pero sería más maravilloso poder decir que vivimos en un mundo que es un poco más antirracista”.

Sobre este aumento del interés generalizado por aprender y enrolarse en la batalla contra el racismo, Blanche Richardson, dueño de la librería Marcus Books de California, declaró en una entrevista para Reuters que “la gente está rogando por algo que explique lo que está pasando y que pueda ayudarlos a cambiarlo”. Esta tienda, que desde la década de los 60 ha atendido las demandas de la comunidad negra con la distribución de libros afroamericanos, también ha vivido un aumento notable de sus ventas desde el pasado año.

De vuelta a las librerías

Pero el caso de Marcus Books no es eventual. Todo lo expuesto hace que no resulte extraño que en Amazon se disparasen las peticiones sobre libros de autores negros o con temáticas sobre minorías. Lo que nadie previó es que la sacudida mundial tras la historia de Floyd volviese a poner en valor la venta física: las librerías estadounidenses comenzaron a notar en verano una altísima demanda de este tipo de obras. 

Según un estudio publicado por el African American Literature Book Club, en los últimos seis años –casi a la par que crecía el Black Lives Matter–, el número de librerías que son propiedad de personas negras en Estados Unidos ha pasado de 54 a 120. Este aumento es importante para la cultura africana, ya que desde que estos espacios se instauraron en el país han servido como centros comunitarios donde autores, activistas y residentes intercambian experiencias e ideas.

España apuesta por la diversidad

En el caso de España han existido grandes obras que, aunque han servido como cabecera en las protestas americanas, aquí no han conseguido hacerse un hueco en el mercado editorial. Pero este hecho está cambiando. Al igual que en otros países, las editoriales españolas cada vez se interesan más en por la publicación de obras antirracistas. 

Encontramos el ejemplo de Penguin Radom House, que ha apostado por obras como Minorías, de Desirée Bela Lobedde de la que ya había publicado Ser mujer negra en España o La mitad evanescente, historia que ha sido considerada como el libro que mejor ilustra el movimiento Black Lives Matter. Escrito por Brit Bennet, ya esté disponible en la Tienda de Afroféminas. Por su parte, Ediciones Península (perteneciente al Grupo Planeta), es otra colección comprometida con acercar estas cuestiones a los lectores. Aparte de una gran oferta de libros de viajes que permiten adentrarse en la cultura de otros países, han publicado obras como Por qué no hablo con blancos sobre racismo, de Reni Eddo-Lodge o Qué hace un negro como tú en un sitio como este, de Moha Gerehou, que se saldrá a la venta a finales de mes. Siguiendo esta línea, Ediciones Wanafrica también se ha volcado con la cultura negra, ofertando desde cómics hasta ensayos tanto en español como en catalán. Además de esto, existen iniciativas como Los libros que nos unen, un proyecto en el que cada semana, a través de las redes sociales, se analiza un título relacionado con la causa racial.

Acerca de todo este aumento de la presencia de autores negros en los escaparates españoles, la periodista y escritora Lucía Mbomío (Las que se atrevieron e Hija del camino) relató en una entrevista con El País que en España existen varias ramas literarias afrodescendientes, que cada vez están acercándose más a la gente. En primer lugar, la poesía “con referentes como Yeison F. García con Voces del impulso o César Brandon con Las almas de Brandon”. Seguidamente, la integración LGTBI, entre los que la profesional destaca a Chris Ada con Juntos antes que anochezca y a Danielle Mboume con La única esperanza; los problemas de la ruta migratoria, ilustrada por Mahmud Traoré en Partir para contar o por Mamadou Dia en 3052; y las historias de “gente que lleva muchas décadas en España y se enfrenta a problemáticas distintas a las raciales”, tal y como cuenta Edmundo Sepa Bonaba con Convergente, conveniente o intruso. Finalmente, reseña la literatura infantil, que si hubiera conocido en su juventud habría sido “su tabla de salvación”: Alejandra S. Tutumo con El viaje de Ilombe o Fumilayo Johnson Sopale con Los cuentos de la abuela Chioma.

Mbomío, cuenta que tiene una obsesión por documentar la cultura afrodescendiente en España porque, si no, “parece que partimos de cero”. Al igual que ella, muchos otros escritores negros trabajan cada día por hacerse un hueco en una industria editorial que, por fin, comienza a abrirles sus puertas.

¡Feliz Día del Libro!

* Visita la oferta de libros de la tienda de Afroféminas.

Nerea De Ara


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