Publicado originalmente en writesomeshit.com
El año pasado, yo estaba en el aeropuerto en la pasarela rodante, teníamos indicaciones claras escritas en un cartel «pararse a la derecha o caminar por la izquierda». Había un hombre blanco delante de mí que no tuvo en cuenta la señal y se quedó en medio de la pasarela impidiendo que nadie le pasara. Detrás de mí, podía oír a alguien acercándose. Me di la vuelta y vi a una mujer negra de mediana edad caminando enérgicamente con su maleta volando detrás de ella. Pegué mi cuerpo y mi equipaje contra el riel lateral para apartarme de su camino y permitir que pasara fácilmente. Pasó zumbando a mi lado, pero delante de ella estaba el hombre blanco, ajeno a que ella estaba detrás de él y que tenía bastante prisa. Nunca se dio la vuelta, nunca se movió y nunca pensó que otros detrás de él podrían necesitar pasar. Pero la mujer negra con su equipaje a cuestas, en un solo salto, se detuvo en seco. Nunca dijo una palabra. No golpeó al hombre en el hombro para decir: «disculpa, ¿puedo pasar?» Sólo aceptó que no iba a moverse y por alguna razón a pesar de que aparentemente tenía prisa, tomó la decisión de no pedir que le cedieran el espacio para que pasase. Esperó a que la pasarela rodante terminara, esperó a que él saliera y de inmediato salió corriendo hacia su puerta. Le estuve dando vueltas a este pequeño incidente todo mi vuelo.
Cuando realicé mi vuelo de conexión, esperaba comerme una pizza en el aeropuerto. No recuerdo el nombre del restaurante, pero tiene la mejor pizza con jamón, rúcula y huevos cocidos encima, rodeados de queso de cabra cremoso y caliente. Después de que conseguí mi pizza, me senté en un mostrador vacío y me puse mis auriculares, ansiosa por dar un bocado a mi pizza. Antes de que pudiera hacerlo, un hombre blanco se puso en el lado opuesto del mostrador, frente a mí, con su comida. Lo miré y luego miré el espacio del mostrador completamente vacío, preguntándome por qué eligió pararse directamente frente a mí mientras le echaba sal a su comida. Por lo general, hubiera bajado la cabeza y cambiado de sitio, pero después de presenciar a la mujer negra en el la pasarela, tomé una decisión: “ ¡NO me muevo !»No me importa si él quiere quedarse allí hasta que termine el último trozo de pizza, ¡me niego a moverme para que se ponga cómodo!» Después de que él diera algún bocado a su comida y notara que no iba a moverme, cogió sus pertenencias y se trasladó hasta el final del mostrador.
¡Victoria!
Fue tan fácil. Tomé una decisión consciente como mujer negra para mantener mi espacio. Yo no iba a ceder mi espacio a una persona blanca porque eso es lo que se esperaba de mí. Ahora, antes de que sigas leyendo, este no es un blog sobre como ser grosera, maleducada, etc. Creo que como un ser humano «promedio» entendemos que hay veces que una debe ceder su espacio. Si tú estás en el camino de alguien que tiene algún problema físico o es una persona mayor y como resultado, tiene algunos problemas de movilidad, entonces es diferente. No estoy hablando de la cortesía ordinaria que extendemos a otros por razones a menudo aparentes. Eso NO es de lo que estoy hablando, así que no me digas nada de eso. Si lo haces, estás mirando de una manera simple este escrito y no estás viendo el verdadero significado de lo que estoy diciendo.
Estoy hablando de la gente negra, particularmente las mujeres negras y la gente racializada que es consciente de cómo transitan a través de espacios que están hechos para la gente blanca, y de la gente blanca que tiene una expectativa de que la gente negra o la gente racializada debe apartar sus cuerpos para permitir a la gente blanca el acceso en espacios.
Esto es más que alguien siendo grosero; se trata de que los blancos sienten que los cuerpos negros deberían acomodarse a sus espacios y, si no lo hacemos, se considera que la persona negra es grosera, desagradable y agresiva.
Un ejemplo de esto es un incidente reciente documentado por Frederick T. Joseph, quien tomó una foto de una mujer blanca colocando sus pies en su bandeja para comer en un avión. El personal de la aerolínea no se dirigió a la mujer y cuando Joseph le pidió que moviera los pies, ella lo acusó de molestarla. Según el artículo, cuando el personal de vuelo le pidió a la mujer que le quitara los pies, dijo: «Si pongo un pie abajo, quiero que me se aparte para estar más cómoda». En este espacio, la mujer blanca que era perfectamente legítimo invadir el espacio de Joseph y cuando le dijeron que no podía, quería que le diera más espacio, como si al respetar su sitio le estuviera haciendo un favor.
La gente negra y la gente racializada acomodan los espacios para la gente blanca tan a menudo que es posible que ni siquiera nos demos cuenta de que lo estamos haciendo o de lo arraigado que está en la cultura negra ceder tu espacio. No había pensado en el incidente en el aeropuerto por un tiempo; Sin embargo, ayer leí un hilo de Twitter de Tatiana Mac y aquel día me vino a la mente al instante. (Por favor lee el hilo completo en Twitter.)
White friends: If you care about me, please read this.
Alone, these events take up only a few minutes each. I'm writing them out in detail in hopes that you might be able to see a modicum of what I (and other WOC) go through daily.
🧵thread🧵
— Tatiana Mac (@TatianaTMac) July 9, 2018
Mientras miles de personas compartieron, entendieron y pudieron sentir empatía con la historia de Tatiana, hubo un intercambio de una mujer blanca llamada Liberty Warrior que decidió polemizar.
Incluso en el mundo virtual, se espera que los negros y las personas racializadas cedan su espacio. Si miras el hilo, a Liberty Warrior se le pidió repetidamente que se retirara del hilo de Tatiana, y ella se negó. En lugar de comenzar su propio hilo en su propio espacio virtual, sintió que era necesario enumerar todas las veces que la gente racializazada la ha hecho sentir inferior en los espacios del hilo de Tatiana. Ella no podía entender que estaba haciendo exactamente lo que Tatiana estaba hablando en un espacio virtual. Cuando le mencioné esto, ella me llamó cariño, y cuando le dije que ese no era mi nombre, procedió a decirme que SHE puede llamarme como quiera. ¿Por qué siente ella que tiene esa autoridad? ¿Porque en muchos espacios, incluso en espacios virtuales, muchas personas blancas piensan que las personas negras y las personas racializadas deben retroceder?
Durante siglos, la América blanca ha dictado cómo los negros debemos manejar nuestros propios cuerpos en los espacios. No es solo el espacio físico el que está siendo regulado por los blancos, sino la forma real en que los negros pueden usar sus cuerpos en los mismos. Por ejemplo, hubo un momento en este país en el que se requería que las personas negras salieran de la acera si una persona blanca se les acercaba y permitieran que la persona blanca pasara, antes de volver a pisar la acera.
Según el Dr. Ronald LF Davis de la Universidad Estatal de California, las leyes de Jim Crow proporcionaron «etiqueta racial» para los negros. Se requería que las personas negras fueran «agradables y no desafiantes, incluso cuando la persona blanca estaba equivocada acerca de algo».
A las personas negras a menudo se nos dice cuánto espacio podemos ocupar, y nuestro espacio a menudo se invade para acomodar a las personas blancas. Si somos altos, nuestra altura se usa como una manera de demonizarnos. Esto fue evidente cuando Tamir Rice, de 12 años de edad, fue asesinado en cuestión de minutos por la policía en Cleveland, Ohio. Tamir fue descrito por el ahora derrotado presidente del sindicato de la policía, Steve Loomis, como, «amenazante. Él es 5 pies-7, 191 libras. Él no era ese niño pequeño que estás viendo en las fotos. Es un niño de 12 años con un cuerpo adulto”
Tamir no podía evitar ser alto. Sin embargo, su apariencia física fue utilizada para justificar su asesinato. Si ocupamos demasiado espacio, es un problema. Las personas negras y las personas racializadas somos muy conscientes de nuestros cuerpos en los espacios. He estado en reuniones y todos han sido nombrados, pero yo lo he sido siempre al final. Me he sentado en espacios, y después de una rápida introducción, las personas dejan de dirigirme comentarios. Es casi como si yo fuera La Persona Negra Invisible junto a la puerta, simplemente ocupando espacio. Estoy aprendiendo después del incidente del aeropuerto a mantener mi espacio. Estoy aquí, y no me disculparé si ocupo mi espacio interrumpiendo su camino.
Quiero hacer un reto a las personas negras y gente racializada, especialmente a las mujeres negras y mujeres racializadas, es que mantengáis vuestro espacio. Te desafío a ti a que durante las próximas 24 a 48 horas seas consciente de tu cuerpo en los espacios y no te muevas por una persona blanca ni te disculpes por ocupar físicamente cualquier espacio. Ten en cuenta cómo caminas por las aceras, quién se mueve para adaptarse a ti y quién no. Si alguien infringe tu espacio, ¿hablas o te quedas callada? Haz una nota mental cada vez que sientas que se «esperaba» que te movieras y la reacción de la otra persona cuando no lo haces. Toma nota de cómo las personas acomodan a otros en espacios. ¿te dio miedo o te sentiste empoderada al sostener tu espacio? ¿Crees que la gente sintió que estabas siendo agresiva? ¿Cómo te sentiste al final del día?
A las personas blancas les reto a que en las próximas 24-48 horas sean conscientes de cómo tratar a los negros y personas racializadas en los espacios. ¿Tienes la expectativa de que los negros y la gente racializada debe apartarse de tu camino? ¿Cuántas veces te insertas tus comentarios en espacios virtuales porque sientes que es tu derecho sin leer y escuchar a personas racializadas que han manifestado su verdad sobre un tema en particular? ¿Hablas sobre la persona negra como si no estuvieran en la habitación? ¿Interrumpes a la gente racializada cuando hablan? ¿Estás cortando a una persona negra o una persona racializada en la red porque sientes que es tu derecho? También te reto a que seas consciente de cómo manejas tu cuerpo en los espacios y a que pruebes hacerlo cediendo el espacio a otros al menos durante 8 horas de cada día. ¿Como te sientes?
Cuando mantuve mi espacio en el aeropuerto, me sentí empoderada. Yo estaba enfadada porque alguien se puso justo delante de mí y comenzó a comer como si yo no estuviera allí. Estoy aquí. Tengo todo el derecho de estar aquí. Tengo derecho a estar en espacios. Ya no me disculparé por ocupar el espacio ni cederé mi espacio a una persona blanca simplemente porque es una regla no escrita pero esperada. En los próximos dos días, camina con autoridad. Camina como si quisieras que el mundo supiera, «¡estoy aquí!» Porque lo estás. Y tú mereces estar.
Por favor, vuelve después de hacer el reto y comparte alguna de tus experiencias.
Hannah Drake
Poeta, escritora, bloguera y activista afroestadounidense
Escribe y lucha en
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Totalmente de acuerdo. Eso mismo estoy intentando que entienda mis hijos. El racismo está en el aire.