Querida Arantxa, ya que no has entendido nada de la primera unidad didáctica que te dediqué y este no-aprendizaje tuyo se refleja prístinamente en tu comunicado de lágrimas blancas-payas que también has querido formular como carta abierta, lo cual me congratula, pues me da pie a iniciar contigo una relación epistolar ya que no epistémica.
Vayamos con la unidad didáctica II deseando que tomes consciencia y aprendas por qué estamos tan enfadadas las Gitanas no con tu película, que no hemos visto, sino con todas tus declaraciones y ahora también con tu comunicado. Es decir, te voy a explicar algunas de las razones que me llevan a pensar que eres una racista antigitana aunque tú crees que no lo eres.
Espero, además, que agradezcas que te estoy dando estas lecciones totalmente gratis ya que normalmente me gano la vida desasnando jambos y jambas.
Querida Arantxa, empiezas tu carta hablando de raza gitana. Pero, Arantxa, hija mía, las razas no existen: «La división de la especie humana en “razas” es, en parte, convencional y, en parte, arbitraria, y no implica en modo alguno una jerarquía» (Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales. UNESCO, 1967). Lo que si existe es el racismo. Esa misma Declaración de la UNESCO ¡de 1967! ¡antes de que nacieras, Arantxa! dice «muchos de los problemas que plantea el racismo en el mundo actual no derivan únicamente de sus manifestaciones francas, sino también de las actividades de quienes practican la discriminación por motivos raciales sin querer reconocer que así lo hacen» ¡Qué al pelo te vienen esas palabras, marquesa! ¡Qué listossiñaban los jambos que las redactaron! Claro, venían de sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial.
Supongo que sabes quién fue Leni Riefenstahl. Por si acaso, te refresco la memoria: fue una actriz y directora de cine que realizó las mejores películas documentales de propaganda del régimen nazi. Sí, a ella, como a ti, le gustaba el género documental. También la Riefenstahl utilizó gitanos, como tú, para dar mayor verismo a su película Tiefland (Tierras Bajas). Claro, ella utilizó 120 prisioneros de los campos de concentración, tú evidentemente no. Por cierto, esos actores volvieron a sus terribles destinos tras la película. Casi ninguno sobrevivió. En cambio Leni murió con 101 años, en 2003. Espero que su cáncer fuera consecuencia de nuestras maldiciones. Leni Riefenstahl negó que fueran prisioneros. Es más afirmó que los había visto después de la guerra y que estaban muy agradecidos porque aquellos años de rodaje habían sido sus mejores años. Pero sí sobrevivió la Tía Zäzilia Reinhardt, que hizo de extra en aquella película y que luchó toda su vida hasta conseguir una pequeña victoria: Leni Riefenstahl fue obligada por un tribunal a reconocer que utilizó a prisioneros y que éstos sufrieron el genocidio. La Tía Zäzilia gozó al desmontar aquella«mentira infame». Aunque se tarde, las mentiras acaban dando paso a la verdad, querida Arantxa, tenlo en cuenta.
El racismo por si no lo sabes es una ideología que precisamente se basa en el concepto de raza con el que has comenzado tu carta.
El racismo, como deberías saber, pretende la superioridad de unas razas sobre otras y tú en tu carta te posicionas del lado de la superioridad moral.
Tu veto a mis primas de la Asociación Gitanas Feministas por la Diversidad, tiene que ver con tu racismo específicamente antigitano y además con tu gitanofobia.
Como el propio concepto deja ver es el odio, asco o miedo a las gitanas y a los gitanos.
No, no he visto tu película ni me hace falta verla. Tus declaraciones en el Diario Público destilan odio antigitano.
Tampoco das la oportunidad de que la veamos. En Pamplona hubiera sido estupendo poder verla junto a ti y explicarte, de nuevo, que con tus palabras estás incitando a la exacerbación del odio antigitano.
Pero tú esperabas que nos levantáramos todas las gitanas españolas a darte las gracias por la película y crees que la necesitábamos para salvarnos de tu ilusión de la “homofobia gitana” cuando la homofobia, como deberías saber, es universal. Eso, querida Arantxa, se llama Paternalismo Antigitano. Al igual que el Patriarcado es estructural y sistémico, es decir es perpetuado por las instituciones, por el propio sistema, el antigitanismo también lo es. El antigitanismo es, lo ha dicho el Parlamento Europeo en boca de la eurodiputada gitana feminista Soraya Post, un racismo sobre todo institucional, estructural y persistente.
El patriarcado es ancestral en la etnia paya a la que perteneces no en el Pueblo Gitano. Para empezar porque las gitanas y los gitanos existimos como tal desde hace exactamente un milenio. Por tanto, ancestral, ancestral… tú más
Marquesa, en tu carta das porcentajes como todos los payos antigitanos y sabeores: “el 90% de las adolescentes se piden a pesar de que los padres preferirían que lo hicieran a una edad más adulta” ¿De dónde sacas ese dato? ¿Has hecho una investigación? ¿Eres socióloga? ¡Qué atrevida eres, Arantxa! Así es la ignorancia: atrevida como ella sola.
Porque querida Arantxa ninguna gitana de las que conozco se siente identificada con tus palabras ni con tu trailer y he de decirte que conozco muchas gitanas aunque no las he contado porque no tengo esa obsesiónrestestiná que tienen las gitanólogas y gitanólogos de hacer censos, clasificarnos y casi disecarnos para su colección.
En serio, Arantxa, todo eso es muy grave, se acerca el verano y con el calor se desata el odio antigitano. Todos lo pogromos (masa enfervorecida de payos quemando casas de gitanos y gitanas) de España han sucedido en verano. Tus palabras desatan el odio antigitano y ya se han dejado ver por las redes sociales. Querida, dices que te han escupido e insultado y lo dices como si nosotras fuéramos culpables de esas conductas. He de decirte que a nosotras nos va la vida en esto. Y que comiences a tomártelo en serio y dejar de hablar de las gitanas y los gitanos.
Habla de tu película, preséntala, gana millones, pero no hables de nosotras. El cine es cine y tu película es una más y, como te ha dicho Jessica Kiang en Variety bastante desafortunada por estar repleta de clichés y estar construida de un modo lineal y ¡esta sí que ha visto la película!
No engañes al público. Eso ya lo han hecho “Palabra de gitano” y “Los Gypsy Kings”. Tu película, como tú misma afirmas ¡Cómo te humanizan esas contradicciones, Arantxa! es tu creación. Has creado tus gitanas. No es un documental ni tiene nada que ver con la realidad que vivimos las gitanas españolas. No alimentes más los estereotipos que sufrimos día a día por la sociedad paya, que nos mata, nos segrega y nos esteriliza.
Arantxa, para ir terminando, te emplazo a conversar cuando quieras. Públicamente.
Y, para acabar, quiero decirte también que iremos donde la presentes aunque no seamos invitadas, pues la gravedad del asunto no va a quedarse en el mundo cibernético: la consigna “si nos tocan a una nos tocan a todas” que es igual a “si te metes con mi familia tendrás problemas” antes que ser una consigna feminista fue un recurso de supervivencia gitana.
https://www.youtube.com/watch?v=LtS9m0YdEXM
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