Mucha gente continúa definiendo el racismo siguiendo la definición de la RAE: “Exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otro u otros con los que convive”.
Aun teniendo dos definiciones, hay una tendencia general de realzar la primera e ignorar la segunda: “Ideología o doctrina política basada en el racismo”.
Racismo es un principio organizador de relaciones de poder. Cuando una mayoría hegemónica es racista, lo hace mediante relaciones de dominación: Racializando como superior/inferior a individuos y colectivos según su condición […]. >> https://afrofeminas.com/2017/07/31/no-existe-el-racismo-inverso/
Existen diferentes formas con las que la mayoría en poder, determina relaciones entre los superiorizados y los inferiorizados, todo esto teniendo a la “raza” como eje principal con la que se mide ese posicionamiento de un individuo o colectivo.
Una de las relaciones de dominación que identifico son las llamadas “dinámicas de poder”, mediante las que el individuo o colectivo superiorizado, se relaciona con el inferiorizado.
La mayoría en el poder suele usar, por ejemplo, la ciencia, para así legitimar su superioridad frente a otras sociedades.
“… Estas teorías científicas sobre el pasado africano son eminentemente consecuentes, en tanto que son tanto utilitarias como pragmáticas. La verdad se desvela al conocer al servicio de qué están dichas teorías y al descubrir que están al servicio del colonialismo: Su objetivo no es otro que, cubriéndose del manto de la ciencia, llegar a hacer creer al negro que jamás ha sido responsable de nada cálido ni valioso, ni siquiera de aquello que existe en su propia tierra.
Se quiere facilitar así el abandono, la renuncia a toda aspiración nacional por parte de aquéllos que dudan, al tiempo que se refuerzan los reflejos de subordinación entre los que ya estaban alienados. Ésta es la razón por la cual hay tantos teóricos al servicio del colonialismo, cada cual más hábil que el otro […] ( Cheikh Anta Diop)”
El uso de la apropiación cultural como dinámica de poder no es sólo de origen social occidentalocéntrico, también lo es (nace de lo) político y se apropia de tendencias ideológicas sin ningún pudor. Los ejemplos más sonados surgen en torno a los colectivos antirracistas de personas racializadas como “no-occidentales”o “no-blancas” en ideologías políticas como el feminismo o el marxismo.
“El término postfeminismo se está usando como si las necesidades del feminismo ya se hubieran alcanzado. Los estudios de género y el trabajo social no sólo se han convertido en una moda, sino también en una industria” (Molara Ogundipe).
“Y esto, amigas y amigos, es el feminismo colonial, también conocido, más acertadamente, por orientalismo de género. Éste el feminismo cuyo centro lo conforma el discurso blanco y declara nulas las aportaciones de las mujeres no blancas. Sitúa a Occidente como el paradigma del empoderamiento de género, ignorando ya de paso la misoginia sistemática presente en los países occidentales. Homogeneiza a las culturas no occidentales y promueve la imagen binaria de salvador blanco y de negro asalvajado. Éste es el feminismo de la gente blanca (muy especialmente, aunque no exclusivamente, de los hombres) que trata de salvar a las mujeres no blancas. Se apropia de los movimientos de mujeres para curtirlos de paternalismo y de una perspectiva colonial.
Es por esto por lo que hace falta la interseccionalidad, para luchar contra aquellas ideologías opresivas que hacen uso y abuso de la idea de justicia para perpetuar la injusticia. No permitamos que la gente siga explotando ideas en favor de la igualdad de género para seguir perpetuando el racismo” (Julie Hall).
«Porque las mujeres árabes, negras, musulmanas, por referirnos solamente al ejemplo del género, padecen la opresión de dos patriarcados (el de los blancos mediante las instituciones y el poder, el de los indígenas mediante el mantenimiento y/o la recomposición de las estructuras patriarcales tradicionales). Los dos patriarcados tienen muchos rasgos en común, pero sus intereses son contrarios.
“Porque existe un feminismo blanco y movimientos LGBT eurocéntricos y hegemónicos. El feminismo blanco, los movimientos LGBT así como el patriarcado blanco o el movimiento obrero blanco pueden volverse cómplices de políticas reaccionarias y racistas para preservar sus privilegios e intereses blancos.
“Porque el feminismo y el movimiento LGBT pueden ser instrumentalizados por el poder, independientemente de las posiciones políticas de estos movimientos, incluso si algunos son antirracistas y anticolonialistas”. (Houria Bouteldja)
Mwana Mboka
Trabajador Polivalente y Estudiante
Más de Mwana
https://afrofeminas.com/?s=Mwana+Mboka
FUENTES:
https://thebodyisnotanapology.com/magazine/an-intersectional-feminist-against-imperial-feminism/
https://afrofeminas.com/2017/07/31/no-existe-el-racismo-inverso/
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Puede una persona afrodescendiente ser cómplice de este tipo de discriminación de manera inconsciente?