Colorismo es un término creado por Alice Walker y citado por primera vez en 1982 que conceptualiza el hecho de que cuanto más oscura es la piel de una persona negra, más está sujeta a los prejuicios, en contrapunto, cuanto más clara es la piel del afrodescendiente y más finos sean sus rasgos, más será visto dentro del patrón europeo y por lo tanto, será más apreciable y tolerable socialmente.
El colorismo funciona como un sistema de aceptación, y para ser toleradas en una sociedad racista y discriminatoria, las mujeres y hombres negros se vieron forzados a camuflarse para acceder a espacios de los cuales siempre fueron excluidos. Los alisados capilares por ejemplo, nacieron de la necesidad de asemejarse a la clase dominante. Camuflar la negritud fue (y en determinados contextos aún es) una necesidad, para que fuese menos perceptible y así garantizar más aceptación social.
Los estereotipos del negro se correlacionan con el colorismo. Por ejemplo, cuando pensamos en la imagen de la negra servil, muy trabajadora y fuerte, o el famoso estereotipo de la angry black woman (mujer negra enojada) viene a nuestra mente una imagen de mujer muy distinta del estereotipo de “mulata”, por ejemplo.
En la otra punta estarían las negras más claras etiquetadas también como «exóticas», que es como la hegemonía blanca suele clasificar todo aquello que huye del patrón eurocéntrico de belleza. Es innegable que las mujeres negras nombradas como «morenas» son mejor aceptadas en la sociedad occidental que las negras rotundas, al mismo tiempo, es preciso reconocer que estos privilegios son limitados y no se escapan de los estereotipos.
Dentro de la teoría colorista, los términos “morena” y “mulata” serian términos “blanqueantes”, donde se refleja la mayor semejanza con el blanco, y por consecuencia, mayor aceptación. El emblanquecimiento diluye la conciencia y nos alejan de nuestras raíces africanas, ya que de acuerdo con la cadena de privilegios, los afrodescendientes vistos como “casi blancos” no siempre podrían enterarse del racismo social por recibirlo de una manera subjetiva.
La falta de conciencia también produce el sentimiento de desubicación entre los negros claros: la sensación de no pertenecer a grupo alguno. El saber que no se es blanco, pero tampoco identificarse con el negro.
Estos son los motivos para que esos términos que matizan nuestro color (y quienes somos) sean rechazados por la comunidad negra: todas somos negras, claras u oscuras. Sin la conciencia de nuestra historia, de nuestras necesidades y luchas como colectivo, nos volvemos más débiles y más solas.
Curiosidad sobre el colorismo
En 1910 fue desarrollada en Brasil una doctrina supuestamente científica conocida como teoría del blanqueamiento. Se creía que el mestizaje entre negros, indígenas y blancos era responsable por la desorden nacional, caos social y falta de identidad. Decidieron que el orden solo podría ser instaurado por el hombre blanco civilizado y, para eso, Brasil precisaba ser blanqueado. La estrategia consumada fue recibir inmigrantes europeos de varias naciones con el objetivo de que el país fuera emblanquecido en un siglo y así fuera más apto al desarrollo.
El cuadro La redención de Cam (1895) de Modesto Brocos Gómez (Santiago de Compostela, 1852 – Río de Janeiro, 1936) se convirtió en el icono oficial de la República para su política de fomento de la inmigración y de blanqueamiento de la población. Su título se refiere al personaje bíblico Cam, que vio su padre desnudo y fue condenado a ser el siervo de sus hermanos. En la obra se enseña una señora negra de pie con un gesto de agradecimiento a los cielos, su hija, la mulata, que al casarse con el portugués pare un bebé blanco. En la tercera generación de mestizaje, su familia estaba libre de la negritud y de la maldición que socialmente esto representaba: es la redención de Cam.
Así, hubo un país en el mundo cuya estrategia política de ascensión incluyó el cambio de color de sus gentes.
Mariana Olisa
Master en Estrategia y Creatividad Digital por la Universitat Autònoma de Barcelona. Miembro de Black Barcelona.
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Sinceramente creo que hoy día la gente está obsesionada con los términos y no se centran en lo realmente importante. Que más da de donde vengas o quien seas, que más da tu color de piel o el de tus ojos, si tus padres eran full negros, full blancos o una mezcla… eso son todo tonterías que nos alejan los unos de los otros cuando realmente todos somos personas iguales. Es entendible que la gente tenga resentimiento si sufre bulling sea del tipo que sea, yo misma lo he sufrido por diferentes cosas, pero eso no significa que tenga que desmerecer a todos aquellos que tengan su mismo tono de piel u origenes por que que sean idiotas es independiente de sus orígenes o su piel. Para acabar con esta pequeña reflexión me gustaría decir que si eres mezcla, mulata o morena es lo de menos, esos términos quizás antes eran para hacerte saber que “eras mejor que el resto” pero ahora ya no, simplemente es la realidad, eres una mezcla de culturas y no entiendo por que no puedes estar orgullosa de ambos lados de tu propia familia y sentirte bien con ello. Ellos no han hecho nada malo, lo habrán hecho personas que quizás ni si quiera son tus antepasados e independientemente de la raza personas malas hay en todas partes.