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jueves, marzo 28

¿Y si no quisiera ser madre?

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España, 19…  Antes no se concebía, si no te quedabas embarazada parecía una maldición, tu entorno te empujaba, la sociedad te presionaba y tú, mujer, te veías en la obligación de ser madre (y esposa).

Pero… ¿querías? Quizá, ni siquiera lo pensabas y, simplemente, te dejabas arrastrar por las corrientes de tu tiempo y de tu lugar.

Luego, claro, disfrutabas de tu prole y nunca más (o no) dudabas de tus deseos de ser madre.

 

España,201…

 

Ahora, el panorama es variopinto, trabajamos, somos independientes, retrasamos nuestra edad de ser madres, tenemos a nuestros hijos en solitario… Y todo porque podemos.

Podemos, sí.

¿Y queremos ? Pues algunas sí y otras no.

¿Y qué hay de las presiones de antaño?

Las grandes ciudades con su diversidad se perfilan como espacios de mayor libertad pero las pequeñas continúan constriñendo.

Por otro lado,están las familias, esos micro cosmos de libre funcionamiento.

Cuando le dije a mi padre, un africano con DNI español que no sabía si quería tener hijos, no se sintió apenado o enfadado, sin embargo, noté que era algo que escapaba a su entendimiento:

– Eres una egoísta. 

Y no dijo más. Porque para él no es algo que esté bien o mal, es lo natural, lo lógico, lo que pasa cuando acabas tus estudios y encuentras un empleo, lo que ha sido siempre y lo que no debería dejar de ser nunca porque en su cultura los vástagos son riqueza y la forma de permanencia en la tierra de los ancestros, que necesitan que su línea de sucesión se prolongue hasta el infinito para, aún no estando, no desaparecer. Así las cosas, mujer y madre son sinónimos y ojo, hombre y padre, también.

A raíz de esa escuetísima conversación pensé que quizá muchas/os mujeres y hombres negros/as nacidas/os en Europa viven esa dualidad entre lo que sucede dentro de casa, la tradición que corre por sus venas, y lo que pasa fuera. Y quizá, la riqueza infinita que implica  vivir a caballo entre dos mundos,en el ámbito de la maternidad/paternidad, se convierte en una losa. O no.

Y eso es lo que quiero saber porque yo no escribo para contaros sino para que me contéis si creéis que el mundo afrodescendiente es menos tolerante a la opción de no ser madre.

Se abre el debate.

Afroféminas

3 comentarios

  • Hola
    Yo no creo que el mundo africano sea menos tolerante, creo que es algo que va en la cultura, también estaba en la europea, pero la industrialización ha hecho muchas cosas, y la mayoría no son buenas. Antes la finalidad vital era tener descendencia, ahora se centra más en uno mismo, y claro, eso realmente es egoista, para mi si alguien no quiere tener hijos pienso; »Ellos se lo pierden», es verdad que cada uno viene a este mundo con una finalidad, seguramente estas personas tienen un gran trabajo espiritual por delante con ellos mismos, por otro lado, hay gente que tiene hijos y much@s, como yo, nos preguntamos para qué, por qué. La gente se ve obligada a dejarlos con pocos meses en una guarderia, o con su familia, no está mal, pero tú pierdes ese tiempo de estar con el, y quizá tú tengas más hijos, pero es la única infancia del niño…Ahí es donde se ve una parte muy mala de la industralización, las mujeres a veces, confundimos machimos, con la ley natural, la mujer es la que pare y amamanta, no el hombre, pero ha habido un tiempo en el que la mujer necesitaba esa igualdad de sentirse realizada en una profesión.

    Pues que los tiempos cambian y nosotros con ellos, y cada uno tiene unas prioridades, pero ser madre no se iguala a ninguna otra cosa, dar vida es lo más bonito del mundo. 🙂

    • Daniel Portillo.

      »ser madre no se iguala a ninguna otra cosa, dar vida es lo más bonito del mundo» pero es que esa es su noción de felicidad y belleza. Otras mujeres no lo ven igual. Hay que tener en cuenta que hay diferentes perspectivas y formas de vivir; no ser madre también es una.

      Con lo de si Africa es menos tolerante no sé, pero por lo menos en América hay una perspectiva quizá un tanto demonizada de la cultura, pero algo de cierto hay, y por lo menos en temas de mutilación genital femenina, es real.

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