
Hoy decidí sentarme frente al espejo y dejar de mirar para empezar a admirar cada rincón de lo que físicamente soy. Arrumé los prejuicios en la primera bolsa que encontré para luego tirarlos en su lugar, dejé comentarios como “tu pelo es maldito” afuera de la ventana y cerré el vidrio, hice una pausa en las lecturas que hoy abundan sobre cuál es el peinado de la temporada, o que debo hacer para verme más esbelta, y dije ¿esbelta como quien?…
En la teoría del color, la combinación del blanco y el negro es gris, pero la naturaleza es sabia y optó por café, un color único, diferente y reluciente. Es el lienzo ideal para portar cada rasgo que tengo, un poquito afro, un poquito blanco, un poquito mío. Tengo una frente grande, una nariz ñata, ojos negros y unos dientes naturalmente blancos, cada parte combina de forma perfecta y armoniosa con lo que soy, nunca podría haber sido mejor.
Mientras me admiraba, empecé a recordar las tardes en que mi madre hacía uso de toda su habilidad para trenzar mi cabello, los peinados inventados con los que iba a la escuela cada día y las moñas de colores que adornaban mi uniforme. ¡Siempre fui la mejor peinada de todas, estoy segura! Tengo un cabello con texturas combinadas, fue un poco ondulado en su tiempo, pero ahora luce lacio, fue una decisión propia, aunque confieso que sería feliz si tuviera crespos, son hermosos, pero nunca los tuve, así que opté por algo que me hiciera feliz cada día. Llevo años sin alisarlo con productos químicos, lo dañan de forma irreversible, y al igual que el resto de nuestro cuerpo, el pelo habla, y su caída excesiva, su resecamiento, etc, eran formas de mostrar que no está bien lo que hacía.

A veces hay que parar, hay que respetar nuestro templo y amar lo que somos sin importar lo que el mundo grite. Mi cabello es abundante y aunque alguna vez renegué ahora entiendo y agradezco que jamás sufriré de calvicie, que puedo peinarme a mi antojo y verme bonita como una leona.
Sin embargo, todo es un proceso y más cuando nos enseñaron a vernos feas y a sentirnos feas, pero se puede reaprehender y el primer paso es ver lo que somos, cada espacio, cada surco, cada rasgo que tenemos cumple una simetría perfecta y nos da una belleza única, incomparable con cualquier otra, diferente de cualquier otra.
Cada día me miro al espejo para contemplar lo que soy, los cambios que tengo y los años que pasan y sé que lo veo es bello porque yo decidí que fuera así. Esta es mi belleza, es diferente porque yo soy diferente, se parece a mí, nace de mí y me hace feliz.

Ana María López
Socióloga
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Hola Carmen. Como ves, este es un artículo corto para abarcar todas las aristas de algo tan complejo como el racismo y la discriminación. En este caso abordo lo físico porque es la carta de presentación al mundo, la gente no te «mide» la primera vez, porque lo que sientes o piensas, sino por lo que ve independientemente del lugar del mundo que seas o te encuentres.
Y si mi lógica no falla, la cultura negra inicia en África, así que no puedes hablar del mundo sino conoces su origen. Saludos
Pensamos que Ana López se queda en lo superficial y lo que sostienen Carmen es muy cierto, porque no podemos seguir vendiendo lo estético solamente, porque ello es parte de eso proceso de colonización de la memoria…,. Creemos que Carmen fue dura con Afro fémina, porque hay otras formas de hacer las críticas y nos parece que esta página ya es un avance que nos permite comunicarnos y poder compartir nuestros criterios dentro de este mundo que esta globalizado y en el que creemos que el problema de los negros y negras…., es que no hemos comprendido que para estar globalizados implica tener posturas propias y no estar a las sagas de estas, porque si no, nos convertimos en esclavos, súbditos de sus mandatos que no nos deja salir de esa visión tan pobre que solamente nos habla de la pobreza de los africanos. Hemos dichos que los negros/negras somos diferentes, somos otra cosa más elevada y ya es hora que empecemos a cambiar, porque si seguimos apegado a vinculo de la africanidad, jamás vamos a tener identidad propia y le recordamos a Ana López que nuestro es el producto de un proceso cultural inhumano, donde los africano se dedicaron a cazar a quienes ellos consideraron que no eran africanos y les impusieron el término de negro/negra para diferenciarlos de ellos, entregados e intercambiados a los barcos negreros europeos. Eso es lo importante que hay que reconocer , porque los africanos asumieron una conducta impía e inhumana contra su propia gente y hoy debemos superar tal realidad histórica…, porque ello, ha creado una especie de patología histórica en quienes hemos producto de los efectos que ha causado el desarraigo en quienes hoy nos sentimos partes de la nuevas naciones americanas.
Saludos para Ana, como para Carmen, pero no podemos seguir alimentando la africanidad, porque eso sería traicionaron a nuestros epónimos y dejarnos sin historia (identidad). Por ello nuestra herencia histórica, no nos dejaron el legado más apreciado que es son sus idiomas, porque entendieron que estaban ante una nueva realidad, totalmente diferente a la de ellos y porque comprendieron la actitud criminal, discriminatoria, xenofóbica y endorracista de los africanos.
Somos negros caribeños y americanos…, no somos africanos y menos afrodescendientes. Somos parte de la realidad americana, porque fue ella que nos dio ciudadanía e identidad…, algo que los africanos nos habían quitado para transformarnos en piezas de ébano y de esta manera, diferenciarnos de ellos y poder intercambiarnos a los barcos negreros europeos (porque los asientos existetntes en Africa, eran controlados por los propios africanos, los cuales se dedican a este negocio inhumano y cruel) y complacer al jefe tribual, porque eran culturas, donde la vida tenía poco importancia. Feliz 2015