lunes, octubre 7

El otro extremo del fenómeno fan


Recientemente El País se hizo eco de las críticas  a las que fue sometida la bailarina inglesa Fka Twigs. Es la nueva pareja del actor Robert Pattison. Por lo visto, la chica ha sido insultada por ser de origen afro. Según se explica en un principio los  comentarios en su perfil de Twitter  no parecía otra cosa que un club de fans enfadadas, pero poco a poco aquello se fue convirtiendo en improperios racistas.

Cosas como:

“No te deseo el mal pero espero que un tren te pase por encima de esa cara de mono que tienes”. 

“Eres como un mono, no puedo creer que Rob te bese”.

“Un mono es más guapo que tú”.

La bailarina, de  origen jamaicano, no salía de su asombro:

«Estoy realmente sorprendida e indignada por la cantidad de comentarios racistas que están infectando mi cuenta esta última semana»

Ante esta situación,  me gustaría abrir el siguiente debate. Independientemente de los que ya propone la propia fuente:

¿La sociedad está preparada para asumir con normalidad las llamadas «parejas mixtas»?



No estoy muy segura de ello. Sobre todo en ciudades pequeñas cuando hablo de España y en países cuando de Latinoamérica se trata. Y os cuento algunas anécdotas:

La primera un episodio bastante gracioso para mi, en el que un compañero de trabajo de mi marido le dijo:

– Te he visto con una chica con gafas blancas.

Y él le respondió

– ¿Te refieres a mi mujer que es negra? (y mi marido se partía de risa al ver cuánto le costaba hablar de algo tan normal).

El hombre un poco avergonzado le respondió que si.

Incidentes de este tipo hemos tenido y muchos. A veces como este, otros más al extremo como la vez que íbamos entrando al auditorio de Zaragoza y unos hinchas de fútbol (La Romareda está muy cerca) nos gritaron de todo, haciendo alusión por supuesto a nuestra diferencia de color de piel. .

En Latinoamérica, paradójicamente, es más difícil encontrar una pareja mixta a pesar de que somos hijos del mestizaje. Recuerdo la novia blanca que tuvo mi hermano ( años 90′ en Cuba); el rechazo de la familia de la chica fue tan brutal, que aquello, el amor entre dos adolescentes, se convirtió en un drama. Sólo cuando la familia de la novia se enteró que mi madre era psicóloga, como si esto le hiciese menos negra, fue cuando único intentaron tener una conversación civilizada. Y mi madre… bueno mejor ni decir que pensaba mi madre de todo aquello. Y esto es solo un ejemplo de cómo nos podemos llegar a complicar la vida por nada.

En el caso de los medios, el cine por ejemplo, a penas se abordan estos temas. Por la razón que sea, siempre emparejan según el color de piel. En rarísimas ocasiones se puede ver lo contrario. Sin embargo a pesar de ello tengo un ejemplo que nunca olvidaré. Se trata de la película “Un lugar para quedarse” de Sam Mendes. Preciosa película. Y es de esas excepciones que afortunadamente rompen las reglas. Es una comedia/drama, que trata básicamente de una pareja que busca dónde construir mejor su familia.

La pareja es entre una mujer negra y un hombre blanco. Lo mejor de todo es que la película nunca habla de racismo, ni siquiera se detiene ni un momento en problemas de este tipo. Solo habla de problemas humanos, preocupaciones que puede tener cualquier persona sea negra o lo que sea. Pocas veces o mejor dicho, sólo esta vez he visto que el tema de la pareja mixta se trate tan bien. Porque soy de la opinión que cuando se humanizan las situaciones terminamos olvidando de que color somos. Se impone la persona y nada más.

El resto de las filmes son del típico estilo este de que la familia blanca no quiere o en otros casos la familia negra. Y francamente no soy muy partidaria de esto, porque a veces parece que el único problema que tiene una pareja de este tipo es racial. Y más de uno se sorprendería que efectivamente, tenemos los mismos conflictos que tenemos todos.

Lo cierto es que aún hay mucho camino por recorrer. Cuando se insulta, generalmente se señalan rasgos que se presuponen una debilidad. Lo afro aún es motivo de insulto. Por eso me preguntaba en mi artículo anterior si ¿estamos preparados para reírnos de nosotros mismos o más bien aún nos falta por apreciar en toda su dimensión lo que hasta ahora nos han dicho o hemos entendido que es feo o ridículo?


Antoinette T. Soler

Directora y creadora de Afroféminas

Y quien os responde en forma de «periódico» en el IG cuando el debate se pone bueno 😅

Licenciada en Filosofía por la Universidad de La Habana. Consultora especializada en género y raza. Máster en comunicación de empresas por la Universidad de Zaragoza.



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5 comentarios

  • Lorena

    Yo provengo de familia mixta y mi pareja es blanca.
    Tengo la suerte de vivir en una ciudad en la que nunca, y no de que no haya, he sufrido ningún tipo de discriminación con mi pareja. Es más cada vez veo más parejas interraciales y me encanta. Lo anecdotico es que casi siempre piensan que somos de fuera tipo Holanda (País que me encanta precisamente por esa normalidad que tienen hacia el mestizaje, voy por la calle con la boca abierta de placer al ver a tantas parejas-familias mixtas.
    En cambio la que sufrió más fue mi madre por ser mujer blanca soltera con un bebe negro al juntarse con mi padrastro que también era blanco por parte de su familia que no lo aceptaba. El luchó mucho por el amor hacía mi madre y hacia mi. Nunca me falto el amor, fui su nina mimada y no tuvo más hijos porque decía que yo era su niña y era feliz conmigo.

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