viernes, diciembre 5

Cuando la historia que parece ajena revela la propia

Como mujer afrolatina migrante en Europa, nacida lejos de Estados Unidos pero descendiente también de personas esclavizadas, crecí escuchando historias fragmentadas, dispersas y a menudo silenciadas sobre el pasado colonial de América Latina y el legado de la esclavitud. La historia de la esclavitud en Estados Unidos siempre me pareció lejana, parte de otro relato nacional, con otras fechas, nombres y símbolos. Pero leer «El legado de la esclavitud. Cómo recuerda Estados Unidos su pasado más cruel», publicado en español por la editorial Capitán Swing, fue un punto de inflexión. La obra de Clint Smith me conectó con una historia distinta pero paralela, y me enfrentó con la crudeza de lo que también fue negado en mi propia historia. Este libro se ha convertido en una preocupación intelectual y emocional para mí, un impulso para buscar las verdades que además de ocultarse en los Estados Unidos, también lo hicieron en nuestras propias comunidades, moldeadas por el miedo, el racismo estructural y el olvido.



El libro lleva a los lectores en un viaje a través de Estados Unidos hacia sitios que, justo debajo de la superficie, albergan historias ocultas de esclavitud. Poeta y redactor de The Atlantic, la primera gran incursión de Smith en la escritura de no ficción aborda la inquietante y problemática historia de la esclavitud estadounidense y la antinegritud que aún perdura en sitios de memoria pública en todo el país. El legado de la esclavitud entra en escena como uno de los muchos libros publicados recientemente sobre la historia de la esclavitud en Estados Unidos, historias no contadas y monumentos/memoriales. Al igual que estas otras narrativas, Smith cuestiona si todos somos o no «solo retazos de las historias que nos han contado» a lo largo de los años. Plantea a los lectores, y a sí mismo, la pregunta: «¿Qué se necesitaría para que confrontes una historia falsa, incluso si eso significa destruir las historias que te han contado a lo largo de tu vida? ¿Incluso si eso significa tener que reexaminar fundamentalmente quién eres y quién ha sido tu familia?»

Desde la plantación de Thomas Jefferson, Monticello, y el cementerio de Blandford en Virginia, hasta la plantación Whitney y la prisión de Angola en Luisiana, Smith narra las historias que existen más allá de las páginas de los libros de texto y que suceden fuera de las aulas tradicionales. Si bien la mayoría de los capítulos se centran en lugares del sur, Smith también se aventura en la ciudad de Nueva York y Dakar, Senegal, para explorar los impactos extrarregionales y extranacionales de la esclavitud en la vida de la población negra fuera del sur de Estados Unidos.

Basándose en investigación histórica y de archivo, entrevistas con historiadores, guías turísticos y otros visitantes, Smith relata de forma visceral y emotiva historias no contadas y ocultas, junto con sus propias observaciones y sentimientos al encontrar estas narrativas en el presente. A través de estas revelaciones, el lector llega a comprender que, si bien se trata de historias pasadas, sus consecuencias han resonado en el presente. En pocas palabras, Smith deja claro que el pasado es todo menos pasado y que, mediante un proceso de indagación y descubrimiento, la historia puede comprenderse como algo vivo y palpitante.

Mientras reflexiona sobre el largo período de esclavitud en la prisión de Angola, Smith piensa en “todas las formas en que este país intenta silenciar las conversaciones sobre cómo el pasado ha moldeado el presente” y cómo “se hace parecer que la esclavitud ocurrió en una era prehistórica en lugar de hace solo unas pocas generaciones”.


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En una entrevista con John Cummings, el anciano propietario blanco del Museo de la Plantación Whitney, Smith escribe sobre el momento en que Cummings experimentó la sensación de «descubrimiento de la ignorancia» y cómo las preguntas «¿ Cómo pudo pasar esto sin que yo lo supiera? ¿Cómo pudo pasar esto? » comenzaron a atormentarlo. Esta inquietud lo llevó a abrir la Plantación Whitney, la única antigua plantación en Luisiana dedicada exclusivamente a la esclavitud.

Cuando Smith asiste a un acto conmemorativo en el cementerio de Blandford organizado por los descendientes de Veteranos Confederados, escribe que «sintió una rigidez en los músculos de la boca, músculos que desconocía». La tensión de estar en semejante lugar provoca en Smith una respuesta corporal inesperada que los lectores perciben a través de la palabra escrita.

Estas variadas historias, tomadas todas juntas, construyen un tapiz profundo y perturbador que, aunque anclado en lugares emblemáticos del sur de Estados Unidos, interpela a cualquiera que haya heredado los silencios del pasado esclavista, incluso fuera de ese país. Para quienes vivimos con una memoria fragmentada por la diáspora, El legado de la esclavitud ofrece una contranarrativa a la historia oficial estadounidense, pero también es una invitación urgente a escarbar en nuestras propias historias nacionales y familiares. Como señala Smith al final del libro: «En algún momento, ya no se trata de si podemos aprender esta historia, sino de si tenemos la voluntad colectiva de afrontarla». Y esa voluntad no conoce fronteras. Reconocer estas verdades, hacerlas parte de nuestro imaginario colectivo y permitir que transformen nuestra forma de ver el mundo es nuestro desafíol. Porque el pasado no es solo pasado.


Elvira Swartch Lorenzo

Colaboradora



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