Angela Patton, fundadora de “Camp Diva Leadership Academy” y directora ejecutiva de Girls For A Change, es un faro de esperanza. Su trabajo transformador, cuyo objetivo es preparar a “las niñas negras para el mundo y al mundo para las niñas negras”, ha sido fundamental para generar un cambio cultural y sistémico en Estados Unidos durante más de dos décadas. Sus enfoques innovadores no solo han recibido numerosos premios y reconocimientos, sino que también han empoderado a las jóvenes negras para que aprovechen su brillantez y decidan cuál es la mejor manera de cambiar sus vidas y comunidades.
“Las mujeres negras suelen ser retratadas como personas excesivas. Hacemos demasiado, somos demasiado y ocupamos demasiado espacio. Debido a estas creencias sociales, cuando las niñas y mujeres negras deciden hablar por sí mismas, se las ve comos ruidosas y descaradas. Esta sensación de tener que estar siempre pendiente de la propia conducta para que los demás se sientan cómodos puede generar sentimientos de ansiedad, baja autoestima y decisiones poco saludables”, explicaba Patton en una publicación en su sitio web.
“Caminar por el mundo con la mentalidad de que no puedes ocupar un espacio te priva de la capacidad de ser tú misma, amarte a ti misma o hacer por ti misma. Como líder, organizadora y activista por las niñas negras, quiero ofrecer un espacio para que las niñas sean audaces, se hagan oír y, lo más importante, que se las vea. Girls For A Change alienta a las niñas a ser honestas y respetadas, y a amarse a sí mismas y a los demás”, continua.
En 2008, Girl Action Team de la Camp Diva Leadership Academy estableció el “Fin de semana de cita con papá”, una iniciativa que reunió a padres e hijas para un fin de semana comunitario lleno de diversión con cena y un baile padre-hija. Si bien el baile fue un éxito, algunas de las niñas se sintieron excluidas porque sus padres estaban encarcelados.
“¿Qué pasaría si hiciéramos el baile en la cárcel?”, preguntó un participante al equipo.
Esa pregunta fue la chispa que encendería “Un baile propio”. Las chicas terminaron escribiendo al ex sheriff CT Woody, del Centro de Justicia de la Ciudad de Richmond, quien les concedió la oportunidad de que sus padres encarcelados disfrutaran de un baile por la tarde en la cárcel con sus hijas. El baile se llevó a cabo dentro de un centro penitenciario y los padres, madres/tutores e hijas pasaron semanas preparándose para hacerlo, participando en “círculos de sanación comunitaria dirigidos por facilitadores capacitados”. El objetivo era fortalecer las relaciones familiares y mejorar la conexión entre los padres y sus hijas. Los hombres pudieron vestirse con atuendos semiformales y disfrutar de una cita de una hora, con una comida, comedia en vivo, juegos, un baile y otras actividades sin barreras físicas.
Finalmente, Patton también llevó su trabajo a Washington, DC. La directora de cine Natalie Rae descubrió el trabajo que Patton estaba haciendo a través de su charla TED y finalmente se acercó a ella y le pidió filmar uno de estos bailes. El resultado fue un viaje de ocho años y la película “Hijas”, que se estrenó en el Festival de Cine de Sundance de 2024 y ganó los premios “Festival Favorite” y “Audience Choice: US Documentary Competition”.
Patton codirigió la película junto a Rae y ha recibido excelentes críticas. The Daily Beast dijo de ella que es una película «que todo padre debe ver» y los críticos le dieron una puntuación perfecta del 100%, según publica Forbes. La película sigue a cuatro niñas y sus padres mientras se preparan para el baile en la cárcel de DC. Patton hace una aparición en la película, reuniéndose con los padres y sus hijas mientras trabaja para sanar la unidad familiar, enfatizando la importancia de que los padres se presenten, incluso desde detrás de las rejas. Una montaña rusa de emociones, la película resalta el trabajo necesario que Patton ha estado haciendo durante décadas.
Un análisis del Departamento de Justicia de los Estados Unidos sobre las tasas de reincidencia actuales en 24 estados muestra que el 43 por ciento de las personas que estuvieron encarceladas fueron arrestadas nuevamente en el plazo de un año. En comparación, el 95 por ciento de los padres que participaron en el programa de Patton no volvieron a prisión después de su liberación. La organización seguramente está orgullosa de esta estadística, que sin duda está mejorando las vidas de los padres, las hijas y la comunidad negra en general.
“No se puede negar que la relación de una mujer con su padre es una de las más importantes en su vida. La calidad de esa conexión, buena, dañada o no, afecta poderosamente a los padres y a las hijas de diversas maneras. El efecto de un padre en el bienestar psicológico y la identidad de su hija es de largo alcance. La sensación de identidad de una hija, por ejemplo, a menudo está relacionada con la forma en que su padre la ve. Una niña tiene más posibilidades de convertirse en una mujer segura de sí misma si tiene un vínculo estrecho con su padre”.
“Hijas” ya está disponible en Netflix.
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