A medida que termina la temporada y se espera un regreso vacacional de cambios e incertidumbres, queremos haceros una reflexión.
No anhelamos parar. Muy al contrario, nos sentimos indignadas por la violencia continua, el desprecio, la violencia y la injusticia que se desarrolla a todos los niveles hacia las personas negras y racializadas. Estamos consternadas por la indiferencia hacia el sufrimiento humano que presenciamos a diario. Estamos indignadas por la campaña ultraconservadora puesta en marcha para proteger a la blanquitud y sus privilegios. Estamos en guardia contra el control que se pretende hacer de la educación y de las materias que se estudian para que las futuras generaciones sean más reaccionarias y racistas. Estamos horrorizadas por los retrocesos para las mujeres que se están planificando en materia de libertad reproductiva y que se llevarán a cabo si finalmente la derecha más extrema accede al poder. Estamos muy cabreadas por la ofensiva de la extrema derecha. Cada uno de estos asuntos y otros muchos más son una amenaza activa para lograr una democracia real y plural.
Pero necesitamos descansar. Lo hacemos no sin temor, ya que descansar en estos tiempos precarios se puede interpretar como dejar la lucha. Estamos preocupadas de que la sugerencia de descanso, cuidado personal y comunitario sea un error para las luchas implacables de estos tiempos.
Todos merecemos un lugar tierno para dejar nuestras cargas
Este año trajo un panorama político muy virulento y divisivo en el que el compromiso con el servicio público y la dignidad humana se ha visto ensombrecido por la codicia, el poder personal y un absoluto desprecio por la vida humana y la tierra que nos sostiene a todos. Actualmente estamos siendo testigos de ataques directos en nuestra sanidad, educación, derechos y libertades, conquistadas con mucho sufrimiento.
Esto no es un juego. Las alarmas hace tiempo que están activadas. Peor sabemos que nuestro trabajo es una lucha prolongada. Como decía Mandela:
«El camino que tendremos que recorrer no será fácil. Todos sabemos con qué empecinamiento el racismo puede aferrarse a la mente y con qué profundidad puede infectar el alma humana. (…) Por dura que pueda ser esta batalla, no nos rendiremos. Sea cual fuere el tiempo que requiera, no cejaremos en nuestro empeño. El hecho de que el racismo degrade tanto al perpetrador como a la víctima nos exige que, para ser leales a nuestro compromiso de proteger la dignidad humana, luchemos hasta lograr la victoria».
Lo que elegimos ser, hacer, resistir, proclamar y exigir en este momento es importante para el futuro.
Puede parecer una contradicción, pero ahora debemos descansar. El descanso y la reflexión pueden alimentar el tipo de compromiso que se requiere de Afroféminas. El descanso nos permitirá ver más allá del dolor y la injusticia y ampliará nuestra visión, permitiéndonos comprobar las victorias que hemos obtenido gracias al poder y la eficacia de la construcción de las alianzas. El descanso y la reflexión nos ayudan a darnos cuenta de que no estamos solas en este trabajo, que la lucha por la libertad no es una búsqueda individual sino una acción colectiva. El descanso nos brinda una perspectiva desde donde ver las grietas en esa oscuridad que parece cubrirlo todo.
Tu compromiso con tu bienestar es parte de la revolución.
El descanso es reparación, un acto de libertad y resistencia.
Afroféminas cierra por vacaciones. Volveremos el 16 de agosto.
Seguiremos publicando en redes, pero con menos asiduidad.
Responderemos solo lo urgente en afrofeminas@gmail.com
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