jueves, diciembre 12

Las mujeres negras y su camino a la felicidad


Hace unas semanas, en Inglaterra, estuve hablando con una joven negra veinteañera. En nuestra conversación la chica me estaba contando lo que ganaba trabajando, como era agotador tener que trabajar tan duro y que todo el esfuerzo parecía que no fuese suficiente para convencer sobre su competencia, esmero, buen hacer … como no importa lo mucho que se aprenda, nunca es suficiente…

Una joven negra de 21 años en otro país, otro continente me dijo esto hace unas semanas …

Y me encontré allí en cinco segundos congelados, viéndome exactamente en el mismo lugar en el que ella está: mirando mi propia vida de mujer negra adulta  y me di cuenta de que todavía soy cuestionada, disminuida, invisibilizada … durante 5 segundos me encontré allí en ese lugar en busca de la respetabilidad …

Me vi a mi misma, me encontré buscando, pero no encontrando un final feliz  para contar. Me vi en busca de ese final que todas nosotras, las mujeres negras, al que en algún momento de nuestras vidas queremos llegar y no conseguimos. Llegar a ser respetadas totalmente, a no tener que convencer a nadie de que si , que somos competentes, a que la gente no dude de nuestras cualidades, que no nos den los solamente los trabajos que nadie quiere, que nadie agarre fuerte el bolso o cambie de acera cuando pasemos al lado, que nadie se ria de nuestro cabello.



Me miré y vi estas historias en mi memoria y en la actualidad … y me di cuenta que a pesar de los años que nos separan, nuestras historias de supervivencia siguen siendo las mismas. Historias sin final feliz.

Hay una conexión entre mi y esta joven negra de la historia. Una historia que nos une en el camino.  Una historia de lucha, pero también una historia de apoyo a su pelea … una historia que le permite conectarse con su fuerza, su grandeza, construir sus certezas, ya que a veces eso es lo que las mujeres negras en la diáspora pueden ofrecer las unas a las otras… la certeza de que nos encontraremos en el camino  y a pesar de que todas las dudas del mundo están sobre nosotras, en nuestro proceso de empoderamiento, nos apoyamos mutuamente para averiguar lo que somos y separamos lo que es nuestro de lo que es de otros. Para tener la seguridad de ser mejores y desarrollarnos más, y por lo tanto no tener que ser confirmadas por el aspecto y los parámetros de otros. Unidas, como se dice en «La Marcha de las mujeres negras: una empuja y lleva a la otra»

Y así seguimos, resistiendo e intentando en este camino construir la felicidad y la buena vida para nosotras mujeres negras, porque es nuestro derecho.


Viviana Santiago

Activista afrobasileña. Creadora del Blog Palavra de Preta



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7 comentarios

  • Hola, me sensibiliza este post. Estoy de acuerdo. Soy blanca y siempre me ha causado molestia el tema de herir a los demas… Para mi ustedes son preciosas por eso en Annaisha, mi blog queremos reforzar es la escencia como tal de la mujer. No importa el color que sea o estatus. Todas debemos valorarnos como somos. Gracias por existir. De verdad, ademas eres bella.

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