sábado, diciembre 21

Esclavitud y avances médicos

Joel Ripka y Naomi Lorrain en «Detrás de la sábana» obra de teatro que cuenta la historia del terrible doctor Sims, considerado padre de la ginecología y que experimentó con mujeres esclavizadas. Foto de Sara Krulwich

Hay una historia no contada entre esclavitud y medicina y el papel decisivo que desempeñan los africanos esclavizados, tanto vivos como muertos, en el desarrollo de los avances médicos. Se trata de una historia de coacción, de la que emergen sus voces desde el pasado.

El desarrollo de la medicina estadounidense se debe, en una parte vergonzosamente grande, a las nuevas prácticas médicas y teorías utilizadas por los médicos blancos para tratar los cuerpos negros en las plantaciones, en experimentos realizados en los cuerpos de los esclavizados.

Los sujetos esclavizados fueron mercantilizados y medicalizados entre los siglos XVIII y XIX. Hay una historia de los experimentos médicos que desarrolló la ciencia médica a expensas de los cuerpos negros, pero también a pesar de la resistencia de los esclavizados frente a la objetivación de sus propios cuerpos. Esto revela las relaciones de poder inherentes a la producción de conocimiento médico. También muestra el papel decisivo que el cuerpo negro creado por la medicina y el mercado desempeñó para afianzar la jerarquía racial, principalmente en los Estados Unidos.

La ciencia ginecológica

Los experimentos médicos en mujeres negras entre 1800 y 1850 fueron la piedra angular de los fundamentos de la ciencia ginecológica, bajo los auspicios del doctor J. Marion Sims de Alabama.

Para hacernos una idea de lo que esto significa hay que entender las terribles condiciones de vida de las mujeres negras esclavizadas, así como en la violencia sexual y la política reproductiva. La medicina reproductiva fue clave para mantener la esclavitud y garantizar su éxito. Las observaciones médicas de los médicos como Sims, que eran principalmente hombres blancos de la élite social, económica e intelectual del sur estadounidense, afectaron los flujos de los mercados de esclavos del país: decidían el precio de cada mujer vendida, de acuerdo con sus cualidades reproductivas. Pero los cuerpos de los esclavos no eran solo capital económico para los dueños de las plantaciones blancos, sino también capital «médico» para los médicos que querían hacer sus prácticas científicas.

Las experiencias de las mujeres negras en las plantaciones deben verse en relación con los esfuerzos de los dueños de la plantación para aumentar su trabajo reproductivo y el beneficio potencial que representaban para la infraestructura esclava en el Sur. La horrible explotación sexual sufrida por los esclavizados a menudo iba de la mano con las exploraciones médicas y publicaciones que medicaban las agresiones sexuales y sus efectos físicos en las mujeres. 

Los cuerpos de las mujeres negras eran concebidos como «extraños y patológicos». Las creencias médicas sobre la existencia de diferencias biológicas inherentes entre las personas negras y las personas blancas coexistieron con los médicos blancos que realizaban experimentos médicos en cuerpos negros para producir una ciencia universalmente aplicable. Lo curioso radica en el hecho de que los médicos concibieron los cuerpos de los esclavizados como diseñados naturalmente para tener hijos y, por lo tanto, particularmente saludables, físicamente hablando, al mismo tiempo que se cree que son biológicamente inferiores. Una de las funciones más importantes del cuerpo negro objetivado para los médicos blancos era que las mujeres negras eran usadas en gran medida en beneficio de la salud reproductiva de las mujeres blancas.



Los médicos blancos pensaban que las mujeres negras eran cuerpos en los que las enfermedades podían localizarse y problematizarse, formando así la quintaesencia de la enseñanza médica y el consumismo del siglo XIX .

Los experimentos llevados a cabo en mujeres negras en las plantaciones para lograr avances ginecológicos son solamente parte de la historia de múltiples facetas de los médicos blancos que explotan a los esclavos con fines científicos. Para aprender las prácticas médicas en situaciones de la vida real, los médicos a menudo asistían a clases de anatomía impartidas en escuelas de medicina. En todo Estados Unidos, estas clases frecuentemente se basaban en diseccionar los cadáveres de los esclavizados.

Esto es solo una pequeña parte de los vínculos entre la esclavitud y la medicina. Esta historia nos habla de cómo se biologizó lo social, cómo se controlaron los cuerpos y cómo la esclavitud mantuvo su explotación de los cuerpos de trabajo.

Revisar la forma en que los cuerpos negros se mercantilizaron y medicalizaron nos sirve para analizar mejor el racismo sistémico que sigue siendo estructural en las instituciones médicas de hoy.


Fuentes:

Deirdre Cooper Owens, Medical Bondage Race, Gender, and the Origins of American Gynecology (Athens: University of Georgia Press, 2017)

Rana A. Hogarth, Medicalizing Blackness: Making Racial Difference in the Atlantic World, 1780-1840 (Chapel Hill: The University of North Carolina Press, 2017)


Elvira Swartch Lorenzo

Colaboradora.


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