El blackface tiene muchos caras, y en casi todas la invisibilización, humillación y estereotipación de los cuerpos negros está presente. Pero me centraré en los medios audiovisuales y lo llevaré al programa de éxito “Tu cara me suena” de la televisión en España que estrena nueva temporada estos días.
En numerosas ocasiones he tenido que explicar a mis amistades blancas el porqué de mi enojo e indignación al ver imitaciones de artistas afrodescendientes en televisión con blackface incluído en el pack. Es algo bastante inútil y muy pocos consiguen empatizar conmigo, ya que desde el privilegio es difícil reconocer el dolor del otro en un mundo diseñado para el disfrute blanco.
Voy a hacer el enésimo intento, con un poquito de historia, un poquito de docencia y además de una explicación interesante. Escuchad amigos a esta negra, vais a aprender mucho.
En “El nacimiento de una nación” D.W. Griffith (un racista de tomo y lomo) pintó actores blancos para caracterizarlos como negros, que además eran los villanos de la historia. La cinta era un alegato en favor del Ku Klux Klan. Corría el año 1914 y el blackface en los albores del cine norteamericano era más que usual. No había actores negros, la comunidad afroestadounidense acababa de salir de la esclavitud apenas unas décadas antes y tardarían mucho a empezar a normalizar su propia existencia en libertad.
Todo venía de atrás. A finales del siglo XIX existió un subgénero cinematográfico llamado «watermelon pictures» (películas de la sandía). Consistía en caricaturas cinematográficas sobre la vida de los afroestadounidenses, que mostraban supuestos hábitos típicos y estereotipados como comer sandías, bailar el cakewalk y robar pollos. Los personajes afroestadounidenses eran inicialmente interpretados por actores negros, pero muy pronto fueron reemplazados por actores blancos que usaban blackface. Los blancos no querían ver negros en la pantalla ni en los teatros. Incluso se daba el caso que algunos negros se cubrían de betún para poder actuar ante las cámaras.
En 1927 se estrenó “El cantante de jazz”, que es la primera película sonora y tiene un pedazo de blackface en el personaje Jack Robins. Que terrible coincidencia que la película que cambió el cine para siempre tenga una marca tan dolorosa del pasado en sus fotogramas.
Cuando hablamos de blackface no hablamos solo de ridiculización y estereotipación, también hablamos de representatividad. Una de las cuestiones más dolorosas de este pasado terrible y que más importan a los afroestadounidenses es que durante lustros se les negó su propia representación. Eran otros los que interpretaban su identidad y solo de esta manera podían aparecer. Porque la sociedad podía aceptar a un blanco pintado de negro, pero jamás a un negro pintado de blanco.
Y aquí es donde me encuentro viendo un especial navideño del programa de Antena 3 TV “Tu cara me suena” y pasan ante mis ojos incrédulos decenas de blackface. Desde Rihanna a Louis Amstrong. Desde Beyoncé a Wilt Smith.
¿Por qué ningún concursante es negro? ¿Ustedes que creen?
Soy bienpensada por naturaleza y como el programa me resulta simpático pienso lo que muchos: será sin pretenderlo. Pero hace tiempo que dejé de ser una ingenua y sé que esas cosas no pasan en este país por casualidad. Decido acudir a los datos. Todo está en Google:
El concurso va por su octava edición de éxito. Ha tenido 72 concursantes desde 2011, todos blancos, con excepción de los hermanos Salazar, de la famosa saga familiar gitana del mundo de la música (Chunguitos y Azucar Moreno), de piel convenientemente clara. También ha habido decenas de invitados especiales (algunas figuras del mundo del espectáculo hacen actuaciones especiales durante los programas y se caracterizan como los concursantes). Jamás ha habido un concursante o invitado de piel negra.
Sin embargo, prácticamente en todos los programas hay uno o dos blackface. Sumando todas las emisiones habrán sido cientos. Han representado con la cara pintada de betún a muchísimos de artistas afrodescendientes. Nos han imitado hasta la náusea.
¿Creeis que es casual que la dirección del programa no haya invitado a participar a ningún actor, actriz, cantante o personalidad NEGRx en todos estos años?
Los que manejan, dirigen y organizan estos programas son blancos, sus productores son blancos, sus jefes blancos y su audiencia es mayoritariamente blanca. A toda esta gente blanca le resulta divertido ver a blancos pintados como puertas representando a Beyoncé o Michael Jackson. Pero esta gente les parecería grotesco ver a una persona negra pintada de blanco imitando a Madonna o Marisol.
A mi personalmente me resulta grotesco ver a blancos pintados de negro, pero entiendo que es parte del espectáculo de las imitaciones. El problema es que vivimos en una sociedad racista donde es imposible que salgan en televisión un hombre o mujer negrxs pintados de blanco. Así nosotros somos el objeto de mofa, sin participar en ella. Todo muy convenientemente racista.
No se quiere tener negros en el programa. A una audiencia blanca un negro pintado de blanco les incomodaría, les haría revolverse un poquito en sus sillas y mirarse en el espejo del racismo. Quizás les pareciera una gilipollez.
Lo entiendo. A mi me pasa lo mismo cuando les veo a ellos imitar a Beyoncé.
Marián Cortes Owusu
Educadora. En mis ratos libres redactora en Afroféminas
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