El 1 de noviembre en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), ubicada en Sánchez Loria 443 Ciudad de Buenos Aires, Argentina, se celebró la cuarta edición de “Noviembre Negro”, este ciclo que reúne intelectuales y activistas afro, sirvió como escenario para presentar el poemario “IMBA: Voces del tiempo” de la escritora afrovenezolana Lilian Ferrer.
El libro «IMBA: Voces del tiempo», de la escritora Lilia Ferrer devela en clave poética los crimenes de odio fundados en el color de la piel, ideas políticas y clase social.
Lilia Ferrer Morillo, nacida en la sierra coriana, al noroeste de Venezuela, lugar de la gesta heroica del zambo José Leonardo Chirino. La autorreferencialidad en los territorios y actores vinculados a la primera sublevación insumisa de los cimarrones ocurrida en 1795 en Macanillas, en las profundidades de la serranía falconiana, ha sido determinante en la necesidad vital de auto-narrarse desde la africanía que la habita.
Es este autorreconocimiento como descendiente de los primeros congos y loangos que fueron llevados, en diaspora obligada, al corazón del territorio que hoy conforma la República Bolivariana de Venezuela, unida a la necesidad vital de irrumpir las formas del silencio que perviven en comunidades afrodescendientes, donde residen las claves del giro epistémico que le llevan a poner en signos su genealogía afrodescendiente, entendida como un pasado con narrativas aún pendientes, un presente vital por relatar desde las propias voces y un futuro que cierre la deuda histórica con los pueblos oprimidos del mundo.
Ha participado en proyectos literarios de formato abierto y autoconvocados, uno de ellos, «Versar la Paz: Antología poética por la paz en Venezuela y el mundo» (Edición Militante, junio, 2019). Asimismo, participó recientemente en el «Festival de Poesía Realenga, capítulo Argentina», convocado por el Colectivo La Mancha (agosto, 2019).
Es autora del «Glosario afro-campesino de la Sierra coriana» (2018) y de un centenar de poemas y relatos breves publicados en formato abierto sobre lo que la autora denomina, la africanía que somos. Muchos de ellos presentados en «cumbres, palenques y quilombos», esto es, en cada espacio cultural y social y de afromilitancia donde las voces negras sean narradas.
Su más reciente proyecto literario, «IMBA: Voces del tiempo», devela en clave poética los crimenes de odio fundados en el color de la piel, ideas políticas y clase social. Es por ello que aprovechamos la ocasión para realizarle unas preguntas a la autora acerca de su más reciente proyecto.
¿Cuáles son tus impresiones, tus emociones, con el hecho de iniciar en noviembre negro publicando este libro?
Noviembre negro es el espacio-tiempo del no silencio, de la toma de la palabra por asalto, de subvertir las formas del silencio impuesto desde siempre, a la decisión política de que nadie hable por nosotros, por nosotras. Noviembre negro es el espacio del abrazo y del Encuentro, del autorreconocimiento amoroso. Es muestra de avance y del triunfo de la palabra resignificada y dispuesta para las luchas que nos damos los pueblos por vencer las opresiones que nos han sumido en el silencio.
¿Por qué el título «IMBA: Voces del tiempo»?
Imba estaba destinado a titularse «Fruta extraña» o «Fruta amarga» por el recuerdo y traída a presente del canto «Strange fruit» de la gran jazzista estadounidense Billie Holiday, quién se desbordaba en los escenarios neoyorquinos por un canto sobre frutas amargas, dolorosa metáfora sobre los cuerpos negros colgados y calcinados en los árboles del Sur segregado /que segrega. En Venezuela vimos esos mismos cuerpos quemados, ardiendo, humillados y descarnados por ser negros, pobres y ser o parecer «chavistas». Una misma línea de tiempo con nuestros cuerpos negros en el medio de la disputa.
El título muta a Imba al rescatar de un término doloroso y violento, «guarimba», la lexía «Imba», que es negra y originaria y que tributa y revierte todo el odio inoculado en el territorio violento que es la guarimba y que se constituyó en Venezuela en el patíbulo donde vimos cuerpos negros quemados, degoyados, desnudados y muertos por habitar esta piel heredada de africanía.
¿Quién hizo el prólogo?
El prólogo descansa sobre un trípode amoroso de escritores y referentes de la africanía situada en nuestra América. La poeta afrocolombiana Ashanti Dinah Orozco Herrera lo sostiene con su espiritualidad afro y sus saberes literarios desbordados en clave de mujer negra de todos los tiempos.
Es una escritora y activista afrofeminista de alto renombre que integró la Organización Social de Comunidades Negras Ángela Davis en Barranquilla. Es Magíster en Literatura Hispanoamericana del Instituto Caro y Cuervo. Es Santera, practicante de la Regla de Osha en la tradición espiritual afrocubana y es además Vicepresidenta de la Fundación Macondo y Son.
Jesús Chucho García también prologa esta poética necesaria y nuestra como referente y afroactivista nacido en Barlovento, tierra dispuesta frente al inmenso Caribe negro venezolano. Es autor de 22 libros sobre temas afro, ha ocupado funciones diplomáticas en países de África y en el corazón negro estadounidense. Para Chucho, Imba hace parte de la rebelión de los Mfumbis (espíritus) Kongo en Venezuela y él acompaña y motoriza tal rebelión.
Como en un trípode en el que todos sus soportes son esenciales, me acompaña también el querido hermano haitiano Henry Boisrolin, de quien registro una hermosa bio publicada sobre él por la revista «Intersticios de la política y la cultura. Intervenciones latinoamericanas». Henry es Bachiller Filosófico Matemático por el Estado Haitiano. Es además Profesor en el Instituto Superior de Lengua y Cultura Aborigen (ICA) e integrante del equipo de profesores de Historia de la Cultura Latinoamericana de la Facultad de Artes (Teatro) de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Es un fundamental activista afro y coordinador del Comité Democrático Haitiano en Argentina.
¿De qué trata?
Como dice Chucho Garcia, Imba es la poética sobre la rebelión de los Mfumbis (espíritus) Kongo en Venezuela.
¿Quién hizo la tapa del libro?
El libro ha sido ilustrado por la dibujante Carla Minnelly, artista venezolana residenciada en Argentina. Carla tradujo bellamente con sus acuarelas y lápices todo este universo fueguil con sus negros, rojos y blancos en 22 dibujos que son también el poemario. La palabra escrita no alcanza aquí, se abraza y se construye con el dibujo, en el dibujo.
La tapa es una adaptación de uno de los dibujos de Carla y que estuvo a cargo de Andrea Hamid del Departamento de Coordinación, Diseño y Producción Editorial de Ciccus.
¿Es el primer libro que públicas?
No. He publicado libros académicos y científicos, como autora o coautora. Publicados en Venezuela, Colombia, España y Portugal. Pero, como dice una Mfumbis que es más una duendecilla amorosa de Ciccus, mi editorial en este proyecto, «a diferencia de las publicaciones científicas, la poesía muestra ese tu ser sensible y hasta vulnerable; nos muestra uno ante el universo». Así que este es como un primer libro.
«IMBA: Voces del tiempo» rescata morfema negros, heredado de lengua africanas y resinificado en cada verso la riqueza ancestral de la diáspora venezolana. En palabras de la prologuista ASHANTI DINAH OROZCO HERRARA “IMBA: Voces del tiempo, es un libro que desde la primera lectura te hace sentir la pulsión motora de una verdad que sale del papel, mientras que los personajes líricos te invitan a embocar su presencia en forma de poema. Me tocan duro en el interior, en la exacta medida para despertar a la existencia, con el arrojo que debemos tener, con un estilo marcado por un tono de narración en primera y tercera persona, como testigo o espectadora de la realidad, permite que el flujo de las voces anónimas de sus historias de vida y memoria podemos sentirlo latiendo piel adentro”.
Melina Schweizer
Periodista Dominico-Argentina, ciudadana y libre pensandora
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