He estado desde el martes en Huelva. Primero para presentar mi libro y luego, ayer viernes, para participar en un debate en un foro Iberoamericano.
Pienso en el dolor por el que tuve que pasar ayer y me da por pensar en lo doloroso que tuvo que ser para las mujeres negras que nos antecedieron que les arrancaran a sus hijos, ser tratadas peor que animales, ser excluidas de toda posibilidad de desarrollo personal y de oportunidad.
Las cosas han cambiado. Ahora no es legal echarte de los espacios, pero igual ya han encontrado una forma más sofisticada de hacerlo. En España actualmente, en el siglo XXI existe un sector y colectivo formado por hombres y mujeres que sienten profundo odio hacia nosotras. No te lo dirán, pero si muestras autoestima y orgullo por tu historia y discurso, te lo harán pagar muy caro incluso en actos institucionales. Ayer yo lo viví. Sólo faltó colgarme en la plaza del pueblo cuando dije:
1- La huelga feminista no habló con las mujeres encerradas en los CIES
2- Tampoco habló con las trabajadoras internas que trabajan en condiciones de semiesclavitud en el siglo XXI en ESPAÑA.
3- Tampoco denunció los niveles de racismo a los que somos sometidas las mujeres negras y racializadas que han estudiado a la hora de acceder a un empleo
4- Tampoco dijo nada sobre la Racialización de la educación.
5- Ni mucho menos combatió los registros policiales abusivos y racistas a los que se ven sometidos nuestros hijos adolescentes, los jóvenes racializados incluso saliendo del Instituto.
Para todas las personas sentadas allí como ponentes como yo, todo esto eran cuestiones menores. Eran asuntos con poca relevancia.
Para estas personas, muy poderosas y de «izquierdas», era normal que en un evento sobre Iberoamérica, las ponentes latinoamericanas y sobre todo las asistentes fuesen inexistentes; era normal también decir que no se podía caer en especificidades en las huelgas, que los afrodescendientes somos pocos y por tanto nuestras demandas no eran prioritarias; era normal decir que Afroféminas era una página excluyente porque al parecer para ellas también es irrelevante el privilegio y la desventaja que ha provocado la colonización y una de sus caras actuales: la inmigración. Eran normal machacar, mandarme a callar e insultarme «de buenas maneras».
Al terminar la «tortura», cuando habían dejado claro que nuestra historia y referentes NO eran tan importantes como los suyos pese a mi absoluta oposición; cuando ya habían hecho el suficiente bullying, una joven feminista blanca, se acercó a mi a pedir disculpas prácticamente por todo Huelva. Me preguntó muy preocupada si yo estaba bien, y lo hizo porque aquello podía terminar en que a mí me diese un infarto.
Yo estaba fuerte, a mí no me van a doblegar, pero después en la soledad de aquel hotel donde permanecí 4 largos días, cuando comencé a recordar con mucha rabia, todo me calló encima. Sin embargo, intentaba pensar que pese a que yo no merecía violencia por mis ideas, nadie la merece, los y las antepasadas lo pasaron mucho peor. Intentaba descifrar como Mandela encontró GENEROSIDAD ante la violencia. Juro que intento buscar ese punto siempre porque yo soy paz y no soy capaz de odiar ni de pedir revancha. Creo en ese punto medio que no logro encontrar, no soy capaz de verlo ahora mismo.
Todo esto pasó en el sitio dónde Colón partió, dónde comenzó la opresión cultural más dura que ha podido existir en Latinoamérica. Entonces esas tierras no eran país para negras, ahora, si depende de las instituciones de Huelva, tampoco.
Ayer lo dije y hoy lo repito. Pido vuestro apoyo en las otras presentaciones del libro. No me cabe en la cabeza que terminemos como un gueto por el racismo más feroz con nombre de hombres y mujeres. No me cabe en la cabeza que tengamos que actuar como disidentes, luchando e intentando no ser torturadas por nuestras ideas.
Estaré en Terrasa, Barcelona y Madrid.
Agradezco a María por ayudarme a salir de allí. Por arroparme y acompañarme en un momento tan duro y humillante.
Agradezco también a todas las personas de Huelva que a modo personal han apoyado después que hice público lo sucedido.
Gracias Obbatala por darme la fuerza que a veces no logro encontrar. Gracias a todes.
Antoinette T. Soler
Directora y fundadora de Afroféminas
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[…] epistemológico muy similar al que hallé en Teatro español en el año 2017 y aún más burdo en Huelva en el 2018, un racismo rancio y primario apoyado por una política de PSOE, periodistas “de izquierdas”, […]