Ser o no ser en los medios

Recientemente asistí a la mesa “Medios de Comunicación” durante el evento AfroMadrid 2015. Tenía muchas expectativas. Creo que la acción mediática para resolver el tema de la visibilidad afro es fundamental.

Siempre digo que la toma de consciencia del término maltratador o la conquista del matrimonio gay, independientemente de la voluntad política, los medios tuvieron un importante papel para socializar estos hechos. A día de hoy muchas personas conocen estos cambios y se toma partido gracias a ello.

En la mesa se habló de realidades como que no interesa hablar de negros en los medios tradicionales y peor aún,  esto es así, según se planteó allí,  porque los directores de estas grandes firmas son blancos, les queda lejos esta situación y por tanto se da por hecho que  existimos según qué cosas se anuncie.

Ya había escrito sobre ello. Me quedaba claro que era muy difícil irrumpir en los medios con normalidad porque en la inmensa mayoría de los casos para que una persona negra aparezca en la televisión debe existir una justificación para ello. ¿Cuándo aparecemos? Tal como se comentaba en la mesa, cuando a los directores de periódicos les atacaba la consciencia al presentarse alguna  crisis con muchos afectados relacionada con África, recuérdese las niñas nigerianas en manos de Boko Haram;  cuando se habla de desempleo, en campañas de  ONGs y con suerte cuando hay un éxito deportivo o está de gira alguna cantante negra famosa.

Más o menos esos son los contextos donde aparecemos. Si no se dan pues se da por hecho que deben verse las personas normales. Entiéndase la ironía.

Personalmente creo que ni siquiera cuando hay buenas intenciones se acierta en la forma en que tenemos visibilidad mediática. Tenemos las redes pero a diferencia de como se pensaba en la mesa, para mí no son suficientes. Vivimos en democracias mediáticas, dónde  los presidentes (excepto a Rajoy) prefieren estar presentes y manejan muy bien sus tiempos. Continuar el  camino de las redes como el único camino, lejos de ser una oportunidad y el espacio del futuro, más bien lo veo como el sitio marginal donde no hay manera de controlar qué aparece y qué no.

Hay ejemplos claros que demuestran cómo un hecho expuesto en los medios puede revolucionarnos como sociedad, pasar de un fenómeno mediático a un triunfo sociológico.  Nunca olvidaré el testimonio de Iñaki Rekarte, el ex etarra. Estoy segura de que la sociedad española nunca olvidará esta entrevista tan dura y reveladora que nos regaló Jordi Évole en Salvados. Hay un antes y un después al escuchar este testimonio. Se dijo a sí mismo racista, aceptó públicamente que lo que hacía, lejos de lucha armada u otros eufemismos, no fue otra cosa que asesinar. Dijo que el nacimiento de su hijo y su mujer, para mayor ironía de Cádiz, fue lo que le hizo reaccionar. Pocos años atrás, una entrevista como esta era inconcebible en los medios de comunicación españoles. Representan esos pocos momentos en los que se hace televisión a contracorriente, de verdad y con todas las consecuencias.

Y es lo que espero de los medios tradicionales españoles cuando de negros y negras se hable. Se puede hablar de ciencia entrevistando a una mujer negra. Se puede preguntar a cualquier inmigrante negro en la calle sin que la pregunta esté limitada a su condición de extranjero. Se pueden hacer tantas cosas… Los grandes cambios comienzan con sutilezas como estas. Espero pacientemente que algún día alguien se atreva.

Autora: Antoinette Torres Soler. Afroféminas

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