lunes, febrero 17

El ninot de Vinícius no es sátira, es racismo


El racismo en España no se manifiesta únicamente en los insultos vomitados desde las gradas de los estadios, sino que también se encuentra institucionalizado en sus festividades y tradiciones, como se ha evidenciado nuevamente en las Fallas de Valencia. Este año, el evento ha optado por llevar la supuesta sátira a un nuevo nivel de crueldad al incluir un ninot del futbolista Vinícius Jr., caricaturizado con rasgos exagerados y sosteniendo un excremento dorado, en un ataque que no disimula su desprecio racial. La razón detrás de la «crítica deportiva» no es más que una excusa para ocultar la violencia simbólica dirigida hacia un futbolista negro que ha denunciado el racismo en el fútbol español en varias ocasiones.

La infame creación de Víctor Navarro, llamada «Cagalló d’Or», se ríe abiertamente de Vinícius Jr., menospreciando su persona con una representación repleta de connotaciones despectivas y usando mensajes que tildan al futbolista de «victimista». No es por casualidad que sea un ninot y que sea en Valencia, donde en 2023 los seguidores de Mestalla cantaron gritos racistas contra el jugador brasileño en un evento que intentaron invisibilizar los medios deportivos locales y las entidades responsables de garantizar la justicia y la seguridad en el fútbol. Este ninot no es una sátira: representa un ataque deliberado contra Vinícius y, por lo tanto, contra la comunidad negra en España.

No se puede ignorar que este tipo de «crítica» nunca se dirige a futbolistas blancos con la misma intensidad. Los futbolistas europeos tienen la libertad de expresar su frustración o quejarse sin ser catalogados como «llorones» o «victimistas»; sin embargo, cuando un jugador negro lo hace, el discurso se transforma y se le tacha de exagerado, de querer captar la atención o de aprovecharse del sistema. Es la misma historia colonial de siempre: se nos priva del derecho a sentir indignación, se espera que seamos sumisos y agradecidos, aun cuando se nos ofende públicamente.

Los creadores dela asqueroso ninot racista dicen que la figura es parte de la tradición satírica de las Fallas, sin tener en cuenta que la sátira no debe ser una justificación para la discriminación racial. Sin embargo, la tolerancia que aún se muestra hacia este tipo de representaciones es la evidencia de que en España el racismo permanece como un fenómeno estructural. Si Vinícius Jr. fuera un futbolista blanco, este muñeco no habría tenido razón de ser. No se habría visto como apropiado caricaturizarlo con el propósito de menospreciarlo de esta forma.

El silencio de las entidades y autoridades deportivas en el Estado Español frente a esta insultante representación refuerza la percepción de que el racismo hacia los futbolistas afrodescendientes es una conducta tolerada, e incluso aplaudida en ciertos ámbitos de la sociedad. Los procesos legales iniciados después de los insultos en Mestalla han tenido escasa relevancia, y la ausencia de penas ejemplares ha hecho posible que continúen ocurriendo situaciones similares.

El problema estructural del racismo en el fútbol

Vinícius Jr. ha sido objeto de múltiples ataques racistas en España, tanto dentro de los estadios como en los medios de comunicación y en las plataformas sociales. La aceptación que aún permite que se menosprecie a un jugador por su color de piel evidencia que el fútbol español enfrenta un serio problema de racismo que no se está tratando con la atención que requiere.

El debate en las redes sociales tras la presentación del ninot indica que la sociedad está muy fragmentada respecto a su percepción del racismo. Mientras algunos ven la representación como un acto de libertad de expresión, otros critican la hipocresía de una sociedad que acepta tales abusos y luego se indigna cuando se habla del racismo. Si España continúa permitiendo que el odio racial se presente como sátira, estará enviando un mensaje evidente: la discriminación es un aspecto aceptable de su identidad cultural.

Las Fallas de Valencia han demostrado nuevamente que el racismo en España continúa disfrutando de completa impunidad. Esta representación de Vinícius Jr. no es una crítica deportiva ni una broma inocente, es una agresión racial camuflada como sátira. Mientras las instituciones no tomen medidas contundentes contra este tipo de agresiones, el mensaje permanecerá inalterado: la comunidad negra en España puede ser objeto de burla y menosprecio sin repercusiones. La cuestión es: ¿hasta qué momento continuará España ignorando la situación?

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