Las actitudes y conductas racistas están ampliamente extendidas entre los cuerpos policiales de los países de la UE, denuncia un informe que señala la falta de datos y de una legislación eficaz, o problemas en su aplicación, como los principales obstáculos para atajar el problema.
«El racismo en la Policía tiene efectos de largo alcance, pues alimenta la exclusión social y perjudica la confianza en las fuerzas policiales», señala ese trabajo, publicado esta semana por la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE.
La FRA, con sede en Viena, afirma que hay «indicios de discriminación racial y étnica generalizada y persistente por parte de las autoridades públicas, incluida la elaboración de perfiles raciales por parte de la policía», tal y como muestran las investigaciones hechas tanto por organismos públicos, la sociedad civil o los medios.
«Comentarios racistas, paradas más frecuentes e incluso violencia: así es como viven la Policía en Europa las personas de distintos orígenes étnicos», resume la situación la FRA.
«Los incidentes de elaboración de perfiles étnicos y uso excesivo de la fuerza son expresiones de racismo en el ámbito policial que los países de la UE deben abordar», señala al respecto Sirpa Rautio, directora de la FRA.
Pocos casos registrados y menos investigaciones
Sin embargo, señala este organismo de la UE en su informe titulado ‘Abordando el racismo en la Policía’, el número de casos registrados oficialmente es muy bajo, lo que «hace imposible evaluar la naturaleza y prevalencia del problema».
Así, entre los años 2020 y 2021, los últimos de los que aparecen datos en el informe, se produjeron 495 denuncias o investigaciones en los trece países, de los veintisiete de la UE, que facilitaron datos.
El 70 % de esos casos provienen de Alemania y Países Bajos, dos de los tres únicos países que publican datos de forma regular.
De hecho la FRA destaca que pocos Estados miembros registran incidentes de presunto racismo en la Policía como categoría específica o tienen datos oficiales sobre incidentes racistas y discriminación en los que estuviera implicada.
En los datos oficiales llama la atención el aún menor número de investigaciones iniciadas o de agentes sancionados por estos episodios.
La FRA advierte de que estas cifras tan bajas no significa que no haya racismo en las policías de los países de la UE, sino que la mayoría de casos quedan sin denunciar, bien porque las víctimas no saben dónde hacerlo o no creen que vaya a servir de algo, o porque en los cuerpos de seguridad no hay medios o voluntad para registrarlos.
Respecto a la legislación, la FRA señala que aunque los 27 miembros de la UE incluyen en sus constituciones la prohibición de discriminación por motivos de raza o etnia, en sólo nueve la legislación policial se refiere específicamente a ello.
Perfiles raciales
La FRA se refiere a la elaboración de perfiles raciales (racial profiling), es decir, la categorización de personas en función de su raza, y recuerda que estudios anteriores muestran que los negros, asiáticos y gitanos que viven en la UE tienen más probabilidades de ser parados y cacheados por la policía que la población general.
El informe indica que sólo tres países contemplan sanciones agravadas cuando los funcionarios públicos discriminan y sólo Finlandia y Alemania se refieren en sus normas específicamente al problema de los perfiles raciales.
Ante este escenario, la FRA recomienda a los países de la UE que refuercen la prohibición de discriminación racial en sus legislaciones y mejoren la recolección de datos sobre abusos.
Además, pide que los Estados tomen medidas para que los cuerpos policiales sean más diversos, tanto mediante cursos de formación como con campañas de reclutamiento que animen a ciudadanos de minorías étnicas o de origen inmigrante a solicitar entrar en la Policía. Euro EFE
Descubre más desde Afroféminas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.