La estrella pop francesa de origen maliense Aya Nakamura, cuya posible participación en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París desató la ira de las fuerzas políticas de extrema derecha, le dedicó una canción a sus detractores.
Se trata de «Doggy», un tema con el que Nakamura, con su particular estilo de interpretación que suele mezclar palabras en francés con árabe e inglés, dándole a sus melodías el sonido del Rhythm and Blues, Zouk y Afropop, parece responderles.
«No tengo enemigos, son ellos quienes no me aman», afirma la cantante francófona más escuchada del planeta y la única mujer que figura entre los 20 álbumes más vendidos en Francia en 2023, al responder a la ola de «indignación» que generó su posible presencia en la apertura de los Juegos Olímpicos.
Es justamente su estilo el blanco de las críticas de una extrema derecha que no tolera su eventual participación en la cita interpretando un «cover» de una canción de la eterna Edith Piaf, aunque ni ella misma, ni el presidente Emmanuel Macron, quien se lo habría propuesto, lo confirmaron oficialmente.
En su nuevo tema, Nakamura le responde sin entrar en detalles, ni citarlos, a quienes la criticaron desde que la revista L’Express anticipó hace algunas semanas su posible participación en la ceremonia inaugural de los Juegos del 26 de julio.
No parece ser necesario para reconocer que su canción apunta a Marine Le Pen, presidente en la Cámara de Diputados del partido «Rassemblement National» (Agrupación Nacional, ex Frente Nacional), y a su sobrina Marion Marechal, del partido «Reconquête!» (Reconquista) de Eric Zemmour, según la cual Nakamura no canta en francés.
Efectivamente, la artista conjuga en sus canciones la lengua gala con dialectos provenientes de los cuatro rincones del planeta, pues nació en Bamako, capital de Mali, hace 28 años y creció cerca de París antes de lograr su primer éxito mundial en 2018 con el hit «Djadja».
Su posible participación en la ceremonia inaugural de los Juegos de París, que se celebrará por primera vez en la historia fuera de un estadio y a orillas del río Sena, generó también una ola de insultos de tinte racista en las redes sociales, aunque también de amenazas que obligaron a intervenir a las autoridades.
Según una encuesta reciente, reflejó que una gran mayoría de los franceses concuerda con Le Pen, quien calificó la supuesta invitación de Macron a Nakamura para participar de la apertura de los Juegos como una «nueva provocación» del mandatario francés.
El sondeo arrojó que el 73 por ciento de los consultados considera que la cantante no representa a la música francesa, mientras que un 63 por ciento se opuso a su eventual presencia en la inauguración de la cita olímpica parisina. (Agencia ANSA).
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