miércoles, diciembre 4

El fútbol como santuario para jóvenes migrantes que llegan a Canarias


El “Proyecto Sansofé”, que significa algo así como “bienvenido” en el idioma de los aborígenes canarios, surge en 2021 mediante Pureza de María y la Delegación de Migraciones. Emerge de la experiencia directa en el campo profesional del Trabajo Social, enfocándose en la realidad de los Menores Extranjeros no Acompañados. Su objetivo principal es fomentar la integración sociocultural y la convivencia entre diferentes culturas, basándose en un enfoque cualitativo utilizando técnicas participativas, activas y de gamificación.

Busca crear un ambiente seguro y libre de prejuicios en el que los jóvenes puedan explorar y comprender tanto las similitudes como las diferencias entre sus sociedades de origen y la sociedad receptora. Proporcionar un espacio donde todos puedan expresarse sin temor a ser juzgados. Esta inclusión social se refleja también a través de la práctica de actividad física y deportiva.

Centrado en la isla de Tenerife, un punto de paso común para muchos de estos menores, el propósito es que se adapten a la nueva sociedad sin renunciar a su identidad cultural. A base de construir un entorno inclusivo y libre de racismo. Además, el proyecto tiene como meta proporcionar herramientas que les faciliten su proceso de emancipación, respetando siempre su derecho a migrar y a construir un futuro digno en su nuevo hogar.

Las sesiones de entrenamiento del proyecto futbolístico son dirigidas por dos entrenadores, uno de ellos es el exjugador del CD Tenerife Younousse Diop. Éstas se imparten en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Tenerife Javier Pérez y en las del Servicio de Deportes de La Universidad de La Laguna. Entrenan a menores de hasta 8 países africanos: Senegal, Mali, Gambia, Guinea Ecuatorial, Camerún, Sáhara Occidental, Guinea Bissau y Marruecos. Miguel Llorca, impulsor del Proyecto Sansofé y miembro del Aula de Estudios Africanos en la ULL, declara que “este proyecto surge a través de las clases de español, los chicos nos mostraron su inquietud y pasión por el fútbol, entonces nos planteamos la idea de formar un equipo en colaboración con el Servicio de Deportes de la Universidad y la Fundación del Centro Deportivo Tenerife”.


Younousse Diop

Diop desembarcó en la isla en 2006 con solo 12 años tras un durísimo viaje de once días. “Al subirte a una patera, lo primero que surge es el miedo a morir. Dejas a tu familia y piensas: morir o llegar, morir o llegar», declaró. 

Su cobijo, como los de estos chicos, fue el fútbol. Destacó en un partido en el centro de acogida donde se alojaba y pronto se integró a las categorías inferiores del CD Tenerife. Para terminar, jugando en segunda y en varios clubes españoles de tercera y cuarta división. Él estuvo nueve años sin poder visitar a su familia en Gandiol, al norte de Senegal. Cuando regresó, fue «un reencuentro muy, muy raro», dijo Diop, que recuerda las palabras de su madre: «Mi hijo ha crecido y yo no lo vi crecer».



El ex blanquiazul asegura “hoy en día me han elegido como referente para los chicos en el Campus Sansofé, queremos que tengan una oportunidad en el mundo del deporte y sobre todo integración social” “Que estudien para que les sirva para su futuro”. 

Los jóvenes se comunican en wólof, una lengua senegalesa, y Mamadou Ndoye, miembro del equipo, traduce al español. El senegalés llegó hace varios años a Canarias tras pasar también once días en el mar, una travesía que prefiere no recordar. Su sueño, «jugar en clubes buenos, como Barcelona, Paris Saint Germain o en el propio Tenerife”.

Antonio Rodríguez, profesor de Psicología de la ULL y Coordinador del Proyecto Campus Sansofé confiesa que “la idea es que a través de este espacio que ofrece el Club Deportivo Tenerife se les pueda dar una oferta de acogida a todos los menores que llegan aquí. Buscar un futuro mejor para sus vidas, continuidad y oportunidades”.

Suelen trabajar con grupos de 20 jóvenes, debido a la movilidad de muchos de los chicos y la entrada de nuevos jugadores durante la temporada. A todos se les intenta transmitir los valores de club que ellos recogen con gran orgullo y responsabilidad. “No paran de dar las gracias, cuando escuchas sus historias, sus orígenes y creas un vínculo piensas en que, si todo el mundo viniera a ver este proyecto, se quitarían de la cabeza muchos prejuicios», declara Daniel Rodríguez, miembro del cuerpo técnico. 

Miguel Angel Padrón Caraballo

Estudiante de Periodismo en la Universidad de La laguna (Canarias) en prácticas en Afroféminas.



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