El pasado 30 de noviembre, la Audiencia Provincial de Bizkaia emitió una sentencia que condenaba a un ertzaina a seis meses de prisión por propinar varios puñetazos a Silvia, una mujer migrada y racializada que se encontraba detenida ilegalmente en los calabozos de la comisaría de Getxo. La condena se basó en un delito contra la integridad moral, respaldado por el protocolo de Estambul y detallados informes médico-forenses que evidenciaban las lesiones físicas y psicológicas de la víctima.
Sin embargo, la historia tomó un giro inesperado el pasado diciembre, según acaba de denunciar SOS Racismo Bizkaia, cuando la abogada del caso fue informada de la desaparición de las grabaciones de las declaraciones de la psiquiatra y el médico forense, elementos cruciales para la condena del agente. Este sorprendente hecho llevó al Gobierno Vasco a solicitar la nulidad de la sentencia y la repetición del juicio desde el principio, generando una serie de interrogantes sobre la integridad del sistema judicial.
SOS Racismo Bizkaia afirma que la desaparición de estas grabaciones, fundamentales para la acusación por maltrato, plantea cuestionamientos inevitables. ¿Es normal que se pierdan pruebas tan relevantes en un caso de esta magnitud? ¿Quién vela por la defensa de la víctima en medio de tales «fallos del sistema»? La posibilidad de que esto sea parte de una estrategia delictiva o una «estructura latente» no pasa desapercibida, llevando a preguntarse sobre la responsabilidad detrás de este lamentable episodio.
En la sesión de control del Parlamento Vasco el pasado 14 de diciembre, el Consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, afirmó que la posición de su Departamento ante el caso habría sido «muy distinta» hoy, asegurando que se habían aplicado «medidas correctoras». Sin embargo, estas declaraciones contrastan con la percepción general de que el Gobierno Vasco, a través de sus servicios jurídicos, no defiende a la mujer maltratada en la comisaría, sino que encubre al policía condenado por agresión.
Ante esta situación, SOS Racismo exige respuestas y transparencia. Se demanda una exhaustiva investigación sobre la desaparición de las grabaciones, con el compromiso de llegar a las últimas consecuencias. Además, se reclama que la víctima no sea sometida a otro largo calvario judicial y se insta a la justicia a brindar reparación a Silvia.
Afroféminas se suma al llamado a la acción se suma a la solidaridad expresada por diversas personas y organizaciones que han apoyado a Silvia a lo largo de este difícil proceso: ¡Silvia, no estás sola!
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