fbpx
domingo, mayo 19

Maestros blancos y educación antirracista

GettyImages

Al abordar el racismo en clase, surgen preguntas como si una profesora o profesor blanco puede hacer una clase antirracista. Estas preguntas son muy relevantes en el antirracismo. Pero no nos damos cuenta de que el racismo es un mal social generalizado y terminamos identificándolo como un problema de las personas racializadas.

Es verdad, el racismo tiene un impacto significativo en las mentes y los cuerpos de las personas de ascendencia negra. No obstante, la conversación antirracista no debería limitarse únicamente a aquellos que pertenecen a esta comunidad o que tienen una responsabilidad directa en ella. Es imperativo que todas las personas participemos en la discusión y busquemos soluciones al problema del racismo en nuestra sociedad.

La acción educativa y las voces de las comunidades negras y racializadas son fundamentales en la construcción de un proyecto educativo antirracista. Durante mucho tiempo, estos movimientos han sido los principales defensores de la lucha contra la discriminación racial en el ámbito educativo, abogando por la igualdad de acceso a la educación y la inclusión de perspectivas culturales diversas en el currículo escolar. Es esencial que la discusión sobre el racismo y la educación se amplíe para involucrar a toda la sociedad.



A pesar de ello, en el ámbito de las aulas, se observa con frecuencia un discurso por parte de profesores afrodescendientes, quienes afirman que la sociedad demanda mayor representatividad para abordar temas relacionados con las relaciones raciales. Por otro lado, los profesores de ascendencia blanca argumentan que evitan tratar estos temas, considerando que no les corresponde asumir ese «lugar de discurso». Es decir, al no pertenecer a la comunidad afrodescendiente, se sienten incómodos al hablar sobre cuestiones raciales.

Definitivamente, es importante abordar el tema del lugar desde donde se habla como un espacio de representatividad. Sin embargo, esto no debe llevar a la conclusión de que los maestros blancos no deban abordar temas raciales. Aquí surgen dos cuestiones fundamentales:

  1. Representatividad y lugar del discurso: Si bien el lugar del discurso está vinculado a la representatividad, también trasciende esa idea. Es cierto que la diversidad de perspectivas y experiencias en el aula es valiosa, y que los profesores de diferentes orígenes pueden aportar enriquecedoras visiones sobre temas raciales. Por lo tanto, no deberíamos eliminar a los maestros blancos del debate sobre el racismo y las relaciones raciales.
  2. Responsabilidad colectiva contra el racismo: El racismo es un problema que afecta a toda la sociedad, y todos tenemos la responsabilidad de combatirlo. No se trata únicamente de una cuestión que concierne a las personas directamente afectadas, sino que es un desafío social en el que todos debemos involucrarnos activamente.

Para abordar adecuadamente el concepto de «lugar de expresión» en el contexto de la educación antirracista, es fundamental comprender su significado y los principios que lo rigen.

Todos tenemos que ser antirracistas

De acuerdo con la filósofa y escritora Djamila Ribeiro, quien ha desarrollado el concepto de «lugar de habla», este lugar puede ser considerado un «espacio social». En otras palabras, el contexto desde el cual los negros se expresan afecta su representatividad como personas de ascendencia africana. Sin embargo, también es fundamental poseer una conciencia racial y una postura política para llevar a cabo acciones que promuevan la lucha contra el racismo.

En esta situación, ser un profesor negro no es suficiente para abordar temas raciales de manera efectiva, ya que también se requiere una conciencia racial sólida. Del mismo modo, los docentes blancos pueden tener un papel significativo en la lucha contra el racismo, ya que todos compartimos la responsabilidad de reflexionar y actuar frente a situaciones de discriminación e injusticia.



Sin embargo, es fundamental que los maestros blancos actúen con sentido común y sensibilidad frente a los problemas raciales. Por ejemplo, cuando una persona blanca no permite que una persona negra tome la palabra, está silenciando sus perspectivas y obstaculizando su contribución. En el entorno educativo, es importante estar atento a situaciones en las que los estudiantes blancos pueden estar impidiendo que los estudiantes negros se expresen, o si los estudiantes negros son ignorados frecuentemente al participar, o si sus aportes son rechazados constantemente. También se debe considerar si los profesores siempre eligen a estudiantes blancos para ofrecer sus opiniones en clase. Estas situaciones, aunque sutiles, revelan el privilegio que los estudiantes blancos pueden tener en el contexto escolar.

Abordar el tema de los privilegios asociados a la blanquitud puede ser un paso crucial para promover una mayor conciencia racial entre los docentes blancos. Introducir en el aula la reflexión sobre por qué los blancos son percibidos en términos raciales puede ser un enfoque para las interesantes discusiones, ya que el diálogo sobre raza suele requerir en las experiencias negativas y violentas de las personas negras.

Una manera de abordar este tema es cuestionar la falta de representación de personas negras en ciertos espacios, tomando como ejemplo las imágenes presentes en los libros de texto. Sería enriquecedor llevar a cabo una encuesta en clase para evaluar imágenes de personas negras que aparecen en el libro y en qué contextos son representados. Así se podría problematizar la relación entre la visibilidad de las personas negras y su vinculación a aspectos negativos.

Es importante que los docentes blancos reconozcan que no pueden comprender completamente el sufrimiento causado por el racismo, ya que no viven la experiencia de ser víctimas de discriminación racial. Sin embargo, al tratar el tema de las relaciones raciales, es importante que critiquen el privilegio que tienen los blancos en la sociedad. Además, deben abstenerse de hablar sobre cómo una persona negra se siente frente al racismo o cómo debería sentirse, ya que eso está fuera de su experiencia personal.

En resumen, es necesario fomentar el debate sobre la blanquitud y los privilegios asociados a ella en el ámbito educativo, siempre desde una perspectiva reflexiva y respetuosa hacia las experiencias de aquellos que enfrentan la discriminación racial.

Al confrontar el racismo y adoptar una postura antirracista, los docentes provocarán una reflexión poderosa entre otras personas de ascendencia caucásica. No es necesario ser una persona racializada para desear una sociedad sin discriminación racial.

¿Qué debemos normalizar en el aula?

Cuando se aborda el tema de la clase relacionado con historias o culturas africanas y afrodescendientes o racializadas en general, los docentes deben resaltar naturalmente la diversidad humana en sus múltiples dimensiones: sociales, económicas, políticas y culturales. Esto permitirá que los estudiantes comprendan que la realidad es sumamente plural y que existe una riqueza en la variedad de experiencias y perspectivas.

Sin embargo, si el tema de la clase se convierte en un problema de discriminación racial, los educadores deben centrar su trabajo en enfrentar las diversas formas en que el racismo se manifiesta en el ámbito escolar. Es fundamental que se destaque que no hay lugar para bromas o actitudes racistas, ya que detrás de ellas existe la intención de denigrar a otras personas. Abordar estos problemas implica un desafío al statu quo y un firme avance hacia la meta de lograr la justicia social.

Afroféminas


Deja un comentario