El Gobierno de Brasil ha ordenado a la Policía Federal la apertura de una nueva investigación sobre la muerte de la concejal Marielle Franco con el fin de «ampliar la colaboración» entre las instituciones y conocer que «organización criminal» está detrás de este asesinato y el del chofer, Aderson Torres, en marzo de 2018.
El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, declaró el pasado 22 de febrero, que el Gobierno hace «lo máximo posible» para ayudar a esclarecer estos hechos, tal y como prometió el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ya en precampaña alertó sobre la posible implicación del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.
El encargado del Gobierno para la investigación es el delegado de la Policía Guilhermo de Paula Machado. El objetivo es fortalecer la tarea que la Fiscalía de Río de Janeiro viene realizando tras varios años en los que los representantes de las víctimas vienen denunciando maniobras para entorpecer la resolución del caso.
El asesinato de Marielle Franco en marzo de 2018 conmocionó a una parte de la sociedad brasileña. Afrodescendiente, bisexual y activista destacada por la defensa de los derechos de las minorías, fue acribillada a tiros cuando circulaba en coche por el centro de Río de Janeiro tras participar en un acto con mujeres.
Por el momento hay dos personas detenidas, Ronnie Lessa, autor de los disparos y que no fue expulsado de la Policía Militar hasta este mes, y el que fuera su compañero, Elcio Queiroz, conductor del coche desde el que se cometió el crimen
Según algunos testigos, Queiroz fue visto la misma noche del crimen en una urbanización buscando la casa que tiene en Río de Janeiro Jair Bolsonaro, quien fue llamado a declarar. Si bien se comprobó que ese día se encontraba en Brasilia. La investigación continúa en busca de los posibles autores intelectuales y hay algunos indicios que pueden apuntar en esta dirección.
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