Apenas a 16 kilómetros de Alcoy se encuentra la localidad de Ibi. Un pueblo juguetero de unos veinticinco mil habitantes que desde 1930 hace una cabalgata muy similar a la de Alcoy.
La cabalgata de Ibi data de 1930 y claramente a se ha inspirado en la de Alcoy. Tiene los mismos elementos o muy parecidos a los que distinguen la cabalgata alcoyana, con su blackface masivo, la figura de los pajes, que sin tapujos, se les llama directamente «negres» y toda la parafernalia que les acompaña como porteadores.
Participan cientos de personas en la cabalgata, decenas de ellos son paqueteros reales y se pintan de manera grotesca de negro. Aunque esta representación ha eliminado los labios rojos, los «negres» tienen el mismo simbolismo esclavista. Es más, toda la comitiva del Rey negro, va disfrazada y pintada de la misma manera, lo cual deja claro que es una representación del hombre negro/africano.
Ibi, que ha estado parapetada tras la visibilidad de Alcoy, ahora a los pajes ya no les llaman «negres». Los han rebautizado como «paqueteros reales». Saben en la localidad que las racistadas hay que tenerlas tapaditas para que no se noten demasiado.
Rotonda a los Paqueros Reales de Ibi
Bajo la manta protectora que les proporciona que la Cabalgata de Alcoy esté año tras año en el ojo del huracán incluso se han atrevido a construir una rotonda con una escultura a los paqueteros reales. Un grotesco monumento al blackface, primero y único en el Estado español.
Desde luego Spain is diferent.
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Solo una persona tremendamente ignorante, y tremendamente acomplejada podría escribir un artículo como este.
En Ibi los paqueteros reales son venerados, se les ha hecho una rotonda porque en Ibi a todo lo que nos importa se la hacemos. No necesitamos el amparo de nadie y mucho menos de Alcoy. Aquí los negros nunca han sido negres, siempre han sido paqueteros. Jamás se ha usado ese sustantivo con ellos.
Ibi se ha hecho el pueblo que es abriendo los brazos a gente de todas las procedencias imaginables y haciéndolos sentirse ibenses.
Llamar a Ibi racista es lo más absurdo que se puede decir de un pueblo, que seguramente la persona que ha escrito esto no conoce y jamás ha puesto aquí un pie.
A esos esclavos que vosotros decís, se les quiere, se les hacen regalos, se les abren las puertas de todas las casas ibenses y se les considera los ayudantes de sus majestades. Nadie piensa de ellos que sean esclavos.
Subirse al carro de la inclusión es muy bonito y queda muy bien, pero la inclusión es otra cosa muy distinta, de la que Ibi puede hacer gala por todo el mundo.
Sois ridículos.