El término «racismo institucional» describe patrones y estructuras sociales que imponen condiciones opresivas o negativas a grupos identificables sobre la base de la raza o el origen étnico. La opresión puede provenir de las empresas, el gobierno, el sistema de salud, las escuelas o los tribunales, entre otras instituciones. Este fenómeno también puede denominarse racismo social, racismo institucionalizado o racismo cultural.
El racismo institucional no debe confundirse con el racismo individual, que se dirige contra uno o unos pocos individuos. Tiene el potencial de afectar negativamente a las personas a gran escala, como cuando una escuela se niega a aceptar personas negras, árabes o musulmanas.
El término racismo institucional fue acuñado por primera vez en 1967 por Stokely Carmichael y Charles V. Hamilton en Black Power: The Politics of Liberation. Carmichael y Hamilton plantean que mientras el racismo individual es a menudo identificable debido a su naturaleza abierta y clara, el racismo institucional es menos perceptible debido a su naturaleza «menos abierta, mucho más sutil» y tácita. El racismo institucional «se origina en el funcionamiento de fuerzas establecidas y respetadas por la sociedad y, por lo tanto, recibe mucho menos condena pública que el racismo individual.
Carmichael y Hamilton hicieron esta distinción porque, al igual que Martin Luther King Jr., se habían cansado de los moderados blancos y los liberales no comprometidos que sentían que el objetivo principal o único del movimiento por los derechos civiles era la transformación personal de los blancos. La principal preocupación de Carmichael y Hamilton, y la principal preocupación de la mayoría de los líderes de derechos civiles en ese momento, era la transformación social, una meta mucho más ambiciosa.
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El racismo institucional en Europa, América del norte y Latinoamérica tiene diferentes orígenes y consecuencias. La mayoría están atravesados por la esclavitud y el colonialismo en sus historia y el sistema de castas que está grabado en su ADN. El resultado de estos sistemas, aunque las leyes que los sostenían ya no existen, es que su estructura básica y sus consecuencias siguen en pie hasta el día de hoy. Esta estructura puede desmoronarse gradualmente por sí sola durante un período de generaciones, pero el activismo a menudo es necesario para acelerar el proceso y proporcionar una sociedad más equitativa mientras llegamos a la meta.
Ejemplos de racismo institucional
-Oponerse a la escuela pública y reducir su presupuesto. Está en el manual de todos los políticos de derecha y extrema derecha y ya se está haciendo. Por ejemplo en el Estado español se incentiva deproporcionadamente la educación concertada que pone barreras económicas a la entrada de población migrante. Esto tiene un efecto desproporcionado y perjudicial en lxs jóvenxs racializadxs y fomenta la agenda del racismo institucional.
-Oponerse a las acciones afirmativas y la discriminación positiva. Bajo el pretexto de que la discriminación positiva, que establece cuotas de personas racializadas y medidas legislativas para el acceso al trabajo, la educación y las instituciones
-La elaboración de perfiles raciales. Esto ocurre cuando en cualquier ámbito de la administración (justicia, educación, etc) cualquier grupo es motivo de sospechas y estereotipos basadas en su raza, el origen nacional, motivos religiosos, lo cual afecta al trato y servicios que recibe de las instituciones. El ejemplo más conocido de perfilado racial implica que las fuerzas del orden público se centren en los hombres negros. Los árabes y musulmanes también han sido objeto de perfiles raciales.
No lo dejes pasar
Varias formas de activismo han luchado contra el racismo institucional a lo largo de los años. Las activistas y sufragistas negras norteamericanas del siglo XIX son excelentes ejemplos del pasado. El movimiento Black Lives Matter es un ejemplo más actual. Nelson Mandela se enfrentó y venció a uno de los sistemas más terribles de racismo institucional jamás creados en África, el apartheid. En todos los lugares donde hay poblaciones africanas y afrodescendientes hay asociaciones, organizaciones, medios e iniciativas para luchar contra el racismo institucional. Denuncia a través de ellas.
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