En muchas ocasiones cuando presenciamos una situación racista y decidimos enfrentarla nos encontramos con frases como ‘’Pero yo se le digo eso a mi amigo negro y él no me dice nada’’, ‘’Pero mi abuelo es negro, yo no soy racista’’ y muchas otras frases de bolsillo que se utilizan para decirle al que te juzga que lo que acabas de hacer no está mal.
Y si algo de todo esto es cierto, es que nadie nace aprendido y que las opresiones sistemáticas son muy difíciles de detectar para quien no las vive, sobre todo si convive con personas que, si viven esas opresiones, pero nunca han manifestado verdadero rechazo hacia ellas. Entonces ¿Por qué suceden en estos casos?
Existen muchas razones:
- Que en verdad la persona oprimida no es consciente de la situación; esto es algo que sucede muy frecuentemente porque las familias/colegios/entornos pocas veces hablan del tema y porque existen casos en donde la opresión se realiza de forma territorial y generacional a tal punto que se vuelve muy difícil detectarla porque está normalizada e invisibilizada.
- La persona es endoracista, es decir que se auto discrimina a sí misma y a su comunidad por cuestiones de etnia racial. Esto puede resultar en que las personas piensen que son un error o un mal y actúen bajo esa premisa. Por lo tanto, terminan aceptando las generalidades del opresor.
- Miedo a la incomodidad. Se trata de un porcentaje grande de personas que se sienten mal cuando los discriminan y saben que están sufriendo racismo o algún otro tipo de violencia o injusticia, pero por miedo a crear conflictos o que se les vulnere aún más prefiere ignorar la situación, aceptarla o incluso quitarle importancia. Suelen reírse o reafirmar lo que le dicen para no generar un mal ambiente lo cual a larga hace que se le sigan vulnerando o que la persona que lo hace píense que este bien en caso de que no sea consciente de que su comentario o actitud es racista.
- Yo soy lo que ellos quieren que sea. Este tipo de personas son las que se vuelven una personificación constante y latente de todas las características que el opresor le añade a su etnia o raza simplemente para tener una posición social más aceptada que el resto. Un ejemplo bastante grafico de esto es el tipo negro que es el alma de la fiesta, que se jacta de tener el miembro más grande del mundo, de ser el mejor bailarín y que cuando le preguntan sobre el racismo reduce todo a un: Todos somos iguales. Y ojo, no es que ser negro y fiestero sea racista, acá hablo de cuando la persona finge estereotipos que en realidad no son propios de él/ella/ellx para encajar.
Independientemente de cual sea las razones por las que personas de una misma comunidad profesan o ratifican la violencia que sufre, el resultado es el mismo: Esta mal, está muy mal y es aún peor cuando las figuras simbólicas de las opresiones, es decir los opresores y/o privilegiados de cada opresión (conscientes de que lo son o no) se escudan en esta situación para seguir ejerciendo violencias, racismos y/o discriminaciones.
Vean, aquí una gran parte del mundo tiene acceso a Internet, ¿No sabes que es el racismo? Búscalo, identifícalo, erradícalo de tu ser si lo estas ejerciendo y lucha en contra de él, ¿No sabes que es el machismo?, Búscalo, identifícalo, erradícalo de tu ser si lo estas ejerciendo y lucha en contra de él, y así con todas las problemáticas que están atacando al mundo y a las personas y que al final del día vienen del mismo lugar: El sistema. Si, el sistema encargado de construir un mundo en donde uno es inferior al otro y por lo tanto este superior tiene derecho a gobernar, eliminar o someter al que considera inferior y no. Ya esa historia que se ha repetido a lo largo de la creación no puede seguir repitiéndose; no es fácil, claro está, pero es momento de dejar las excusas y empezar a revisarnos y a cambiar.
No basta con no ser parte del problema, también toca luchar en contra del problema, y es que la gente a veces piensa que si no sale a marchar o si no le dice al otro en su cara lo que está haciendo mal entonces ya no puede hacer nada y… ¡qué gran mentira es esa!, los cambios más grandes se dan con una base sólida enfocada en los pequeños detalles. Nuestro lenguaje, nuestras creencias, nuestra forma de actuar en política, como consumimos, nuestras relaciones con otros. Todo importa y todo vale.
Entonces, recuerden: Si existen personas negras endoracistas y no antirracistas, si existen personas de la comunidad lgtbiq+ homofóbicas y/o transfobicas, etc. Si existen mujeres machistas.
Que esto suceda no es un tarjetón verde para que la gente siga practicando las opresiones que atraviesan a muchos y a pocos solo porque algunos de esos pocos o muchos también las practican en sí mismos o en otros. De verdad que no, no se engañen a sí mismos para disminuir su malestar si ejercen algún tipo de opresión hacia quien sea o hacia ustedes mismos, dejemos el cinismo aun lado y hagámonos responsables de nuestras acciones.
Finalizo comentándoles que hoy más que en cualquier otro momento de la historia, tenemos las mayores facilidades de todo tipo para erradicar lo que nos daña como sociedad, no las desaprovechemos. Es responsabilidad de todos.
Bye.
Yurlei Cortés Ortega
Un ser humano que se fija en los pequeños detalles. Mujer negra afrocolombiana.
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Buen tema, excelente manifestación de la esencia y el sentir del ser humano en todos sus ámbitos. El mundo necesita con urgencia más personas como ella, aceptándonos y amándonos tal como somos; con el firme propósito de solo destilar amor en nuestro entorno.