jueves, noviembre 21

Afrofuturismo especulativo: un mundo alterno queer y negre

La narrativa afrofuturista propone dinámicas sociales, políticas y culturales en las que la tecnología, la ciencia y el progreso hacen parte de una plataforma afrocentrista. En aras de reescribir la historia negra, el afrofuturismo nutre sus letras con una visión utópica en el que las personas afrodescendientes cuentan con un poder holístico sobre sus vidas. No obstante, el afrofuturismo no solo da la cara a un futuro ideal, también reescribe el pasado y el presente.  El afrofuturismo especulativo crea mundos alternos en los que el pasado y el día a día de las personas negras y afrodescendientes, se configuran desde lugares prósperos y emancipados.  Dichas narrativas siempre han sido parte de la Negritud, su configuración y su difusión.

Viendo la afamada serie Pose producida por la cadena FX pensé en el afrofuturismo especulativo como un refugio discursivo en el que se ha cuidado la identidad de las personas negras y afrodescendientes por años. Antes de continuar, es necesario darles un poco de contexto sobre la serie. Pose relata la cultura del voguing en Nueva York a finales de los ochenta y principios de los noventas. La historia cobra vida gracias a lxs protagonistxs que encarnan los dramas, pasiones y relaciones que se gestaban en la escena queer de los bailes de salón. Esta serie deja ver a lxs espectadorxs personajes que sufren de discriminación constante por su identidad de género y etnicidad. Lxs protagonistxs de la serie son en su mayoría afroestadounidenses, pero también encontramos afrolatinxs y latinxs. El rechazo social es tan vasto que elles deben conformar nuevas familias; en su mayoría, tienen de cabeza de dicha familia a mujeres trans, quienes hacen el rol de madres del grupo.

Los protagonistas de Pose

Queer y, además, negre no era una combinación favorecedora. Los salones de baile donde se practicaba voguing eran santuarios y asilo para millares cuyas familias biológicas lxs rechazaban, millares que no lograban conseguir empleos o que deseaban explorar su expresión e identidad de género en un espacio seguro, alejado de los prejuicios de lo mainstream.  Lo que me llevó a escribir este artículo bajo el marco del afrofuturismo especulativo fueron las representaciones que se ven en Pose sobre temas que se elegían en los bailes. En estos lugares el objetivo no era solo voguear, los bailes eran pasarelas, pasarelas afrofuturistas. En el primer capítulo de la segunda temporada Elektra sale con un atuendo rosa, enorme y barroco que pretende emular un atuendo que usaría Marie Antoinette, la categoría de la noche: Revolución francesa. Elektra con su atuendo, su actuación (sus hijes la alimentan con postres miniaturas y la abanican) y su postura, tienen al público enloquecido; su compromiso con la categoría me hizo pensar en ese “tener que inventarnos” en un lugar en el tiempo que no fue nuestro. Ella se reinventa como pieza clave de la Revolución francesa: trans, negra, opulenta, poderosa, reinando a un montón de súbdites que la adoran y la valoran por su belleza, por su fuerza.

En el mismo capítulo hay una categoría que me rompe el corazón, porque sigue estando entre la ensoñación para las comunidades queer negras… School (escuela). Esta categoría es llamada a ser representada en los bailes, porque está lejos de ser una accesible entre elles y, como sabemos, las categorías se eligen para escapar de lo que es la realidad. O mejor, se eligen para vivir en un mundo alternativo. Esta categoría muestra el deseo que guardaban estas comunidades por  estudiar en escuelas en las que toda persona queer y afro pudiera hacer parte.  

Pose nos muestra perfectos ejemplos de narrativas que salvan vidas, en este caso, sin quererlo, el afrofuturismo pasó de ser una herramienta para contar historias a ser parte de un estilo de vida que sembró esperanza, divertimento y celebración. Las familias debían unirse a coser sus atuendos y preparar sus puestas en escena, después de que les anunciaran la categoria, debían preguntarse: «¿te imaginas si…?». Otra categoría memorable del mismo episodio es pasarela,  el comentarista del salón de baile no deja de repetirles a las modelos a que pretendan que están en París, en Tokio o en Milán; sin embargo, no deja de reiterar aquél lugar es la única pasarela que conocerán, lo que le recuerda a la audiencia dónde están elles realmente. 

Ese universo especulativo es, en últimas, una necesidad por contarnos como somos, dejando de lado las excusas y los prejuicios; por esas especulaciones vemos el mundo con ojos visionarios.  El afrofuturismo especulativo no es más que un depositario de los sueños de paridad, justicia y paz que añoramos desde que nos narramos frente a otres. Por supuesto, la comunidad queer negra es una pionera de esa ala narrativa en la que nos otorgamos un ayer y un hoy incluyentes, hasta conmemorativos.


Carolina Rodríguez Mayo

Egresada de Literatura con opción en Filosófia de la Universidad de los Andes. Especialista en Comunicación Multimedia de la Universidad Sergio Arboleda. Colombiana de Bogotá.  Feminista interseccional y defensora de las preguntas como primer paso al conocimiento. Escribir poesía es lo único que me reconforta. Todo lo demás que escribo es una invitación al diálogo. Viajera, fashionista, cinéfila y amante de la buena comida. 



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