La sociedad necesita transformación, no me refiero únicamente a los avances referentes a su infraestructura ni a los modelos arquitectónicos que adopte cada civilización dependiendo los procesos sociales, sino a la necesidad que debe surgir en todas las personas: esa necesidad de crítica en la búsqueda de la equidad.
El día que cada ser humano intente vivir, de acuerdo al sentido común, alineado a premisas universales como equidad, igualdad ¿y porque no? Justicia, habrá un renacimiento en la sociedad de principios morales.
Entonces respetaremos más los derechos de los demás y esa frase tan sencilla y coloquial “nuestros derechos comienzan donde terminan los de los demás”, el individuo estará en una cultura de respeto hacia ellos mismos y los demás, como una concepción natural inherente al ser humano y no impuesto a la fuerza, el amor será la regla general, el amor hacia el prójimo indistintamente de su color, posición económica u orientación política o ideológica.
Cuando aún era una adolescente leí una cita en el manual de vida, la biblia que transformo mi visión sobre la vida y sin llegar a profundizar en temas religiosos logre interpretar que todos nacemos libres, iguales y sujetos a derecho. “Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres, todos son iguales” 1Galatas 3:27 TLA. Esto inspiro mi vida y me llevo a la constante búsqueda de respuesta a interrogantes, que desde mi sentido común debería ser sencillo pero en la práctica desde siempre ha sido lo más complicado en las esferas del ser , eso era el RESPETO HACIA LAS DIFERENCIAS, desde mi óptica las diferencias son un ingrediente excepcional desde todos los puntos de vista de riqueza pero el mundo contemporáneo lo ve como un peligro, y por eso los intentos de homogeneizar, costumbres, mentalidades, colores hasta los estándares de belleza.
Recordemos las palabras del discurso de Sojourner Truth, quien se preguntaba si acaso ella no era una mujer ,“Los caballeros dicen que las mujeres necesitan ayuda para subir a las carretas y para pasar sobre los huecos en la calle y que deben tener el mejor puesto en todas partes.
Pero a mí nadie nunca me ha ayudado a subir a las carretas o a saltar charcos de lodo o me ha dado el mejor puesto! y ¿Acaso no soy una mujer?”.
Las mujeres en general han sido ubicadas en lugares de inferioridad a lo largo de la historia desde Eva hasta hoy, en algunos casos por ser mujeres y otras además de eso también por negras; históricamente las mujeres han sido victoriosas en múltiples luchas, de las cuales las mujeres negras no han podido ser participe por ejemplo el derecho al sufragio que no lo obtuvieron en el mismo momento histórico en 1949 puesto que las negras socialmente no tenían la misma ubicación social que las blancas esposas de hombres importantes en la sociedad.
Estas conductas continuaron año tras año golpeando a las mujeres afro en cada ámbito social, si nos contextualizamos en el tema del conflicto armado colombiano las mujeres Afrocolombianas han sido víctimas; Barranquilla y el Atlántico, fue receptor de la población del desplazamiento armado que vivió Colombia, en el cual, el estado se obligó que víctimas fuesen indemnizadas, a restituir tierras, a reconstruir el tejido social y a garantizar la no repetición de hecho que por omisión o acción del estado y demás actores armados en Colombia vulneraron la condición y dignidad humana de los nacionales.
El imaginario colectivo internacional ve a nuestro país con ausencia de discriminación racial porque es un país mestizo, pero debo decir que en el marco de conflicto armado Colombiano, existe más que fuego, en población afrocolombiana, palanquera y raizal probabilidad de ser desplazado es del 84% que para la población mayoritaria mestiza” según cifras del Observatorio de Discriminación Racial -2.
Luego de la guerra bélica en territorio nacional colombiano se habla de la llegada de la esperada paz, sinónimo de tranquilidad para todos ciudadanos, todas las poblaciones y grupos étnicos de nuestro país. Sin embargo, la discriminación racial se continúa expandiendo sin control por todas las esferas causando daños de todo tipo, es irónico pensar que esto sucede en esta era de tanto desarrollo.
Hoy por hoy el país vive el posconflicto como momento histórico social y este tiempo lo puedo describir como reconfortante pues se dio el cese al fuego y se han disipado algunos fenómenos de vulneración masiva como el desplazamiento armado y las matanzas a poblaciones inocentes y vulnerables, Colombia respira pero es necesario que el estado garantice la erradicación de otras formas de violencia que también atacan fuertemente a poblaciones sin piedad alguna, el hambre en el choco y la guajira dos de los lugares en Colombia con mayor población Afro, palanquera y racial en Colombia.
Si bien es cierto que ya no somos esclavas y que hoy no nos obligan a esconder nuestros cabellos con peinados naturales, también debo afirmar que existe una gran población mundial que se ha negado a la diversidad y que, de múltiples formas, sin sentido y superfluas, violentan la creación igualitaria de los seres del mundo de esta manera, segmentando individuos por la tonalidad de la piel o por las texturas de su cabello.
Esta es una invitación para que demos un alto a lo que determino como : la discriminación moderna, a lo que me refiero como formas o expresiones que han sido adoptadas tradicionalmente y nos alegramos cuando decimos :
-“ Este sol esta pa’ negro”
-“estoy trabajando como negro” … y simplemente nos divierte.
Culminare recordando el aparte un hermoso poema que resalta mi preciosa identidad.
Y bendigo al cielo porque quiso Dios Que negro azabache fuese mi color.
Y ya comprendí.
AL FIN
¡Ya tengo la llave!
Poema: Me gritaron Negra, Autora: Victoria Santa Cruz
Sindy Patricis Duran Sierra
Abogada
Universidad del Atlántico, Colombia.
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