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martes, marzo 19

Mujer negra en Finlandia. Una historia de prejuicios


Si hablamos de Finlandia, uno de los países nórdicos europeos, una puede imaginarse que no existe una población negra. Pues déjenme decirles que sí, existe una comunidad negra compuesta por finlandeses nativos e migrantes negras/os.

Yo soy parte de esa comunidad negra puesto que llevo varios años viviendo a este lado del Océano Atlántico lejos de mi país natal. Durante estos años he tenido el privilegio de conocer y aprender muchas cosas de mujeres negras de distintos países Latinoamericanos, Africanos y Finlandia.

Una de ellas es Melina Björn, una mujer negra finlandesa, de 30 años, callada, alegre, criada por su mamá, tías y abuela. Ella se siente orgullosa de tener raíces africanas y finlandesas.

Mónica Gathuo, es estudiante, periodista independiente, activista y una elocuente afrofinlandesa. Dice que los pilares fundamentales en su que hacer diario y su trabajo son la justicia y la equidad, los cuales aprendió de su madre.

Ambas afirman que las mujeres negras finlandesas también son discriminadas por la sociedad.

Afirmando ser finés

En Finlandia existen familia negras desde décadas atrás.  Hay familias mixtas donde ya sea la madre o padre son fineses. Igualmente, hay familias negras migrantes con nacionalidad finlandesa que tienen uno o dos generaciones de su familia nacida en Finlandia.

Durante las últimas décadas la sociedad ha cambiado poco a poco. Hoy en día aún cuando la sociedad es mayoritariamente blanca también hay más gente negra y de otro origen étnico.

La figura de la mujer negra en  Finlandia ha cambiado mucho. Mónica dice:  “Nací en los 90´s en Tampere (centro de Finlandia) y aún cuando en esta ciudad había mucho intercambio de estudiantes internacionales, mi hermano y yo éramos los únicos negros en el colegio”.

Melina por su parte cuenta que cuando era niña entre 6-7 años vivía en un pueblo pequeño al este de Finlandia: “Allí había una  pequeña tienda y cada vez que mi hermana y yo visitábamos el vendedor nos hablaba en inglés, pero con mi mamá hablaba en finés. Nosotras no entendíamos y siempre le decíamos a mi mamá ¿qué dice este señor, que le pasa?”

Ser negra en Finlandia es reafirmarte constantemente ante la sociedad y también seguir recordándote a ti misma que eres finesa.

En Finlandia se viven microagresiones constantes, a través de comentarios, preguntas, actitudes y gestos porque eres negra. Por ejemplo, Melina cuenta que una vez en un restaurante estaba acompañada de su novio y al solicitar la orden a él se dirigieron en  finés pero, al dirigirse a ella para tomar su solicitud hablaron en inglés.

La ciudad de Helsinki es relativamente pequeña pero cosmopolita, segura y linda pero, aún así hay gente que vive en su mundo de burbuja puesto que no aceptan o ven lo que pasa a su alrededor. Tanto mis entrevistadas como yo sabemos que Finlandia ha cambiado durante los años. Ahora cuando uno camina en las calles de Helsinki  se ve más gente negra, se conocen entre sí y hay un contacto de vista o gesto. Sin embargo, Mónica manifiesta que “las mujeres negras en Finlandia  vivimos una agresión de riesgo mental”.

Hablemos de pelo

La organización finlandesas Anti-Racism Media Activist Alliance (ARMA) y Mecanismos de conformidad (MOC) organizaron un evento en Vuotalo bajo el titulo “Hablemos de nuestro pelo”, el cual  contó con la participación de artistas, activistas y periodistas como Rosamaria Bolom, Edwina Goldstone, Sepiden Rahaa, Caroline Suinner, Arlene Tucker y Silvana Bahía.

El objetivo del evento fue discutir de pelo e identidad, ya sea de blanco o negro, ya que es una cosa que nos une en común siendo negra, árabe, asiática, indígena o de otra etnia. Fue un evento público que combino varios elementos: las artistas expusieron su trabajo basado en su experiencia con su cabello por medio de actuaciones, exposiciónes, películas, historias cortas animadas, discusión  y poesía.

En el evento se presentó el documental KBELA dirigido por Yasmin Thayná. El título es una conjunción de dos palabras portugués cabelo y bela. El documental fue producido por mujeres negras brasileñas y la historia basa en la relación de la mujer negra y su cabello. Ha sido galardonado a mejor cortometraje de la diáspora africana en los Premios de la Academia de Cine de África.


Imagen del documental Kbela

A parte de hablar de su vida como mujeres negras finlandesas el tema de pelo no podía no ser mencionado. Ambas mujeres Mónica y Melina han experimentado discriminación por su tipo de pelo.

Melina cuenta que cuando integró a una nueva escuela  los niñxs le preguntaban por su cabello. Ella cuenta que hubo una época en que le molestaba contestar a tantas preguntas y por eso cubrió su pelo, para no tener que dar explicaciones.

Otro punto  que salió a relucir en la discusión del evento fue la nula o poco oferta de productos en Finlandia que hay para el tratamiento de pelo negro.  Hay un sinnúmero de productos para cabellos “normales” en los estantes de los supermercados pero ¿que hay en los estantes para cabello negro natural? Nada o muy poco.

La falta de productos ha llevado a cada una a usar productos alternativos y hasta fabricar sus propios productos para su pelo con elementos como aceite de oliva, de coco y la mezcla de otros ingredientes naturales.



Al preguntar a ambas entrevistadas si ellas alguna vez le habían dicho a alguien NO cuando solicitan tocar su pelo, Melina se queda pensativa por un rato y luego contesto que no lo había hecho. Es difícil, pero admite que luego de esta discusión en el evento tiene más herramientas para hacerlo.

En cambio Mónica dijo que ella si ha dicho que NO a la gente, ella les hizo la técnica espejo  “¿puedo tocar tu pelo?” Recomienda que es bueno tener un argumento y decirlo en este tipo de situaciones.

El racismo se vive en Finlandia de una manera silenciosa porque no se expresa como en otros países, mucha gente calla lo que siente y piensa. Para que realmente haya una sociedad más equitativa e incluyente es necesario romper ese silencio dando  otro ángulo a las discusiones, artículos, paneles y políticas públicas.

Ambas entrevistadas aconsejan y esperan cambios: “Yo espero que en 10 años Finlandia pueda cambiar al desmantelar los patrones que existen alrededor de la comunidad negra y las etnias minoritarias. Que los niños que nacen hoy en día no tengan que experimentar la misma escuela que yo viví” agrega Mónica.


Shirlene Green Newball

Soy periodista independiente, documentalista, activista, amante del cine y la naturaleza


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2 comentarios

  • lina

    soy Europea y es cierto, yo nunca he sentido rechazo o agresion, pero si mucha envidia, lo de las micro agresiones es cierto, parecen buena gente, tranquilos, calmados, pero se lo callan todo son unos hdp encubiertos y agresivo pasivos, no son gente de fiar

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