lunes, octubre 7

Nelida L.T.N: “En el campo, la piel es la que habla por uno”

Nelida L.T.N. nacida en Guinea Bissau, tiene fotos y cuadros que desgarran y que indigestan la verdura que nos comemos sin pensar; de un campo en el que tampoco pensamos o no lo suficiente; de esa “huerta de Europa” feraz pero feroz con quien la trabaja: lxs jornalerxs del Sur del mundo que doblan sus espaldas en el Sur de España, que nos nutren y que no queremos ver.

Su mirada es la de alguien que ha vivido en ellos desde que tenía un año y hasta su mayoría de edad, momento en el que se mudó a Reino Unido para estudiar la carrera de Bellas Artes. Ahora, tiene 23 y desde su cuenta de Instagram, The Worst Art, comparte lo que pinta y fotografía por amor, por dolor y por justicia.

En esta entrevista nos cuenta su versión de unos hechos que nadie debería vivir.

¿Cómo es crecer en las localidades de Almería cuya economía está basada en la producción agraria?  

Teniendo en cuenta que la economía almeriense está  basada en la agricultura, para que esto sea posible, tiene que haber una superproducción de vegetales que permita que luego puedan ser exportados a distintos países. Dicha exportación fue la que favoreció ese crecimiento tan rápido de la economía y el desarrollo de Almería (provincia de Andalucía), convirtiéndola en la huerta de Europa.

Prácticamente, podría decirse que Almería es lo que es gracias a la aportación de la mano de obra inmigrante.

Cuando eres una niña, poco te das cuenta de las situaciones que tu madre y tu padre tienen que pasar para poder ponerte un plato de comida y darte una vida decente y educación. Pero al igual que yo, muchxs jóvenes, hijxs de inmigrantes que han tenido que trabajar en los invernaderos o en almacenes, han crecido con la ausencia de sus progenitores. Esto es debido a unas jornadas laborales que, dependiendo de la campaña, ya fueran en el invernadero o en el almacén, podían ser interminables. Y afirmando esto, no quiero decir que no haya españoles que hayan tenido que pasar o que estén pasando por lo mismo.

Existen diferencias sociales claras. Enseguida te das cuenta de que la población está algo separada porque en las zonas donde hay invernaderos, es donde las familias migrantes se asientan más. Al tiempo, lxs españolxs se alejan de esas áreas creando una cierta división. Cuantos más hay, más se alejan y más segregación hay.

Nelida L.T.N.

¿Crees que no sabemos suficiente acerca de la situación que se vive en el campo en el Sur de España?

 La sociedad es consciente, sabemos cómo se lucran los dueños de los invernaderos, pero esta información no se usa para intervenir y cambiar estas situaciones. Conviene no actuar, total, no son ellxs lxs explotadxs. Es gracioso cuando los medios y la gente reivindican durante una semana y luego dejan el tema de lado como, “total yo ya cumplí, me da igual si se consigue o no, ya hice mi parte, la de informar y compartir” y continúan con su día a día , como si de una moda se tratase.  

Aparte de eso, la gran mayoría de lxs afectadxs no tiene cómo denunciar estos hechos. Carecen de voz y voto, independientemente de que su situación sea regular o no. En el campo la  piel es la que habla por unx, no importa si tienes estudios o no, por el simple hecho de ser de un color diferente se te quiere tratar de analfabetx. En algunos casos, se equivocan y se encuentran a alguna que otra persona que les ponen en su lugar, sin embargo, también hay trabajadorxs que no saben cómo defenderse y no tienen otra opción más que aguantar.

Lxs españolxs son los que tienen la verdadera voz, son los que pueden denunciar estas injusticias, pero difícilmente lo hacen y así quedan impunes. Y luego están las inspecciones fantasmas, si fuesen reales la cosa cambiaría, pero bueno, deberíais ir vosotrxs y comprobarlo por vuestra propia cuenta.

¿Tú cómo sabes todo esto?

Yo sé de estas situaciones porquehe crecido allí y mi familia ha trabajado en el campo, igual que mis vecinxs y amigxs. De mi entorno, pocas personas podrán decirte que no han pasado por un invernadero o desconocen lo que sucede debajo de ese plástico.

¿Crees que tu madre y tu padre han tenido que soportar cosas que tú no soportarías?

Por supuesto que sí, pero hay que tener en cuenta el contexto en el que se encontraban y se encuentran algunos de ellxs y en el que nos encontramos nosotrxs. Ellxs venían en busca de un futuro mejor para ellxs y para sus familiares. En su caso, no hablaban o no hablan el idioma como nosotrxs, no han recibido la misma educación que yo he recibido, gracias a su esfuerzo y sacrificio. Nosotrxs conocemos nuestros derechos, por eso no permitiremos que se nos despoje de ellos por la cara y también tenemos la opción de que si no se nos respeta, podemos dejarlo y buscar otro trabajo.

¿Estar en situación regular administrativa garantiza un trato mejor? 

No, te facilita a la hora de tener una mayor movilidad o de acceder a ciertas cosas legalmente, pero debajo del plástico del invernadero eres uno más, si eres inmigrante. Ahora bien, sí he escuchado que dependiendo de tu tono de piel  tienes un trato u otro, es decir, cuanto más te asemejas a ellos, más beneficios tienes o mejor trato recibes. Sin embargo, si trabajas en el campo, el trato es el mismo y el pago es el que es, si te gusta, bien y si no, también. Como mucho, si eres legal, puedes dejar ese trabajo e intentar encontrar otro en el que se te pague medianamente bien..

La falta de formación, educación y conocimiento idiomático  limitan mucho. Sin dejar de lado el hecho de que los jefes tienen la idea de que se les está haciendo un favor a lxs trabajadorxs  y como dice  en “Pedagogía del Oprimido” Paulo Freire,  “la verdadera solidaridad con ellos está en luchar con ellos para la transformación de la realidad objetiva que los hace ‘ser para otro’”.

¿Tienes “heridas” de esa época? 

En mi caso,como dije anteriormente, los únicos daños que podría tener sería la ausencia de mi madre y mi padre, por las largas jornadas que pasaban trabajando, privándoles de estar tiempo con sus hijxs. De alguna manera, nos afectó porque nuestrxs compañerxs españolxs sí podían contar con sus progenitores que, por supuesto, asistían a sus actividades escolares o extraescolares.

Ya han pasado casi dos décadas desde las agresiones racistas que tuvieron lugar en El Ejido,  ¿crees que el tiempo ha transformado la situación que se vive en la provincia de Almería?

Juan  Enciso, exalcalde de El Ejido, dijo ¨a las ocho de la mañana, todos los inmigrantes son pocos; a las ocho de la tarde, sobran todos¨, como si de objetos de usar y tirar se trataran.

Un tiempo de paz creo que sí hubo en el que las cosas estuvieron más tranquilas, pero con la llegada de la crisis, el racismo devino más vivo y se convirtió en una realidad para nosotrxs, lxs jóvenes que, hasta entonces, no todxs conocíamos el significado de la palabra racismo. Aunque, sinceramente, las cosas no son como se pintan, en blanco o negro y no todo es división, el aumento de inmigrantes provocó que hubiera gente que se sintió ¨amenazada¨, aumentando ese miedo y rechazo hacia lxs otrxs. 

Con nuestra generación, la cosa ha cambiado porque tenemos derechos de los que somos conscientes y creamos esa inquietud. No nos callamos ni aceptamos abusos. No obstante, aún queda mucho para llegar a ver un verdadero cambio.

La provincia de Andalucía donde VOX ha cosechado más votos es Almería, ¿a qué crees que se debe, teniendo en cuenta que es evidente que necesitan a la población migrante?

 Los municipios  almerienses, desde siempre, han sido mayoritariamente votantes conservadores y debido a la decadencia de los últimos años de los partidos que encarnaban esa ideología , hay quien ha encontrado en VOX la esperanza para poder seguir votando a un partido de derechas.

El discurso que se crea en las instituciones es el culpable de esta clase de pensamientos. Tiene una base de separación, en la que no se tienen en cuenta (de forma consciente o inconsciente) las aportaciones de los inmigrantes, para ganar votos.

Cuantos más inmigrantes, más amenazada se siente la población española, que cree que les venimos a quitar los puestos de trabajo. Y mi pregunta es, ¿pero qué clase de trabajos, si ni siquiera ellxs los quieren?  Si no trabajamos esas tierras que tú, españolx, no quieres trabajar, ¿quién lo hará?.

En muchas ocasiones pienso que ojalá el universo les escuche y que, algún día, todos esos mal deseados inmigrantes dejen el país. Solo de ese modo, sentirán la falta de una mano de obra de la que abusan. Sin pilares no se sostiene nada.

A la gente le explican que la razón de sus problemas son lxs inmigrantes a quienes se describe como culpables. Esta gente solo sabe absorber la información que les llega  sin contrastar.

¿Te parece justo que la defensa de quien no está en contra de la inmigración sea que “lxs inmigrantes hacen el trabajo que nadie quiere”?  

No es justo, porque de ella se infiere que por ser inmigrante, no estoy lo suficientemente capacitada para acceder a otra clase de trabajos. Se infravaloran nuestras aptitudes y actitudes, así como las titulaciones obtenidas fuera, por la idea que tienen de que todxs los que llegan no tienen ni donde caerse muertos y es mentira. Hay personas que vienen con estudios y con titulaciones que, sin embargo, no son válidas aquí.  Ese estigma social podría ser cambiado por los hijxs de esxs inmigrantes, pero faltan referencias.

Y del lado opuesto, ¿hay respuesta ciudadana al trato que recibe la población migrante que trabaja en el campo?

En general, se ignoran estas clases de situaciones. Para qué iban a preocuparse por el que pone el pan de cada día en su mesa. Ahora bien, no todo el mundo es así, solo quienes se benefician de esto.

En la actualidad, eres estudiante de Bellas Artes en Reino Unido, ¿por qué te inclinaste por esta carrera? ¿Y por qué ahí?

Siempre he sido una persona muy visual y de pocas palabras, aunque ahora hable más de lo que lo hacía antes. Creo que siempre tuve claro que quería hacer algo relacionado con el arte. Para mí, es una forma de liberación y expresión, es mi voz. En tercero de ESO tomé la decisión de seguir este camino, así que mi bachillerato fue de artes plásticas y lo lleve a cabo en la Escuela de Artes de Almería. Después de haberme graduado, mi plan era estudiar Bellas Artes en Málaga, pero mi padre tomó la decisión de mandarme al Reino Unido a vivir y estudiar puesto que, según él, en España, muchas oportunidades no iba a tener siendo negra y dedicándome al arte. Así que nada, aquí estoy, en Reino Unido, cursando mi segundo año de carrera.

¿Cuál es tu objetivo una vez concluyas?

Una vez termine, me gustaría seguir desarrollándome  más como persona y como artista. La psicología, la sociología y la educación me atraen mucho, pero no sé si me dedicaría a ello, aunque sí me gustaría incorporar sus conocimientos a mis trabajos. Me encantaría formarme en cinematografía después.

Pintas y haces fotos, ¿por qué has elegido estas formas artísticas para expresarte?

Yo soy una artista que se mueve en diferentes medios según mis ideas, es decir soy conceptual, por lo que no me gusta clasificarme en uno o dos medios únicamente. En la actualidad, en redes sociales, muestro mi trabajo con fotografías y dibujos, debido a que considero que son formas más cercanas a la realidad y resulta más fácil compartirlas. Pero, además, trabajo en instalaciones de arte, es decir, el espacio y el público se convierten en la obra. La gente interactúa de una forma u otra con ella. Tengo trabajos de sonido y vídeo que solo podrían ser llevados a cabo en un espacio concreto.

Para mí, solo escribir o mostrar se me queda corto, por eso, a la hora de trabajar con sonido, fotografías, vídeos, etc… me parece muy importante no solo el qué sino también el cómo exponerlas y cómo la gente las percibe y vive su experiencia.

¿Qué mensaje quieres trasladar a través de tu obra?

Intento, a mi manera, llegar a la gente, hacerles sentir, que vivan las diferentes situaciones por las que mucha gente desafortunada tiene que pasar en su día a día. Sonará imposible pero no lo es y lo sabemos: las buenas y malas experiencias son las que quedan en la memoria y crean conciencia. Exploro temas relacionados con la esclavitud moderna y cómo la vida de estas personas cambia una vez se convierten en “inmigrantes”.

Sé que, difícilmente, me puedo acercar a la realidad de esas situaciones pero sí puedo hacer pensar sobre el papel que desempeña quien mira mi obra en ellas. La Historia es la respuesta a la gran mayoría de los problemas que hoy vivimos. La Historia y la forma en la que ha sido contada tiene un impacto en nuestras vidas hoy, dependiendo de quién eres y quién has sido en el pasado.

¿Y a quién quieres enviarle ese mensaje?

Mi mensaje va para todo el mundo y creo que si alguien siente que va dirigido a su persona, por algún motivo será.

¿ Cómo es tu relación con España ahora?

Con el tiempo, me he dado cuenta de que ni siquiera soy una inmigrante. Emigrante de Guinea Bissau, una inmigrante en España, una inmigrante en Inglaterra y ahora, también, una inmigrante en Guinea Bissau. Soy una extranjera.

La pregunta aquí es, ¿qué soy para España, una emigrante o una inmigrante?  He crecido y me he formado en España, mi pasaporte dice que soy española, mi acento y mi español es como el de un nativo, pero eso no importa. Siempre seré vista como una inmigrante. Soy una extraterrestre, no pertenezco a ningún lugar. Sin embargo, yo nunca renegaré de que tengo una dualidad, he crecido entre dos culturas y gracias a ellas, soy quien soy a día de hoy, aceptada o no, yo sé quién soy.

Creo que debemos ser reeducados, si queremos un verdadero cambio, descubre tu pasado porque es tu presente y tu presente, tu futuro.


Lucía Mbomío

Periodista, actualmente en “Aquí la Tierra” en TVE
Más textos de Lucía
Twitter @luciambomio 
Istagram: luciambomio


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