Hoy queremos hablar sobre un tema que tanto nos preocupa a mujeres y hombres cuando pasamos de los 35 años. Es el momento que, al menos en España, empezamos a escuchar el llamado de la maternidad y paternidad.
Para esto entrevistamos a una de nuestras afroféminas, Raiza Paul Caballero. Actualmente investiga, en su tesis doctoral sobre la infertilidad en los hombres y específicamente el papel que juega nuestra alimentación ante esta situación tan común en estas edades.
Afroféminas: Raiza, coméntanos qué relación existe entre estos dos términos (infertilidad y medio ambiente) que aparentemente nada tienen que ver.
Raiza: Desde hace algunos años se han publicado estudios que asocian el espectacular incremento de la esterilidad, sobre todo masculina, con el incremento de un gran número de compuestos químicos orgánicos. Estas sustancias, actúan como “alteradores hormonales” (disruptores endocrinos), lo que significa que bloquean, imitan o alteran el patrón usual del efecto hormonal en el cuerpo, induciendo malformaciones, tumores y alteraciones en el sistema reproductivo. Esto es preocupante para aquellas personas que trabajan cerca de sustancias químicas o deben manipularlas, sobre todo a escala industrial. Pero lo que a todos debe inquietarnos es el hecho, cada vez más claro, de que la exposición a algunas sustancias aparentemente inocuas que forman parte del entorno cotidiano puede poner en riesgo nuestra capacidad para concebir.
A: Es decir que hay sustancias que podemos encontrarnos en nuestro día a día y que pueden afectar nuestra capacidad para tener hijos por vía natural. ¿Dónde suelen encontrarse estas sustancias? ¿Cuáles son?
R: Hoy en día toda la población humana está expuesta en mayor o menor medida a estos compuestos. Estos químicos se encuentran en el aire, suelo, agua y se acumulan en la cadena alimentaria. Llegando al cuerpo humano principalmente por la ingesta de carne, pescado o productos lácteos y acumulándose en el tejido graso, permaneciendo durante años en nuestro organismo. Como tanto las dioxinas y los PCBs similares a dioxinas están omnipresentes, todos tenemos una exposición de fondo y una cierta concentración de estos contaminantes en el organismo: la llamada carga corporal.
Es importante aclarar, que en general lo más común es que la exposición de fondo normal no tenga efectos en la salud humana. No obstante, debido al gran potencial toxico de esta clase de compuestos, son necesarias medidas para reducir la exposición de fondo.
«Una dieta equilibrada, con cantidades adecuadas de frutas, verduras y cereales, contribuye a evitar una exposición excesiva a estas sustancias químicas…»
A: ¿Qué efectos tienen estos productos químicos ambientales sobre la salud reproductiva en humanos?
R: Se ha demostrado que la exposición a dioxinas y PCBs representan un riesgo para la fertilidad de los hombres que están en edad reproductiva puesto que disminuye la calidad del semen, provoca problemas de erección, cáncer testicular, disminución en el número de espermatozoides, entre otros. En el caso de la mujer, tienen un impacto importante, particularmente en la concepción de hijos sanos o en el desarrollo normal de los mismos. Estas sustancias tienen la capacidad de atravesar la placenta por lo cual pasan de la madre al embrión en desarrollo, pudiendo causar anormalidades en el desarrollo del feto, abortos espontáneos, muerte fetal, partos prematuros… Debido a que el feto es extremadamente sensible aún a concentraciones pequeñas, se ha sugerido que la exposición a estos químicos, mientras el feto está en el útero, puede tener efecto algunos años después como déficit en el coeficiente intelectual, retraso en las habilidades psicomotoras e hiperactividad.
A: ¿Qué posible solución propones dentro de la investigación de cara al mejoramiento de la SALUD REPRODUCTIVA EN PAREJAS CON PROBLEMAS DE ESTERILIDAD?
R: Según la OMS, actualmente el 15 % de las parejas en Europa son estériles, esta cifra elevada nos revela que el declive en la salud reproductora debe ser objeto de preocupación internacional. Dentro de los objetivos de nuestra investigación está, el de desarrollar técnicas biomédicas que nos permitan conocer las concentraciones de estos compuestos en los fluidos biológicos (sangre, semen) de pacientes con problemas de esterilidad con el fin de mejorar las técnicas de reproducción asistida y de prevención, ayudando de esta forma a miles de parejas a tener hijos.
A: ¿Qué podemos hacer a nivel individual para reducir el riesgo de exposición a estos contaminantes ambientales?
R: Realmente como individuos o consumidores las posibilidades de reducir el riesgo de exposición a estos compuestos es bastante reducido. La eliminación de la grasa de la carne, disminuir el consumo de pecado graso (pescado azul) y el consumo de productos lácteos con bajo contenido graso pueden reducir la exposición a dioxinas y PCBs. Una dieta equilibrada, con cantidades adecuadas de frutas, verduras y cereales, contribuye a evitar una exposición excesiva a estas sustancias químicas.
Esta seria realmente una estrategia a largo plazo para reducir la carga corporal y probablemente sea más importante en nuestras niñas y mujeres jóvenes, con el fin de proteger la exposición del feto y de los lactantes amamantados.
A continuación os mostramos un vídeo dónde podréis entender mejor todo lo explicado y en el que aparece la propia Raiza Paul haciendo un llamado ante este problema.
Antoinette T. Soler
Directora y creadora de Afroféminas
Y quien os responde en forma de «periódico» en el IG cuando el debate se pone bueno 😅
Licenciada en Filosofía por la Universidad de La Habana. Consultora especializada en género y raza. Máster en comunicación de empresas por la Universidad de Zaragoza.
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