domingo, diciembre 14

La normalidad también la quiero para mi hija

Tengo una hija afrodescendiente, su padre es español. Ha nacido en España y desde ese momento no paran de asaltarme preocupaciones

En los medios de comunicación españoles e incluso en el lenguaje coloquial suele usarse siempre la frase «de origen tal» que inconscientemente excluye a esas chicas y chicos nacidos aquí.

Lo peor es que a la mayoría de ellos no se les acoge dentro de ese «origen» por la sencilla razón que su apariencia es afro, si, pero su manera de hablar, sus comportamientos, su cultura corresponden efectivamente a dónde han nacido, a España.

Aquí, sin embargo, no se acaba de entender que en España hay negros. Y desafortunadamente aún se identifica lo afro con lo marginal, inmigración indocumentada, pobreza.

Si ves niños y niñas negras en la tele o prensa escrita corresponderá con casi total seguridad al reclamo de una ONG para que se donen juguetes, comida o cualquier otra cosa, incluso para criticar el consumismo. De ahí que comenzamos a adaptarnos a verlos solo en ese contexto. Sin advertir en ello, los medios tradicionales y no tradicionales los han convertido en iconos de pobreza.

«La única canción donde aparecen niños de otras razas es cuando se quiere hablar de igualdad»

El otro espacio reservado para ellos es cuando se quiere resaltar que todos somos iguales. Esto lo podéis ver, por ejemplo en el último DVD de los Lunnis, el dibujo animado más seguido por los niños españoles. Este DVD se hizo por sus 10 años y la única canción donde aparecen niños de otras razas es cuando se quiere hablar de igualdad. En el resto de los temas en los que se habla de la llegada del verano, de cuando los niños despiertan, de la Navidad, ahí ya esa visibilidad desaparece.

Dejamos de existir cuando se hablan de las cosas normales de la vida.

¿Cómo se pretende entonces que se nos vea dentro de la normalidad si reiteradamente nos excluyen de ella?



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70 comentarios

  • Bueno…

    No se muy bien que pensar de este artículo. Porque sí bien no lo comparto en su totalidad, si que puede que tengas razón en algún que otro punto.

    1) Empezamos por el título: «La normalidad también la quiero para mi hija» esto que significa? Das por hecho que los demás no la tratan con normalidad? Y en cualquier caso, que consideras tu normal?

    2) Que tiene de malo que te pregunten cual es el «ORIGEN» de tu hija? Mi hija es de padre español, y yo soy Dominicana y a mi me ENCANTA que pregunten cual es mi origen y el de mi hija. En casa siempre le hemos ensañado y explicado cuales son sus «ORÍGENES» eso no es nada malo, por el contrario! Es enriquecedor enseñar a nuestros hijos a asentirse orgullosos, a amar y respetar sus «orígenes», eso no sólo los hace sentirse más seguros y especiales, sino que les da una base que les servirá el resto de su vida para reconocerse como ciudadanos del mundo. (Es importante saber de donde venimos, para saber adónde queremos ir).

    3) La normalidad empieza en casa. Y parte de esa normalidad es explicarle a nuestros hijos porque puede que ellos sean los únicos niños negros de la clase, o porque tienen el pelo más rizado que sus compañeros. Pero para explicarles eso, hay que hablares con absoluta normalidad de sus orígenes.

    4) Yo no estoy de acuerdo con eso de que se relaciona a lo afro con marginalidad, pobreza he indocumentado. También es verdad que gracias a Dios yo nunca he vivido ningún episodio de racismo ni nada parecido. Pero es que cada vez que escucho este tipo de cosas, no puedo más que pensar que son excusas. Yo soy una mujer negra, madre, trabajadora, profesional y responsable. Yo no necesito ampararme tras una muletilla de discriminación, o marginalidad para justificar las cosas que no me han salido bien.

    5) SI quieres normalidad para tu hija, enseñala a superarse día a día, a ser competitiva y competente y a no excusarse tras es color de su piel.

    6) Respecto a los Lunis… Ese no es un programa con muñecos de todos los colores? ¡Incluso azules! Yo te puedo asegurar que mi hija no necesita un luni negro para sentirse más «integrada» porque a ella le sobran los referentes de raza negra, y no necesita poner la tele para contar con ellos… Están sus abuelos, sus tíos, sus primos y primas, y toda una legión de dominicanos que la aman y ya se encargan de hacerla sentir integrada y segura. (Por eso son importante los orígenes).

    • Hola Sarah,
      Primero que todo bienvenida a Afroféminas. Nos encanta que que todo tipo de comentario lleguen a nuestra revista. Los a favor y los en contra. Me temo no estar de acuerdo contigo en nada. Pero tampoco pasa nada Sarah, tenemos la suerte de vivir en un país libre donde podemos expresarnos y siempre que se haga con respeto, no creo que que haya problema alguno.
      Como te comentaba no estoy de acuerdo contigo básicamente porque mis palabras no tienen el sentido que le tu has dado. En el post están todas las respuestas a tus preguntas. Lo dicho, bienvenida y que tengas un feliz día.

      • Muchas gracias por la bienvenida,

        Entiendo perfectamente que no estés de acuerdo conmigo, puesto que yo no comparto en absoluto tu visión. Pero por eso suelen ser enriquecedores los debates.

        Una cosa si que me gustaría aclarar… Yo no le he dado ningún sentido a tus palabras, simplemente me he limitado a leer lo que has escrito y a dar mi opinión al respecto.

        En cuanto leí:
        Suele usarse siempre la frase «DE ORIGEN TAL» que inconscientemente excluye a los chicos y chicas nacidos aquí.
        En cuanto leí esto supe que no estaría de acuerdo con tu escrito. Porque yo no creo que decirle a nadie que es de origen tal o cual, le excluya de absolutamente nada, ni inconsciente, ni conscientemente.

        Los padres tenemos siempre mucho miedo de que nuestros hijos se sientan excluidos o marginados, pero no nos damos cuenta de que con nuestra actitud podemos incluso fomentar esas diferencias, que para ellos casi siempre son inexistentes ¡Porque son niños! No pasa nada por decirle a tu hijo que es de origen africano, latino americano, chino, o musulmán. Porque sí el niño en cuestión fuese de origen nórdico, nadie tendría ningún inconveniente en explicárselo. Pues lo mismo; los orígenes son muy buenos, nos dan una base, nos dan identidad, y nadie tendría porque sentirse excluido porque le preguntarán de dónde es originario.

        De la misma manera que sí te vas a China te preguntarán cual es tu origen, vivimos en un país en donde la mayoría no es negra, Y NO PASA NADA.

        Empecemos por sentirnos integradas nosotras mismas, y llegará un momento en el que este tipo de debates no serán necesarios.

    • Stephanie

      Me sorprende leer eso de una dominicana cuando precisamente hoy comentando en Facebook una noticia de tv3, donde hablaban de detenciones de chavales pertenecientes a bandas latinas, me he encontrado con comentarios tipo: » que los deporten a todos y punto» » que los expulsen que se vayan a su país»
      No he podido evitar encenderme y preguntarles que porque daban por hecho que esos jóvenes eran ya no de nacionalidad latinoamericana sino de origen latinoamericano. Porque las bandas son latinas pero los integrantes no tienen porque serlo , la mala hierba nace en todas partes y en cualquier caso puedo apostar que todos los detenidos son de nacionalidad española …
      Les comenté que eran peor que el anglada de PXC( partido político racista y legal en Cataluña)

      No se puede generalizar y es esa generalización la que tanto dañó hace porque no es más que una manifestación de racismo más !

      • Sarah

        Estamos hablando de bandas latinas? Porque entonces debo haberme perdido algo. En cualquier caso, ese también es un tema interesante, que no me importaría tratar en otro momento.

        Pero volviendo al tema… Porque te sorprende mi comentario? Y porque distingues, y dices que lo que te sorprende es que tenga esa opinión si soy dominicana? Y porque entiendes tú, que yo debería darme por aludida con una noticia de bandas latinas?

    • carolina coronado

      También hay que tener en cuenta que no todo el mundo que pregunta por el origen tiene el más mínimo propósito discriminatorio, yo nací en Andalucía, viví hasta los 19 años en La Mancha y después de eso en Madrid hasta la actualidad, con un paréntesis de un par de años en Londres. Cuando llegué a Madrid la mayoría de la gente con la que me relacionaba eran de fuera, y tenían acentos diferentes y era muy normal preguntarnos de donde éramos, unos gallegos, catalanes, andaluces, japoneses, suecos…
      Mi primer año en esta ciudad compartí habitación en una residencia con gente que venía con la beca Erasmus, francesa, sueca, americana… la más peculiar era una chica de un pueblo de Cuenca (Castilla La Mancha).
      Para ser madrileño solo hay que venir y querer estar, es una de las cosas que más me gustan de esta ciudad. Desde hace unos años, afortunadamente para España y para Madrid, hay más gente de todo el mundo que vive aquí, y la riqueza cultural es mayor, y los requisitos para sentirse de aquí no varían mucho procedas de donde procedas. (no hablo de los requisitos legales, obviamente)
      Claro que hay gente estúpida, racista y malnacida. Y gente con buena intención pero que dice unas idioteces tremendas, por ejemplo eso de «inmigrante de segunda generación», es algo que jamás he entendido. Emigraron los padres los niños no, mis sobrinos nacieron aquí aunque mis hermanos no. Bueno algún sobrino ha nacido en Alemania y tiene la doble nacionalidad, es bueno no renegar de ninguno de los lugares de donde procedes, eres más rico si tiene más variedad cultural.
      Otra estupidez que se dice con buena intención es eso de «gente de color», si los negros tienen color y los blancos no ¿Qué somos trasparentes?. El negro es negro y no hay porque llamarlo de ningún otro modo, igual que los blancos somos blancos o rosaditos.
      En el cole se habla de color carne y no se dan cuenta de que el color carne es rojo como el jamón, y el color piel varía muchísimo según la melanina que cada cual tenga.
      La propia discriminación positiva, esa que se da con la cantidad de mujeres que debe haber en lugares de relevancia por ejemplo, o con los discapacitados (y yo lo soy) y que en ocasiones puede ser necesaria, esa discriminación positiva ya marca, hace patente, que hay algo que no esta normalizado.
      Las propias inseguridades de la gente hace que incluso desde el mismo colegio, ya de pequeñitos, se metan con el alto, o el bajo, el más gordito, el negro o el albino, y sobre todo con el que creen más vulnerable, probablemente para poder sentirse más seguros y fuertes buscan con quien meterse y otros les siguen para no ser el objetivo de las burlas.
      Por eso coincido con Sarah que en casa hay que enseñar a los niños sus orígenes, a sentirse orgullosos de si mismos, a ser competentes y respetuosos con los demás, (yo creo menos en lo de competitivo y más en coparticipativo, palabro que creo me acabo de inventar, cooperar, ayudar, participar) y en el cole les enseñan mates, lengua… y a relacionarse con los demás.
      Perdón por el tostón que me he alargado mucho.

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